Pleno del Congreso sesionó ayer hasta la noche.
Pleno del Congreso sesionó ayer hasta la noche.
Apoyo Consultoría

El ha jugado un rol determinante en el escalamiento de la crisis política de los últimos años. Identificamos tres factores vinculados al Congreso que, en particular, han exacerbado la crisis: i) la falta de representatividad e institucionalidad de los partidos políticos, ii) el transfuguismo y iii) el entrampamiento y desbalance entre poderes. Desde Apoyo Consultoría proponemos cuatro propuestas para mitigar estos factores. Estas medidas no buscan ser una solución integral a los problemas estructurales del sistema político, sino contribuir a mitigar su severidad y reducir los incentivos que prolongan la crisis:

1. Modificar los mecanismos de elección interna de los partidos y eliminar el voto preferencial para que los candidatos al Poder Legislativo sean más representativos del partido y de la voluntad popular. Los partidos políticos pueden elegir a sus candidatos para las elecciones generales mediante tres modalidades: votaciones semiabiertas con electores registrados, votaciones cerradas solo para afiliados, y votaciones por delegados elegidos por afiliados.

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La última es la opción más usada, pues el mismo partido define los requisitos y la cantidad de delegados permitidos. Así, los candidatos al Congreso son elegidos por un grupo muy reducido de ciudadanos y no representan necesariamente la voluntad nacional de forma más proporcional. Para mejorar la representatividad, proponemos eliminar el mecanismo de elección por delegados y aumentar la valla de participación en las votaciones semiabiertas o cerradas a por lo menos el 25% del número de afiliados que exige la ley (actualmente 10%).

Congreso de la República (Foto: Andina)
Congreso de la República (Foto: Andina)

Adicionalmente, proponemos eliminar el voto preferencial para fomentar la institucionalidad partidaria y reducir los incentivos al personalismo. En las próximas elecciones, cada elector podrá usar siete votos preferenciales (dos para diputados, tres para senadores y dos para el Parlamento Andino) para elegir entre los candidatos presentados por más de 40 partidos políticos, lo que eleva el riesgo al error y votos nulos.

2. Crear un grupo parlamentario mixto que agrupe a los diputados o senadores que renuncien a sus partidos de origen para desincentivar el transfuguismo. Este grupo tendría representación en las diversas instancias del Congreso, como la Comisión Permanente, la Junta de Portavoces y las comisiones ordinarias. Sin embargo, no contaría con acceso a personal, recursos, ni espacios para el desarrollo de sus funciones, lo que reduciría los incentivos a separarse de su bancada original.

3. Implementar un sistema de renovación por mitades, tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores, para evitar que se prolongue el entrampamiento político. Esto otorga la oportunidad a los electores de premiar o castigar el desempeño de las bancadas oficialistas o de oposición, mientras que incentiva a los partidos políticos a involucrarse en la dinámica política congresal y a sostener una relación con sus cuadros políticos en el Congreso.

4. Exigir una mayoría calificada al Senado para modificaciones a iniciativas aprobadas en la Cámara de Diputados. La reforma para el retorno a la bicameralidad otorga al Senado amplia discrecionalidad en el proceso legislativo, ya que no establece un mecanismo de resolución de desacuerdos con la Cámara de Diputados. El Senado puede modificar unilateralmente proyectos de ley sin necesidad de ratificación por la Cámara de Diputados. Para reducir esta discrecionalidad, se propone exigir una mayoría calificada (2/3) para aprobar modificaciones a iniciativas provenientes de la Cámara de Diputados, mientras que la aprobación sin cambios seguiría requiriendo solo mayoría simple.

La experiencia comparada en América Latina muestra que existe consenso sobre la necesidad de que las modificaciones realizadas por la Cámara Revisora cuenten con un amplio respaldo o ratificación. Por ejemplo, en Argentina las modificaciones deben ser aprobadas por una mayoría calificada (2/3), y en Chile deben ser refrendadas por la Cámara de Origen. El sistema bicameral peruano podría incorporar ambas opciones, devolviendo así el poder legislativo perdido a la Cámara de Diputados. No obstante, mientras que la exigencia de una mayoría calificada podría implementarse mediante una modificación al reglamento, la opción de ratificación por parte de la Cámara de Origen requeriría una reforma constitucional.

Datos

  • Los cambios a las normas electorales deben ser aprobados un año antes de las elecciones de abril del 2026.
  • Se observa una fragmentación excesiva: 41 partidos inscritos y 33 en instancias finales de registro.
Natale amprimo, constitucionalista
“Los partidos deben organizarse como lo crean conveniente”

Los partidos políticos son asociaciones civiles y deben tener libertad para organizarse como lo crean conveniente. Si sus listas no generan aceptación, no van a ser votadas [...] El voto preferencial sirve para que las agrupaciones capten a personas con éxito profesional, artístico o académico. Va a ser difícil que ocurra si se elimina esta figura. Se pretende, en cierta forma, potenciar a los partidos, pero en el fondo lo que se hace es que la excelencia se vaya de las organizaciones políticas.

La segunda propuesta me parece una buena, porque, actualmente, los no agrupados no participan en la Junta de Portavoces, la Comisión Permanente y en comisiones ordinarias, lo que afecta la representación. De otro lado, la renovación por mitades me parece un contrasentido. Esto generaría más caos, en lugar de estabilidad. 

Finalmente, no sería adecuada la propuesta de la mayoría calificada, pues cuando hay dos cámaras se debe buscar una fórmula para armonizar los criterios.

“Los partidos deben organizarse como lo crean conveniente”
Jaime de Althaus, periodista
“La eliminación del voto preferencial es fundamental”

La eliminación del voto preferencial es fundamental, no solo porque socava la unidad partidaria y de la bancada y destruye la unidad programática, sino porque es el canal perfecto para que las economías ilegales financien candidatos. En este momento es vital.

No se debe eliminar la modalidad de la elección indirecta (por delegados). Más bien allí sí exigir la valla de participación del 25% de los militantes que se propone. Si no se alcanza, la elección no es válida y el partido no podría presentar candidatos.

De otro lado, que los parlamentarios que renuncien a sus bancadas formen un grupo mixto sin acceso a personal, recursos ni espacios, para desincentivar el transfuguismo( algo que no se había planteado hasta ahora ) es interesante.

La tercera propuesta es positiva y ayudaría a reflejar mejor el humor ciudadano.

Por último, exigir una mayoría calificada al Senado es una buena idea, que ayudaría a moderar en algo el sobrepoder que la reforma le ha dado a la Cámara Alta.

“La eliminación del voto preferencial es fundamental”

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