
Óscar Valdés Dancuart- quien fue primer ministro durante el primer año de gobierno de Ollanta Humala- consideró que el Perú debe “sentir vergüenza” por ser el único país de la región con tres presidentes presos, tras la condena a 15 años de cárcel en contra del nacionalista por lavado de activos, a raíz de los aportes de Venezuela y de Odebrecht para sus campañas electorales de 2006 y 2011.
— El expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia han sido sentenciados a 15 años de prisión por lavado de activos. ¿Cómo interpreta este hecho?
Es realmente preocupante que los peruanos tengamos que asistir a condenas de nuestros expresidentes. Debemos sentir, realmente, mucha vergüenza de que nuestras más alta autoridades están en prisión o en camino a estarlo. Acá se debe rescatar que el expresidente Humala está siendo sentenciado por lavado de activos, porque recibió dinero ilícito [...] Hay que subrayar que el Tribunal Constitucional de alguna manera ha señalado que las sentencias pueden ser apeladas en segunda instancia, particularmente cuando no han sido dadas por mayoría.
— Esta condena es la primera que se da sobre aportes de campaña en el marco del Caso Odebrecht. ¿Marca un precedente en el Perú y en América Latina? ¿Por qué?
Sí, mire, yo creo que todos los peruanos debemos estar de acuerdo en que las personas que delinquen deben ir presas. Y sí, es un precedente para que las futuras autoridades sepan que si cometen actos ilícitos van a ir a la cárcel, acá nadie debe pasar por agua tibia. Hubiera sido bueno que la sentencia se dé por unanimidad, porque eso va a marcar el derrotero a seguir en los próximos juicios. No olvidemos que en el 2006 y 2011 no solo el señor Humala o la señora Fujimori, sino gran parte de los candidatos recibieron aportes del cual no daban cuentas. Entonces, hay que reclamar que la ley sea para todos.
— ¿La sentencia en contra de Humala es una muestra de la lucha contra la corrupción en el Perú o una muestra de que aún falta un largo camino por recorrer para erradicar este flagelo?
El camino es uno largo, el Perú está lleno de corruptos. La corrupción nos ha invadido en todos los estamentos, en la Policía Nacional, en las Fuerzas Armadas y en el Congreso, por ejemplo. Estamos enfermos de corrupción y lo primero que debe hacer un enfermo para sanarse es reconocer que está delicado. El Perú hoy es un país enfermo, pero debemos dar una solución progresiva, paso a paso, porque no se puede hacer todo de un porrazo.
Este es un paso adelante, ojalá que los que están en camino [de ser enjuiciados] también se vayan presos. Y no olvidemos que hay muchísimos actos de corrupción en el Congreso que no están siendo sancionados. Hay leyes que están dando los congresistas para evitar medidas en su contra, como los cambios a la extinción de dominio. Hay muchas leyes que están dando para proteger a los mafiosos y corruptos.
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— ¿Esta sentencia constituye una mancha irreversible para el gobierno de Humala?
En honor a la verdad, yo estuve un año con el expresidente Humala, de julio de 2011 a julio de 2012. En ese tiempo, yo no vi ni tampoco hubiera permitido actos de corrupción. No puedo decir eso sobre el gobierno entre el 2012 y 2016, porque no estuve ahí. Pero la sentencia a Humala es sobre los fondos que se han recaudado para la campaña electoral, no fue un proceso por hechos ocurridos dentro de su gobierno, eso hay que distinguir. Ahora, hay muchas sospechas, ¿no? Por la refinería de Talara, por el gasoducto sur, que entiendo están en investigación. No obstante, en este caso yo sería muy categórico en decir que este juicio se refiere exclusivamente a los fondos de campaña y que en el primer tramo del gobierno de Humala yo no vi ningún acto de corrupción.
— El tribunal también dispuso una multa de 100 UIT en contra del Partido Nacionalista por haber sido “instrumentalizado” para captar dinero ilícito. ¿Se justifica esta medida? ¿Debió ser disuelto?
Yo no pertenecía al Partido Nacionalista, yo fue un invitado, un independiente, pero yo sí estoy de acuerdo con que los partidos políticos deben ser castigados. No puede ser posible que los partidos políticos nos presenten en la palestra candidatos que no han filtrado, que están llenos de denuncias y que realmente no reúnen una hoja de vida para ser autoridad. Y eso sí es responsabilidad de los partidos políticos. Ellos son los directos responsables de que hoy en la política tengamos a tanto corrupto. Se debe empezar de alguna manera a castigarse a los partidos que no cumplen su rol.
— ¿A su juicio, Nadine Heredia cogobernó con Ollanta Humala? ¿Hubo una usurpación del poder?
Durante el año en que yo estuve en el gobierno de Humala no hubo tal usurpación, porque tampoco lo hubiera permitido. Yo hacía respetar mi puesto como primer ministro. No puedo garantizarle que en los siguientes años no ocurrió, pero tengo entendido que hay un juicio en contra de la señora Heredia por usurpación de funciones.

— Heredia, durante el gobierno humalista, desautorizó públicamente a César Villanueva cuando fue primer ministro. ¿Con usted, cuando fue titular del Interior o de PCM, tuvo algún impasse?
La relación con la señora fue cordial, respetó mi puesto. Y tampoco es que el trato del primer ministro fuera con la primera dama, ella no tenía injerencia en el Gabinete [durante mi administración], no participaba en los Consejos de Ministros. En una oportunidad, yo tuve que salir a la prensa, porque había dos ministros que estuvieron conversando con ella y la prensa dijo que ella tenía esos ministerios. Inclusive, prohibí todo tipo de reuniones fuera de las ordenes de la PCM. Fui categórico en decir que todos los ministros dependíamos del presidente de la República. Eso se cumplió a rajatabla durante el año que fui ministro.
— Usted fue parte del gobierno nacionalista durante su primer año. ¿Qué fue lo que marcó el punto de quiebre? ¿Y por qué pasó a ser un opositor a este?
Yo no fui opositor al gobierno de Humala. Después de un año de silencio [tras dejar la PCM], salí como un ciudadano común y corriente a opinar sobre la marcha del gobierno, pero nunca fui opositor, fui bastante respetuoso.
— Sí fue un crítico...
Sí, fue un crítico como lo soy ahora con el gobierno de Dina Boluarte y lo fui también con la administración de Pedro Castillo. Yo trabajé un año con el presidente Humala, porque desde que él me convocó le dije que solo lo podía ayudar durante ese tiempo y cumplí. Yo estuve cuatro meses en el Ministerio del Interior y ocho en la PCM. Nunca quise salir de Interior, quería terminar la tarea, pero en ese momento el país estaba en una disyuntiva.
Pocos se acuerdan, pero todos los congresistas del partido de Humala querían la gran transformación, pero el Perú había votado en la segunda vuelta por la hoja de ruta. Esa fue la condición por la cual yo acepté ser primer ministro, para imponer la hoja de ruta y dejar atrás la gran transformación. Todos los parlamentarios del Partido Nacionalista fueron mi oposición. En el Congreso, me decían que era el primer ministro de la oposición. El gobierno de Humala, al inicio, tuvo un buen crecimiento, se mantuvieron las reglas, se eliminaron 20.000 hectáreas de cultivo de coca. El trabajo estaba bien encaminado, pero lamentablemente el final no fue el que esperábamos. Hubo una cierta desviación.
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— A modo de reflexión, ¿qué le deja que Humala se haya convertido en el tercer expresidente sentenciado en la historia del Perú?
La reflexión es que los peruanos debemos sentir vergüenza ante toda Sudamérica y el mundo por ser el único país con tres expresidentes presos. Así se diga que en el Perú sí se castiga a los presidentes, la realidad es que tenemos a tres de ellos sentenciados y es probable que vayamos a tener a más.
Entonces, yo pienso que eso nos debe dar vergüenza. Pero, no solo vamos a vivir en ella, tenemos que vivir con el deseo de que el Perú cambie. Ojalá en el 2026, los partidos políticos, que son los grandes responsables de esta desgracia, elijan mejor a sus candidatos y pongan sobre la palestra a gente decente para elegir mejor.
— La ex primera dama Nadine Heredia ha ingresado a la embajada de Brasil en el Perú, donde ha solicitado asilo...
La señora Heredia, como todo ciudadano, tiene la posibilidad de pedir asilo. Ahí hay un responsable, si ya era cantado que hoy [martes] se iba a dar lectura a la sentencia y esta podía ser condenatoria debió tomarse eso en cuenta [para solicitar su vigilancia]. Aunque, esta acción no creo que sea de hoy [la solicitud de asilo] y el Estado, normalmente, no reacciona a tiempo. Lamento que la señora haya tomado esa medida, hubiera sido mejor que enfrente a la justicia en el país, sobre todo porque aún podía apelar.
— ¿Esta solicitud de asilo por parte de Heredia es un acto que busca impunidad?
No, lo que sucede es que la señora Heredia tiene tres hijos, si van a ir los dos [ella y Humala] a prisión, alguien debe buscar continuar la vida con los hijos, una forma de ello es asilarse, como también lo ha hecho la esposa de Pedro Castillo. Luego de ese caso, el Estado debió prever esto. Yo creo que esto, ella lo ha coordinado antes de la lectura del fallo.
— ¿El responsable político es el ministro del Interior? ¿Cabe una censura en su contra?
No, es un tema netamente de la fiscalía, que ha debido solicitar a la Policía Nacional que vigile a Humala y a Heredia, que ambos o uno de ellos podía pedir asilo, es un tema judicial.