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Daniel Salaverry

El presidente del Congreso, , aprovechó la semana de representación y viajó a su natal Trujillo para alejarse de la coyuntura judicial, en la que se discute el pedido de prisión preventiva para Keiko Fujimori. El lunes debe regresar a Lima para retomar sus funciones legislativas y definir, en las semanas siguientes, su permanencia en el cargo y en la bancada de Fuerza Popular (FP).

Si uno compara su faceta como vocero del grupo parlamentario y como titular del Legislativo, hay una marcada diferencia y una estrategia de posicionamiento de Daniel Salaverry. La diferenciación llegó a tal punto que pidió licencia temporal de su bancada.

Lo de la licencia, según su entorno, era una medida necesaria para impulsar un giro de timón en el grupo congresal. Esto con el fin de bajar el tono confrontacional y viabilizar su gestión en la Mesa Directiva. Los puntos ganados en las encuestas, tras marcar diferencias con su bancada, lo convencieron de que esa era la vía para destacar sobre sus antecesores, Luis Galarreta y Luz Salgado.

De acuerdo con fuentes de su entorno, Salaverry logró el apoyo de un bloque importante de 30 –de 61– congresistas de FP en su búsqueda por impulsar la reorganización de la bancada. Incluso se voceó la posible renuncia de este bloque. Sin embargo, la cifra se ha ido reduciendo con el pasar de los días. Fuentes de la vocería de la bancada, por ejemplo, indicaron que les llegó el rumor de que 10 legisladores iban a presentar su renuncia el último miércoles, pero hasta la fecha no se ha concretado.

Daniel Salaverry fue elegido presidente del Congreso en julio pasado.
Daniel Salaverry fue elegido presidente del Congreso en julio pasado.

—¿Reconciliación?—
Desde la cúpula de la bancada también han buscado tender puentes con Daniel Salaverry. Señalaron como ejemplo su tuit del jueves: “La licencia temporal a mi bancada no debe interpretarse como un alejamiento de Keiko Fujimori. Ella es una mujer que admiro por su honestidad, su entereza, su coraje, pero sobre todo por su liderazgo en Fuerza Popular”.

Poco después de que Salaverry lo publicara, el legislador Miguel Torres, quien preside el comité transitorio de reorganización de Fuerza Popular, lo rebotó. “Estamos juntos para decirle a ella y a todos los peruanos que #KeikoNoEstáSola. Unidos trabajaremos para lograr el #ReencuentroNacional propuesto por Keiko Fujimori”, escribió.

Torres incluyó en el comité transitorio de reorganización a Juan Carlos Gonzales y a Miguel Castro, dos de los congresistas que expresaron públicamente su respaldo a Salaverry y que, además, sostuvieron una reunión con el presidente Martín Vizcarra sin notificarla a su bancada. Castro rechazó que vaya a integrar ese comité.

Sin embargo, Castro ha negado que vaya a renunciar. “Creo en la institucionalidad, que los partidos van más allá de las personas. Las renuncias terminan demostrando inmadurez. Es irrelevante si [Keiko Fujimori] va a [la cárcel de manera] preventiva, el partido no debe depender de una persona. Es una gran prueba para demostrar que el partido vale más que las personas. La estructura partidaria de Fuerza Popular necesita madurez”, manifestó a El Comercio.

Gonzales, quien sí aceptó la invitación de integrar el comité, afirmó que la bancada está unida y que la reorganización impedirá renuncias en bloque. “Si la lideresa va a prisión preventiva, la responsabilidad del partido debería ser compartida, nos reinventaremos. Quizá haya dos o tres que quieran renunciar, pero no más”, señaló a este Diario.

El legislador reconoció que en esta semana se reunieron unos 10 congresistas –la gran mayoría de legisladores está de viaje en sus regiones– que apoyaban la postura de Salaverry. Según contó, en la cita existió consenso para apoyar la reorganización y no renunciar al partido.

En el mismo entorno de Salaverry existen dos posturas. Una impulsada por los asesores con carnet partidario fujimorista que sumó a su equipo. Este sector cree que su estrategia funcionó, pero que ahora debe apoyar la reorganización del partido. El otro grupo, de asesores sin afiliación fujimorista, considera que debe marcar distancia para resguardar su capital político con miras al futuro. La decisión final es de Salaverry, pero existen escenarios externos por contemplar.

—Lo que se viene—
Las bancadas de Nuevo Perú y el Frente Amplio están sondeando a otros grupos legislativos sobre la posibilidad de presentar una nueva moción de censura contra Daniel Salaverry por los chats de Telegram del denominado grupo La Botica, en el que aparece su nombre. Mientras tanto, han pedido su renuncia públicamente.

“En las condiciones actuales es insostenible la permanencia de Fuerza Popular en la Mesa Directiva del Congreso. La licencia de Daniel Salaverry es insuficiente. La crisis política exige la renuncia de la Mesa Directiva en su conjunto”, dijo Marisa Glave (Nuevo Perú).

Hasta el momento, las bancadas izquierdistas solo han tenido eco en Acción Popular. “Ya en su momento dijimos que el fujimorismo no debe presidir la Mesa Directiva. El fujimorismo no debió presidir el Congreso la vez pasada, pero es un tema que se resolvió por votos”, afirmó Víctor Andrés García Belaunde.

Pero las presiones no solo vendrían de bancadas opositoras. En el Congreso se voceó que, después de la licencia de Salaverry, su colega Segundo Tapia (segundo vicepresidente) planteó a los otros miembros de la Mesa Directiva –Leyla Chihuán y Yeni Vilcatoma– solicitar un adelanto de elecciones legislativas. Este Diario intentó comunicarse con Tapia por tres días seguidos, pero no contestó nuestras llamadas. Chihuán tampoco contestó nuestros mensajes. Vilcatoma se limitó a decir que no declararía al respecto.

En estos escenarios, los votos de Fuerza Popular se vuelven claves para asegurar la permanencia de Daniel Salaverry en la presidencia del Congreso. Salvo ocurran más renuncias.