(Foto: Archivo El Comercio)
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Karem Barboza Quiroz

El ex presidente sonríe ante las cámaras, pero frunce el ceño cuando le preguntan por qué no regresa al Perú a responder por la presunta recepción de US$20 millones de la empresa Odebrecht a cambio de la adjudicación de las obras de la carretera Interoceánica.

Él, junto a su esposa Eliane Karp, se encuentra en Estados Unidos. Desde el pasado 9 de febrero, la justicia de nuestro país lo considera un prófugo, luego de que el juez Richard Concepción ordenara su captura internacional tras dictarle 18 meses de prisión preventiva por el Caso Odebrecht.

Además, en abril de este año, el Juzgado Penal 16 de Lima emitió una segunda orden de captura contra Toledo, Karp, Josef Maiman y otros investigados por el Caso Ecoteva.

Pese a ello, el ex jefe del Estado asegura en el extranjero que “no está requerido por la justicia”. Por el contrario, traza un escenario de persecución política y judicial para respaldar su defensa.

Precisamente el viernes pasado, cuando se debía realizar una audiencia por el Caso Ecoteva, su abogado Roberto Su quiso utilizar esta estrategia. A través de un escrito, puso en duda la imparcialidad del Poder Judicial, alegando que su presidente, Duberlí Rodríguez, había contaminado el proceso al sostener que Ecoteva debía ser enviado al juzgado que procesa el Caso Odebrecht.

No solo eso. En declaraciones a El Comercio, cuestionó la demora del envío del pedido de detención con fines de extradición por el Caso Ecoteva hacia Estados Unidos.

¿La razón? La defensa de Toledo confía en que la justicia norteamericana objetará el pedido alegando que el ex presidente afronta dos procesos por el mismo hecho. Este también es el temor de los jueces y fiscales que participan en ambas investigaciones.

—¿Por qué la demora?—
Por el momento, solo se ha enviado a la justicia de Estados Unidos el pedido de arresto contra Toledo por el Caso Odebrecht.

Este ya fue observado dos veces. La primera porque se envió la petición a EE.UU. sin la traducción al inglés y la segunda porque la justicia de ese país pidió ampliar la fundamentación del requerimiento.

Fuentes del Ministerio Público ligadas al caso han atribuido la demora a la “complejidad” del procedimiento. “El Perú y Estados Unidos estamos trabajando continuamente para que antes de que pase a un juez no haya duda alguna, ningún vacío”, indicaron a El Comercio.

Lo cierto es que la fiscalía y el Poder Judicial remiten información sobre el caso a medida que EE.UU. la solicita. Esto debido a que la justicia norteamericana aún no estaría convencida de que se configura el delito de lavado de activos en este caso. Además, la justicia de EE.UU requiere nexos más concretos de que Toledo recibió los sobornos, ya que las pruebas solo indican que el dinero pasó por las cuentas de Maiman.

Por ello, la fiscalía peruana espera recibir pronto información del extranjero para enviarla al Departamento de Justicia y ve con buenos ojos que Maiman se acoja a la colaboración eficaz.

—El pedido sobre Ecoteva—
El segundo pedido de detención con fines de extradición contra Toledo y su esposa Eliane Karp, por el Caso Ecoteva, podría pronto sumarse al del Caso Odebrecht en las oficinas del 950 Pennsylvania Avenue (Washington D.C.), donde se ubica el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

El juez del Juzgado Penal 16 de Lima, Abel Concha, que procesa al ex presidente por Ecoteva, remitirá el pedido de detención la próxima semana. Fuentes del Poder Judicial indicaron a este Diario que tanto la fiscalía como la Procuraduría de Lavado de Activos han colaborado en la elaboración de este segundo pedido.

—Falta estrategia—
Sin embargo, enviar los dos pedidos de detención contra el ex presidente sería una espada de doble filo, pues la justicia de Estados Unidos podría interpretar esto como una doble incriminación.

Según el abogado César Nakazaki, para dar peso al pedido de detención por el Caso Odebrecht, se ha debido enviar el cuadernillo referido al delito de colusión y no solo los de tráfico de influencias y lavado de activos.

“Es más, yo nunca lo hubiera puesto como tráfico de influencias, lo hubiera puesto como colusión, algo más fuerte. Esto fue un defecto del caso desde el inicio”, indicó a El Comercio.

La ex procuradora supranacional Delia Muñoz explicó que, para Toledo, “la persecución es su estrategia y decir [a EE.UU.] que por los mismos hechos le han abierto dos juicios y están pidiendo su extradición dos veces”.

Las opiniones de los jueces y fiscales de ambos casos están divididas. En el Caso Odebrecht, fuentes de este Diario comentan que los delitos de tráfico de influencias y lavado de activos se sostienen por sí mismos. Esto, pues postulan que está probado que el soborno de US$20 millones que Odebrecht habría pagado a Toledo fue negociado y luego el dinero se lavó con el traspaso a las cuentas de su coprocesado Josef Maiman.

En el Caso Ecoteva, las fuentes afirman que el delito de lavado se configura recién con la compra inmobiliaria que se realizó a través de la ‘offshore’ Ecoteva Consulting Group con el dinero de las coimas que Toledo habría recibido de Odebrecht, además de la empresa Camargo Correa y otras fuentes ilícitas. “Aquí se cierra el círculo”, dijeron.

Recordaron que en el Caso Odebrecht los depósitos terminan en el 2010 y solo llegan a US$750 mil; mientras que en las cuentas de Ecoteva –para esa fecha– ya había millones. “Este caso es más grande”, acotaron las fuentes del Caso Ecoteva, quienes aseguran que su pedido de detención contra Toledo es más “sólido”, ya que no solo se evidencia el dinero de Odebrecht, sino también de otras fuentes ilegales.

Esta diferencia de pareceres evidencia un divorcio en la estrategia, que en los siguientes días podría convertirse en una espada de Damocles para los intereses de la justicia peruana.

—Pliego interrogatorio—
Envían pedido de cooperación a Suiza
El titular del Juzgado Penal 16 de Lima, Abel Concha, envió un oficio –vía cooperación internacional– a Suiza con un pliego interrogatorio para el administrador de la ‘offshore’ Confiado Internacional, como parte del Caso Ecoteva.

En esta solicitud también se sustenta por qué necesitan la información sobre los movimientos bancarios (ingresos y egresos) y su procedencia.

Además, se ha subsanado la sustentación de cómo se configura el presunto delito de lavado entre las coimas de Odebrecht, la empresa Confiado y Ecoteva.

(El Comercio)
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