(Foto: Congreso)
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Redacción EC

El contralor general de la República, , se presentó hoy ante la Comisión Permanente del Congreso para intentar evitar su remoción. En su intervención, afirmó que, de ser removido del cargo, su reemplazo no garantizará una lucha frontal contra la corrupción.

"Si hoy me remueven, el próximo a nombrar no les garantiza que luche frontalmente contra la corrupción, como lo hace esta gestión. Les aseguro que el que viene se hará de la vista gorda con los megaproyectos que hoy revisamos como ninguna otra gestión", expresó Edgar Alarcón.

El contralor señaló que "no se puede negar que he sido y soy blanco de ataques masivos" de los medios de comunicación e "incluso también de algunos políticos, quienes me llaman no menos que individuo que realiza actos delicuenciales".

En esa línea, Edgar Alarcón aludió a la adenda del contrato del aeropuerto de Chinchero, que fue calificada de irregular según un informe de contraloría, y acusó una presunta presión del Gobierno sobre ese tema.

"Todo esto se hubiese podido evitar si la contraloría sacaba un informe favorable o daba luz verde a la adenda de Chinchero. Se habría evitado maltrato personal e institucional si la contraloría agachaba la cabeza. Pero esta gestión no permitió que le torcieran el brazo", remarcó.

Finalmente, Edgar Alarcón negó haber sido él quien grabó conversaciones que sostuvo con el primer ministro Fernando Zavala, y con los ex ministros Alfredo Thorne y Martín Vizcarrra.

"Se me acusa de ser quien grabó conversaciones con los ministros, acusaciones que niego rotundamente. Yo no grabo. [...] Espero que aquellos que me acusaron se retracten, porque no existe ninguna prueba que avale esta injuria", dijo al respecto.

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