(Foto: Juan Ponce/El Comercio)
(Foto: Juan Ponce/El Comercio)

El pasado 26 de junio, envió una carta al presidente Pedro Pablo Kuczynski en la que argumentaba por qué estaba en contra del indulto a . Nunca recibió respuesta. Hoy, con la gracia ya consumada, señala que tuvo que existir una “coordinación” por el caso de la vacancia, pero afirma que no estuvo al tanto de cómo se manejó.

—¿Por qué no renunció apenas salió de la reunión en que fue informado del indulto y lo hizo después por Twitter? ¿No hubo cálculo político?
No, ninguno. Este tipo de decisiones tienes que pensarlas bien y no necesariamente actuar en caliente. Yo tenía claro que si se producía el indulto político, no humanitario, yo procedería a renunciar. Por más histriónico que sea renunciar al salir de una reunión, preferí llegar a casa y pensar bien cuál sería la comunicación.

—Pero en el Ejecutivo se viene hablando del indulto desde hace meses. El presidente habló de un perdón médico y desde julio ya se mencionaba que se daría en diciembre.
En varias oportunidades me manifesté en contra de un indulto político, y [dije] que apoyaría uno humanitario si se comprobase de manera fehaciente. No había posición per se, sí una clara en contra de un indulto político. En este caso ha sido un indulto político.

—¿Y qué elementos indican que fue un indulto político?
Los indultos del 23 y 24 de diciembre, 12 sin contar el de Fujimori, su promedio es de 111 días de trámite. El de Fujimori ha sido de 13. Claramente señala una rapidez. En todo el proceso de vacancia se nos aseguró, en privado y en público, que el indulto no sería una herramienta de negociación política.

—¿Quién se los señaló?
Públicamente, Mercedes Aráoz.

—¿Y en privado?
La propia Mercedes Aráoz y el propio presidente Kuczynski en las reuniones que tuvimos. Por los plazos, la manera como ha actuado la junta médica, por el momento, esto es claramente parte de una estrategia política.

—¿No hubo discusión en la reunión en la que se les informó sobre la decisión?
No quiero entrar en detalles. Puedo señalar que hubo varias voces que mostraron inquietudes. El señor Fujimori no pidió perdón a las víctimas, sigue sin hacerlo.

—¿No considera el perdón de su último mensaje?
Ha dicho que pide perdón a quienes se han desilusionado. Uno se desilusiona respecto a acciones de gobierno, pero frente a delitos y crímenes no hay desilusión, hay un pedido de justicia. No ha pedido disculpas a las víctimas, no ha cumplido con [pagar la] reparación civil. Junto a [Gino] Costa veníamos pidiendo al presidente que se reúna con las víctimas y él se comprometió, pero no se llevó a cabo.

—Cuando vio la votación de Kenji Fujimori y otros nueve de su bancada, ¿no sospechó sobre el indulto?
Nosotros hasta el final creímos que solo Kenji votaría en contra, y teníamos la aspiración de que uno o dos, que [era lo que] se rumoreaba, lo podían apoyar. [La abstención de] los nueve fue una sorpresa.

—¿Y ahora sí cree que hubo negociación?
Por los elementos de juicio, tiene que haberse dado algún tipo de coordinación.

—¿Coordinación o negociación?
Eso tienen que responder las personas involucradas, especialmente el ministro de Justicia. Él lleva el pedido de indulto al escritorio del presidente. La responsabilidad política principal está en el Ministerio de Justicia.

—¿Ustedes se han reunido con las víctimas?
En varias oportunidades, no solo como congresista, sino como candidato. Nosotros firmamos un compromiso. Es una de las cosas que más duele. Recibimos un mandato en contra de la impunidad, que ha sido traicionado.

—¿Cuándo fue la última vez que se reunió con ellos?
Fue con Gustavo Gorriti, uno de los secuestrados, aproximadamente hace un mes.

—¿Y con los familiares de las víctimas de La Cantuta y Barrios Altos?
Con ellos meses antes. No podría señalar la fecha porque no la recuerdo.

— ¿Saldrá a marchar?
No creo que sea mi rol, ¿sabes? Creo que lo que hay en las calles es una manifestación ciudadana más allá de cualquier tinte político.

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