
El PPC es el partido de los adelantados. Bueno, es la impresión que causa ver al excanciller Javier González-Olaechea que se mueve como si las elecciones del 2026 fueran el próximo mes. Pero el partido no lleva el mismo apuro que él. Su presidente, Carlos Neuhaus, cada que puede pone pausa y un parche: ‘somos 4 pre candidatos’ dice y recuerda que, obviamente, los 4 competirán en las internas. El otro par de atrasados lo compone Fernando Cillóniz y Óscar Valdez.
Neuhaus no es hombre de apurar el paso ni alzar la voz. Su campaña es como la de varios candidatos que hoy escapan al radar: viajar a regiones y no prodigarse con bulla. La pasividad puede ser una debilidad de carácter, pero también una cualidad estratégica.
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En verdad, la papa caliente del Perú, hace dudar a avezados y serenos, a improvisados desmelenados y a estrategas descafeinados. Conversé con él y, tras una pausa, me soltó algo como para colocarse entre los segundos: “Cuando el colorado [Arturo] Woodman organizaba las maratones de Cafetal, yo corría y veía cómo los que empezaban acelerados como si corrieran los 100 metros planos se les iba la energía y no llegaban a la meta. Yo voy sin prisa y sin pausa”.
“Carlos Neuhaus al menos tenía que salir, guardando aliento para más adelante, que está ‘fastidiado’ con la extinción de Legado”
La razón por la que figura en este candelero es una excepción a sus reglas. El gobierno anunció la extinción -legal y literal- del capital político que lo hizo elegible para presidir su partido y alimentar ambiciones presidenciales. Me refiero al éxito que tuvo al gestionar los Juegos Panamericanos de 2019 en Lima. Copiando el modelo del London Legacy usado en las Olimpiadas de Londres en el 2012, se creó el Proyecto Especial Legado para conservar y aprovechar la infraestructura construida. Así se creó Legado en el 2020, contando con algunos de los organizadores de los juegos, como Alberto Valenzuela, a quien le tocó encargarse del uso de los locales deportivos para atender la pandemia. Todo iba bien hasta que el gobierno de Castillo trajo nuevos vientos y un nuevo jefe. Federico Tong reemplazó a Valenzuela y tras él una seguidilla de cabezas inestables. Tong ha vuelto al sector deportivo en junio del 2024 pero ahora como cabeza del Instituto Peruano del Deporte (IPD) y es quien, según todo él mismo ha dado a entender, propuso a Boluarte la extinción de Legado porque habría duplicado funciones del IPD. Si la presidenta evaluó el argumento de liquidar un capital que podría usufructuar alguien ajeno a su gobierno; que quede como hipótesis.
El candidato
Mientras converso con él, Neuhaus va camino del Jorge Chávez para embarcarse a Arequipa. ¿Y cómo combinas el sombrero de presidente del partido y de pre candidato cuando hablas de alianzas?, le pregunto. “Me he apartado de esas conversaciones porque se podría entender mal. El partido ha designado para eso a Javier Bedoya Denegri [nieto del fundador Luis Bedoya Reyes] y lo apoya Miguel Ángel Mufarech y un grupo de personas”.
La precandidatura va en serio, pero hasta ahora, ninguno de los 4 figura entre los listados con intención de voto en la encuesta de Ipsos en enero. Se apilan en la sección de ‘otros’.
Por supuesto, la respuesta de Neuhaus a ese avatar es la del maratonista: es muy temprano para divisar la meta. Su carrera política la componen dos capítulos distantes. Postuló a la cámara de diputados en 1990, en la alianza del Fredemo, de la que era parte el PPC y también lo hizo a la alcaldía de Lima. No tuvo suerte. Se dedicó al sector privado por mucho tiempo, a complementar su grado de administrador de empresas con un MBA y una maestría en negocios internacionales y otra en Cambridge. Su vuelta al ruedo la marcaron los Panamericanos hechos en poco tiempo bajo el modelo G2G (gobierno a gobierno) con Gran Bretaña. En el 2021 fue invitado por Hernando de Soto a su plancha presidencial pero quiso entrar a la lista con su grupo, el PPC, y De Soto no aceptó esa condición. César Acuña también lo invitó a su plancha, con partido y todo, pero “por razones personales”, según me dice, no aceptó.
Ahora que ha decidido hacerlo, con logo del PPC y a su ritmo; tenía que salir, por lo menos, a alzar la voz a decir que ‘está fastidiado’ y que el ‘IPD tiene hambre’. Se ha guardado, y se guarda cuando se lo pregunto, su sospecha política sobre el anuncio. Indagué con mis fuentes de Legado y me dijeron, sin titubear, que el IPD está en manos del cuoteo político. Los trascendidos de la investigación de ‘Los Waykis en la Sombra’ dan cuenta de que en la gestión de Guido Flores Marchán, el ente habría sido sometido por el entorno de Nicanor Boluarte. En El Comercio publicamos investigaciones con serios indicios de cuoteo a favor del Bloque Magisterial. No hay evidencia de que esto se haya revertido en la gestión de Tong. Sobran razones para que Neuhaus diga, guardando aliento para más adelante, que ‘está fastidiado’.