
“El problema de un militante de Podemos con César Acuña no es un problema de Podemos”, pone el parche un dirigente podemista, cuando le pregunto por la bronca con APP. Quería saber si era cosa del partido la arremetida -bien merecida, me dirán ustedes- que recibió APP en la Comisión de Fiscalización por su falta de empeño en investigar a Jorge Torres Saravia, el presunto líder de una red de prostitución en el Congreso. Torres fue puesto en evidencia una vez más con el testimonio de Vicky Navarro, ex subordinada suya, que aseguró, en su testimonio en la comisión, haber sido víctima de abuso sexual cuando ambos trabajaban en el gobierno regional de La Libertad.
El abogado que ahora patrocina a Navarro está afiliado a Podemos. Robert de la Cruz, consejero regional opositor a Acuña, era hasta el año pasado un cuadro importante de Trabajo Más Trabajo, el movimiento regional liberteño dirigido por Elías Rodríguez (ex secretario nacional del APRA), que fue uno de los varios movimientos que se afiliaron a partidos cuando se aprobó en primera legislatura la reforma constitucional para la reelección de gobernadores y alcaldes. Conversé con Rodríguez y recordó así la razón de su desaparición nominal: “Fue una maniobra de APP, secundada por el fujimorismo, que nos llevó a los movimientos a esa situación. Se estaba cerrando el plazo para afiliarse a partidos si es que se quería postular en regiones [7 de octubre del 2024] y había que hacer algo. Eduardo Salhuana, cuando era portavoz de APP el año pasado, pidió la palabra en el pleno y metió ese texto que hacía desaparecer a los movimientos. Puedo decir, sin falsa modestia, que una de las razones que llevó a APP a eso fue que nosotros le habíamos ganado más alcaldías en La Libertad”.
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Le pregunté por qué escogieron a Podemos. “Habíamos cerrado con un líder, no voy a decir cual, que nos dijo que nos entregaba la región a Trabajo Más Trabajo y su partido se reservaba la elección nacional. Perfecto, quedamos. Y al rato nos dijo que le diéramos vicegobernador y otros puestos. Hablé con mis cuadros y dijimos ni hablar. Luego Podemos nos dijo ‘les damos la llave de la casa en la región y ustedes se encargan’. Entendieron la identidad del movimiento. Además el partido está en una búsqueda de reivindicación popular, de ver temas de defensa del consumidor, que nos interesan”. La ironía es que la reforma no se consumó porque no alcanzó los 87 votos necesarios en la segunda legislatura. Los movimientos, por lo tanto, siguen habilitados, pero son pocos y débiles los que quedan.

Recapitulando, la rivalidad regional de Rodríguez con Acuña no marca la agenda congresal para la cúpula de Podemos. Pero sí hay otras razones, que me admitió mi fuente, que los indisponen con APP. Y hay otras ironías que ponen en la balanza a dos líderes partidarios con perfiles que provoca comparar: César Acuña Peralta (72) y José Luna Gálvez (69) afianzaron su poder político en base a su éxito como empresarios de la educación. Parafraseando a Rodrigo Barrenechea en su libro pionero para entender el acuñismo, ambos perfeccionaron un sistema político clientelar basado en la ecuación de ‘becas y votos’.
Hasta allí el gran filón común de Acuña y Luna. Lo demás es un combo de diferencias y equivalencias: José quiso conquistar al APRA a fines de los 80, pero la dirigencia lo apartó. En los 90 se dedicó a ayudar a Luis Castañeda a consolidar Solidaridad Nacional, sin descuidar su emporio de Telesup. Manejó el partido desde la secretaría nacional, hasta que peleó con Castañeda en la campaña del 2016 y fundó su propio partido, Podemos. Anoten que el principal opositor a Luna en la interna solidaria, era Rafael López Aliaga, quien finalmente se hizo cargo del partido y lo refundó como Renovación Popular. Anoten también que Luna ha enfrentado y aún enfrenta serias imputaciones de corrupción. La más seria es su implicación en el caso de los Cuellos Blancos, imputado de haberse asociado ilícitamente con miembros del extinto CNM y ex funcionarios de la ONPE. Por este caso llegó a cumplir arresto domiciliario como medida preventiva.
Acuña tuvo una llegada más lenta y tardía a la política. Y menos turbulenta en materia judicial. Quiso ser congresista de izquierda en 1990. No tuvo éxito y se dedicó a sus negocios hasta que volvió al ruedo en las filas de Solidaridad. Coincidió con Luna en la bancada solidaria del 2000. Al año siguiente fundó APP y desde entonces corre electoralmente por cuenta propia. Vive en Trujillo, la sede de su emporio educativo, donde ha sido alcalde y actualmente es gobernador. Su marca, la Universidad César Vallejo, pasó la valla del Sunedu; mientras que Telesup no lo hizo y desapareció. Vean qué pequeña es la política: Luna ha adaptado el edificio sede de Telesup en la Ave. 28 de Julio del Cercado, para que funcione como una clínica con énfasis en la atención primaria, siguiendo el esquema de los hospitales solidarios. Pero la gestión municipal de su viejo rival López Aliaga aún no le da licencia de funcionamiento.
No te doy mis votos
Si APP y Podemos se definieran en función de sus líderes fundadores, digamos que la primera tiene más imagen que perder con su identificación con el manejo del Congreso y su alianza con Dina Boluarte; mientras el segundo no tiene tanto que perder y, con perfil bajo, nada agilito bajo el agua. Ha captado no agrupados hasta alcanzar 13 curules, a un paso de los 14 de APP. Apoyó la candidatura de Salhuana a presidir la mesa y en las negociaciones con la coalición de Fuerza Popular, APP, Avanza País, Perú Libre y Somos Perú participó de acuerdos que, según mi fuente, no se han respetado. He ahí una razón de discordia.

Salhuana y APP, al mando de la mesa, no han respetado -según los podemistas- el peso proporcional de cada bancada en el reparto de presidencias de comisiones especiales. Podemos ni siquiera tomó una comisión que ansía, la de Defensa del Consumidor, hoy en manos de un apepista. Otra causal de fricción fue que en la Comisión de Presupuesto, hoy en manos de la apepista Lady Camones, se relegaron los pedidos de los congresistas de Podemos. Como bien saben, la repartija de partidas para obras que favorezcan a los territorios de los congresistas, es una tradición parlamentaria mantenida con relativa armonía en los últimos años. Esta vez, Podemos y algunas otras bancadas se han sentido relegadas por APP.
Hasta ahí, dos razones para que Podemos no diera sus votos para consumar una reforma que interesaba especialmente a APP, que tiene alcaldes y gobernadores que buscan la reelección. A Fuerza Popular le interesaba muy poco, pues su número de autoridades locales es ínfima. Podemos hizo un cálculo bastante frío y decidió no apoyar la reforma que era tan buscada por APP y por Somos. Podemos buscaba otra reforma puntual, que se reabriera el plazo para afiliar candidatos, pues no había fichado a algunos candidatos claves a alcaldías y gobernaciones. FP intentó conciliar ofreciendo a Podemos una ley para ampliar la cuota de invitados de 20% a 30% incluyendo a alcaldes y gobernadores, de modo que no les fuese imperioso reabrir el padrón.
La ley de invitados se aprobó pero Podemos no soltó sus votos. APP perdió dos veces, porque se frustró la reforma y porque su carta para Lima, Francis Allison, renunció al partido para ser el candidato invitado de Avanza País. De no haber este cambio legislativo, Allison no fugaba. Hubo un intento de revivir la reforma. Lady Camones presentó un proyecto de reforma constitucional para la reelección, pero lo retiró el miércoles ¿Por qué lo hizo? Camones es un personaje hermético hasta para sus correligionarios, de modo que no podemos estar seguros de que lo haya hecho a pedido de APP, en el supuesto de que la dirigencia, consciente de su mala racha, no quiera convertir una causa en perdida. Según ese razonamiento, sería mejor que lo presente otro congresista y otra bancada. Sin embargo, una fuente me apuntó otra posible razón: Camones estaría interesada en postular de gobernadora para Áncash y ello es un desincentivo para pelear por una reforma que podría favorecer al actual gobernador Koki Noriega, si este buscara la reelección.
Los dos líderes fundadores, Acuña y Luna, con problemas de imagen y cuitas judiciales encima, son mencionados por sus leales como ‘pre candidatos’. Como insiders controvertidos, la tendrían demasiado difícil. Por eso, no dejan de pensar en alianzas. Su habilidad y aparato podrían servir a un buen candidato de un pequeño partido. Podemos no ha dejado de pensar en Daniel Urresti, cuya familia busca liberarlo de la condena por homicidio que purga en prisión, acogiéndose a la ley que vuelve prescriptibles los crímenes de lesa humanidad cometidos antes del 2002. También han tenido conversaciones con otros posibles precandidatos, como Hernando de Soto y Yonhy Lescano. Incluso conversaron con Allison antes de que este cerrara con Avanza para ser candidato a Lima. El mercado electoral está muy movido como para quedarse quietos. Podemos está dejando su perfil bajo para apuntar contra APP.