MDN
Alan García
Redacción EC

Por: Martín Calderón y María del Carmen Yrigoyen

El pedido de asilo diplomático que presentó al Gobierno de Uruguay dividió a diversos actores políticos y enfrentó a simpatizantes y detractores del líder aprista en las inmediaciones de la residencia del embajador uruguayo en Lima, donde está el ex presidente.

Congresistas de Acción Popular (AP), Nuevo Perú, Peruanos por el Kambio (PpK), Alianza para el Progreso (APP) y no agrupados cuestionaron a García, mientras que sus colegas del Apra lo respaldaron.

Víctor Andrés García Belaunde (AP) afirmó que la decisión del ex mandatario fue “una actitud decepcionante y desconcertante para sus seguidores”. “Vemos que justamente ha hecho lo que dijo que no haría”, señaló.

El vocero de Nuevo Perú, Alberto Quintanilla, sostuvo que el ex mandatario ha mostrado “el intento de fugarse de la justicia”. Consideró que si Uruguay le niega el asilo, “las autoridades peruanas deberían darle prisión preventiva”.

En esa línea se manifestó el vocero de PpK, Jorge Meléndez, quien opinó que “una persona que pide asilo político en estas circunstancias es porque está buscando evadir la justicia”.El portavoz de APP, César Vásquez, dijo que “el ex presidente ha quedado pintado de cuerpo entero”.

“Lo que piensa la gente [sobre García] simplemente se confirma. Hace poco decía que se siente honrado de quedarse en el país, y hoy quiere irse”, remarcó.

Los legisladores Mauricio Mulder y Elías Rodríguez defendieron al ex presidente y aseguraron que es víctima de una persecución política.
“Él comunicó al partido que tenía información fidedigna de que mañana [hoy] sería detenido. En función de ello, el partido le recomendó que proceda a solicitar asilo”, contó Mulder a RPP.

Para el congresista, el Ministerio Público “se ha convertido en una especie de sicariato político”. Elías Rodríguez afirmó que “grupos de poder” buscaban la detención del ex presidente.

Por su parte, Luz Salgado, de Fuerza Popular, afirmó que García “está en su derecho [de pedir asilo] porque lo que se vive en el país es la judicialización de la política”. En diálogo con RPP, indicó que “será una decisión soberana de Uruguay” otorgárselo o negárselo.

—Bajo la lupa de los analistas—
El analista político José Carlos Requena consideró que García hoy “se siente vulnerable y es consciente del momento incómodo que está pasando. Pero, a diferencia de 1992 [cuando pidió asilo a Colombia], ahora vivimos dentro del marco constitucional, y a pesar de los errores y defectos que pueda tener la administración de justicia, esta es independiente”.

Para el analista político Arturo Maldonado, la decisión de García opaca cualquier reconocimiento que se le pueda hacer a su segunda gestión. “Él quiso que su segundo mandato sea una reivindicación del primero, pero con este acto ha borrado cualquier atisbo de buena gestión que alguien pudo reconocerle. Ha descolocado al Apra”, dijo.

—Agresión y gresca—
El dirigente aprista y ex ministro del Interior Luis Alva Castro fue agredido ayer afuera de la residencia del embajador de Uruguay por detractores de García.

El también ex congresista tuvo que ser auxiliado por simpatizantes del Apra. “Hago frente a todas las situaciones. El Apra nunca muere”, dijo luego en diálogo con la prensa.

Previamente, se registraron otras grescas en el mismo lugar. La policía tuvo que intervenir para restablecer el orden.