El periodista Jorge Saldaña destacó por sus innumerables coberturas de las actividades del Congreso (Facebook)
El periodista Jorge Saldaña destacó por sus innumerables coberturas de las actividades del Congreso (Facebook)
Redacción EC

Dolor y tristeza. El reconocido periodista político y excronista parlamentario , quien por más de 25 años fue parte del Diario El Comercio, falleció este lunes. Su profesionalismo, dedicación, agudeza, conocimiento de los temas del Congreso y de la política peruana, así como su gentileza y desprendimiento han servido de ejemplo a varias generaciones.

Egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Jorge Saldaña cubrió durante varias décadas los principales escándalos, denuncias y debates del Parlamento, desde cuando funcionaba las cámaras de Senadores y Diputados.

Su solo nombre en el Congreso hacía temer a los políticos y sus reveladores informes marcaron la pauta a seguir.

El velatorio se realizará el lunes 14 a partir de las 3 p.m. en el Hospital Militar, avenida de la Policía, cuadra 2, Jesús María, sala 4 del velatorio Virgen de las Mercedes. El sepelio será el martes 15, a las 3 p.m., en el cementerio Parque del Recuerdo de Lurín

Colegas de El Comercio lamentan la pronta partida de Jorge, el amigo, el periodista, el ser humano, el maestro, el profesional. Y le rinden un sentido homenaje:

Saldaña también fue ciclista y deportista.
Saldaña también fue ciclista y deportista.


Héctor Villalobos, editor de Política:

“A mi nadie me lo cuenta”. Esta frase resume la esencia periodística de Jorge Saldaña. Siempre en el lugar de los hechos o al tanto del último “dato de adentro”, esa era la marca periodística de Jorge. Ya sea con el consejo oportuno para quienes tuvimos el privilegio de trabajar junto a él, o con la broma precisa para aliviar la presión de los cierres más tensos, así era Jorge, el caballero de la redacción y del Congreso. Hasta luego, maestro y amigo”.

Sebastian Ortiz Martínez, periodista de Política:

La partida de Jorge Saldaña es una triste noticia. Que su profesionalismo, don de gente y, sobre todo, su humildad sean un ejemplo para todos los periodistas. Recuerdo que cuando se dio la convergencia buscó adaptarse rápidamente y creó el #DatodeAdentro para informar en sus redes sociales sobre lo que no se veía respecto a la toma de decisiones en el Parlamento, donde fue un gran cronista. Descansa en paz y vuela alto”.

Rocío La Rosa, periodista de El Comercio:

“La primera vez que vi a Jorge él estaba muy concentrado cubriendo una comisión en el hemiciclo del Congreso de la República. Yo era estudiante de periodismo y pensé “me gustaría algún día ser como él”. Años después tuve el privilegio de conocerlo y trabajar junto a él en la sección Política de El Comercio. Privilegio no solo porque me enseñó mucho de periodismo, sino porque era una gran persona, excelente compañero de trabajo y buen amigo, siempre sonriente, animoso y dispuesto a ayudar. Cuando dejó el Diario nunca se olvidó de nosotros sus compañeros y gracias a él siempre nos reencóntrabamos para almorzar, conversar y celebrar algo que Jorguito o el gran George, como lo llamábamos, nos inculcó: “el valor de la amistad”. Hace poco hablé con él, le dije que cuando mejorara volveríamos a vernos. “No hay duda que alguito me he dejado querer en tantos años”, me dijo. Gracias Jorguito por enseñarme de periodismo, de salsa, de cómo preparar un desayuno nutritivo, de disfrutar paseos en bicicleta, de amar la vida, de la importancia de la amistad a pesar del tiempo y la distancia. ¡Hasta siempre Jorguito querido!”.

Francisco Sanz, editor de Mundo:

“El gran George, como le decíamos en el Diario. Coincidí con él unos cinco años cuando estuve en Política de El Comercio. Ya estaba cuando llegué y seguía cuando me fuí a otra sección. Era el hombre del Congreso desde siempre. Con un desprendimiento bárbaro para compartir su conocimiento, te daba mucha confianza para el acceso a las fuentes. Sentías ese cariño y buen trato. Me precio de ser uno de sus amigos. Lo vamos a extrañar mucho, sentimos su ausencia y le agradezco mucho porque me ayudó bastante cuando estuve en política”.

Martín León, periodista de la Unidad de Investigación:

“Cuando llegué a la sección Política, en junio del 2009, me tocó sentarme junto a Jorge. A eso se sumó que por buen tiempo trabajamos los mismos días, lo que generó que nuestra relación fuera más cercana. No voy a profundizar sobre lo buen periodista y persona que Jorge era. Sí me gustaría recordar brevemente cómo era acompañarlo en sus jornadas dominicales, “el único día que trabajaba”, como solía decir. Los domingos era su día relajado –de vestimenta, ya que no usaba saco y corbata y, si era verano, ¡hasta venía sin medias y con sandalias!– y a la vez más intenso porque coordinaba la edición de la sección. En esas jornadas aprendí lo difícil que es construir una edición en pocas horas, muchas veces sin tener claro hasta tarde cuál sería el tema para la abridora. Pero con Jorge eso siempre se hacía con buen humor y, lo más importante, con la barriga llena, porque era el día que nos dábamos un gusto: comida al peso del Metro de Emancipación o un menú de El Adriático. Jorge, un abrazo donde estés, se te va a extrañar”.

Rodrigo Cruz, periodista de El Comercio:

“Ahora, más que despedirme, quisiera agradecer a quien sea que esté allá arriba por haberme cruzado en esta vida con Jorge Saldaña. No conocí a persona más generosa, noble, alegre, perspicaz y humilde como él. Mi gran amigo y maestro. Un hombre bueno en este mundo cada vez más enfermo. La carrera de periodista que escogí no hubiera sido la misma sin las enseñanzas de “George” o “El Brujo” como le decía de cariño. Por eso en estos momentos, la pena que siento en el corazón creo que está encontrando alivio al recordar lo afortunado que fui de conocer a Jorge. Gracias de nuevo al que esté allá arriba y gracias a ti, Jorge. Extrañaré nuestras conversaciones, tus anécdotas, tus consejos y palabras de aliento en mis momentos más inseguros. Ya nos volveremos a ver, querido Brujo”.

Periodistas de otros medios de comunicación también lamentaron la partida de Jorge Saldaña: