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Carlos Tubino intentó ingresar al Parlamento, pero fue impedido por la Policía Nacional. Poco antes fue agredido con un cono de seguridad (Foto: Renzo Salazar / GEC)
Martín Calderón

A las dos de la mañana de ayer, nueve horas después de que el presidente Martín Vizcarra anunciara la disolución del Congreso, la Comisión de Constitución pretendió ignorar la medida y convocó a sus 19 integrantes a una sesión para las 10:00 a.m. por disposición de Rosa Bartra (Fuerza Popular).

Estaba previsto que la sesión se realizara en la sala Raúl Porras Barrenechea, pero nadie asistió.

El Congreso amaneció cercado por cordones policiales y vallas de seguridad. Bartra y los legisladores que acudieron también encontraron las puertas cerradas. Las llaves para abrirlas estaban en poder de la policía.

Bartra consiguió ingresar al Congreso debido a que forma parte de la Comisión Permanente, el único grupo parlamentario legalmente habilitado para sesionar en caso de disolución. Pero Carlos Tubino, Karla Schaefer y Úrsula Letona, también de Fuerza Popular, la principal fuerza de oposición del gobierno de Martín Vizcarra, no consiguieron entrar y fueron víctimas de agresiones verbales de personas que se encontraban en las inmediaciones del Parlamento.

El caso de Tubino se escapó del control de la policía y llegó a la agresión física. El ex vocero de Fuerza Popular intentó ingresar a pie al Congreso por todos los accesos posibles: por los jirones Ayacucho, Andahuaylas y Áncash, y por otro acceso más cercano a la avenida Abancay.

Cuando buscaba la manera de poder entrar, un manifestante le arrojó un cono de tránsito en la cabeza. Tubino trastabilló, pero no se amilanó ni cesó en su intento por acceder al Palacio Legislativo, mientras insistía en que la disolución del Congreso es un acto inconstitucional.

El representante del Congreso disuelto tuvo que ser protegido por la policía montada. Esta apartó por la fuerza a las personas que lo insultaban y le arrojaban bolsas con desperdicios y papel higiénico.

Minutos antes, Karla Schaefer y Úrsula Letona consiguieron sortear un cordón policial instalado en el jirón Ayacucho, pero fueron impedidas de entrar al Palacio Legislativo.

En tanto, desde lo alto de un edificio, otra persona arrojó agua a Gilbert Violeta, de la bancada Contigo, antes de que ingresara al Congreso.

Mientras ello ocurría afuera, Pedro Olaechea daba una conferencia de prensa exclusiva para medios extranjeros en la sala Grau del Palacio Legislativo.

En ese momento, el presidente del Congreso disuelto llevaba varias horas realizando gestiones al interior del Parlamento.

Desde el lunes, luego de tomar juramento a Mercedes Araoz como presidenta de la República encargada por el Congreso, estuvo atendiendo llamadas, mensajes y correos electrónicos. Además, recogió la opinión de diversos abogados constitucionalistas sobre cómo debía actuar y qué pasos seguir, según detallaron fuentes parlamentarias cercanas a su despacho.

Mientras respondía a la prensa extranjera, Olaechea movía los dedos de su mano izquierda, en un gesto que denotaba nerviosismo.

—Posturas y gestiones—

Luz Salgado, Milagros Salazar, Karina Beteta, Rosa Bartra, Mario Mantilla, Ángel Neyra, Cecilia Chacón, Héctor Becerril (todos de Fuerza Popular), Salvador Heresi, Gilbert Violeta (Contigo) y Pedro Olaechea (Acción Republicana) permanecieron ayer en el interior del Congreso, expresando su rechazo a la disolución.

Al mediodía, Luz Salgado se quebró mientras reclamaba porque no dejaban ingresar a Tubino, Schaefer y Letona a la sede del Congreso.

Hubo expectativa por la posibilidad de que se convocara una sesión de la Comisión Permanente, pero esta fue finalmente programada para hoy a las 5 p.m.