El candidato presidencial de Alianza para el Progreso (APP), César Acuña, se ha atribuido recientemente un hecho trascendental de la historia política y de corrupción de los últimos años en el Perú: la caída del régimen de Alberto Fujimori.
Durante una entrevista con Canal N, Acuña Peralta respondía a cuestionamientos consignados en el libro “Plata como cancha”, del periodista Christopher Acosta cuando —como parte de sus argumentos para desmarcarse de Fujimori y su exasesor Vladimiro Montesinos— afirmó:
“Por si acaso, la caída de Fujimori fue por mí. Olivera con Lucho Iberico presentaron el vladivideo […] Vayan al diario de debates. Quien fue el causante para la caída de Fujimori he sido yo. Cuando se encontró el video, quien presidió la comisión en minoría para el caso Kouri-Montesinos he sido yo. Ese informe se aprobó y gracias a ese informe en la Comisión Permanente, y luego en el Congreso, fue la caída de Fujimori”.
César Acuña, 24 de febrero
Esta afirmación es falsa.
La idea central que resalta Acuña es que gracias a él cayó Fujimori, lo cual no es correcto, porque su informe recibió cuestionamientos de forma y, en realidad, fue un elemento para otro grupo investigador y otro documento por el que, finalmente, se terminó acusando a Kouri en enero del 2001. Además, se trató de un proceso histórico que implicó no solo uno, sino varios factores, incluyendo las protestas ciudadanas contra el régimen.
Para comprender por qué es falso lo que dice Acuña es necesario ubicarnos en el contexto y, como el líder de APP plantea, recurrir al diario de debates del Congreso.
El 14 de setiembre del 2000, los entonces congresistas del Frente Independiente Moralizador (FIM), Fernando Olivera y Luis Iberico —este último hoy aliado de Acuña e integrante de su plancha presidencial— presentaron un video de 56 minutos en el que se observó al legislador Alberto Kouri negociando con Montesinos su pase desde el partido opositor Perú Posible a la coalición oficialista Perú 2000, durante una reunión en la sala del otrora Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Ello nada menos y nada más que por US$15.000. Se trató del primer vladivideo y de un golpe primigenio y demoledor para el proceso que significó la caída de Fujimori.
Posteriormente, en el Parlamento se formularon denuncias constitucionales contra Kouri Bumachar por delitos de corrupción de funcionarios. Luego, la Comisión Permanente acordó crear una subcomisión investigadora presidida por Anselmo Revilla Jurado (Perú 2000) e integrada por Pedro Vílchez Malpíca (Perú 2000) y César Acuña Peralta (Solidaridad Nacional).
El 26 de octubre de ese año, la Permanente desestimó el informe en mayoría presentado por Revilla y Vílchez, que formulaba que no había mérito para formular denuncia constitucional, y aprobó por 19 votos a favor y 3 abstenciones el informe en minoría propuesto por César Acuña, el cual planteó investigar las imputaciones contra Kouri. Pero este documento no fue el determinante para la caída de Fujimori ni el último paso para resolver el caso del parlamentario tránsfuga, sino un insumo para un siguiente procedimiento. Un insumo, además, que recibió cuestionamientos de forma.
Y es que, luego, la Comisión Permanente designó a una subcomisión acusadora presidida por Andrés Reggiardo Sayán (Cambio 90-Nueva Mayoría), la cual informó el 6 de noviembre que Guillermo Olivera Díaz, exasesor de Acuña, había remitido un escrito advirtiendo vicios procesales en el informe en minoría que podrían dar pie a la nulidad de lo actuado: Kouri no había sido notificado ni brindó sus descargos. En el documento, Olivera explica su postura “en salvaguarda de mi actuación profesional y, sobre todo, por ser quien elaboró el informe en minoría”.
Por tanto, la Permanente acordó convertir al grupo encabezado por Reggiardo de subcomisión acusadora a una nueva subcomisión investigadora. El nuevo informe final de esta fue aprobado el 19 de enero y se determinó que sus tres integrantes y César Acuña se encarguen de acusar a Kouri ante el pleno del Congreso.
Es así que el 25 de enero del 2001, el Parlamento aprobó levantar la inmunidad parlamentaria a Alberto Kouri para que sea investigado por el Poder Judicial por los delitos de cohecho propio y enriquecimiento ilícito. También lo inhabilitó en el ejercicio de la función pública por diez años. Durante esa sesión, Acuña resaltó, como lo hace casi 20 años después, sus méritos en el proceso:
“Quiero recordarles a los señores congresistas y al Perú entero que quien habla fue miembro de la primera subcomisión investigadora nombrada para este proceso y que presenté un informe en minoría, y, seguramente, si no lo hubiera presentado ante la Comisión Permanente, este caso de inmoralidad no se estuviera debatiendo ahora […] Además, quiero aprovechar para felicitar a la subcomisión que preside el congresista Reggiardo Sayán e integran los congresistas Velit Núñez y Masías Oyanguren, por la transparencia de su trabajo”.
Es decir, el propio Acuña reconoció entonces que si bien su informe en minoría dio pie al procedimiento para acusar e inhabilitar a Kouri, hubo otro documento por el que finalmente se logró tal objetivo. Para ese entonces, además, el propio Fujimori ya había dado pasos para su alejamiento del poder, precisamente después del vladivideo Kouri-Montesinos y antes de que el pleno apruebe la acusación contra el entonces parlamentario.
El 16 de setiembre del 2000, meses antes, Alberto Fujimori había emitido un mensaje a la nación informando de la desactivación del SIN y la convocatoria a nuevas elecciones en las que anunció que no iba a participar. El 19 de noviembre, desde Japón, anunció su renuncia a la presidencia del Perú. El Parlamento, empero, aprobó una moción el 13 de noviembre censurando a la titular de la Mesa Directiva, Martha Hildebrandt, y el 21 de ese mes vacó por permanente incapacidad moral al mandatario. Luego, Valentín Paniagua asumió la máxima encargatura del país y el resto es historia.
Perspectivas
Consultado por la frase de Acuña y si este exageró o no, Luis Iberico, miembro de la plancha presidencial de APP, sostuvo que “hubo muchos factores importantes en la caída de Fujimori, el principal, para mí, fue la gran movilización del pueblo peruano que tuvo su expresión en la marcha de los cuatro suyos (fines de julio del 2000)”.
Uno de esos factores, resaltó en diálogo con El Comercio, fue el vladivideo Kouri-Montesinos, aunque señaló que el informe en minoría de Acuña Peralta “contribuyó al desmoronamiento de una mayoría oficialista del Parlamento. Quisieron licuar el video Kouri-Montesinos y fue muy importante lo que él hizo en soledad prácticamente con intentos en el Congreso de impedir que ingresara su dictamen en minoría”.
“Todos hemos contribuido fuertemente en la caída de ese gobierno. Creo que no vamos a ponernos a medir quién fue más o quién fue menos. El gran impulsor de la caída fue el pueblo peruano, las juventudes que salieron a marchar. Sin ese contexto social hubiera sido muy difícil traerse abajo al régimen. En conclusión no hay hechos aislados, es una concatenación de hechos muy importantes dentro de un marco de movilización nacional”, sentenció Iberico.
Por su parte, Fernando Olivera, aseveró sobre el vladivideo: “No fue el detonante, fue la razón. A los dos días, Fujimori anunció que convocaba a elecciones en donde él no iba a participar”. En esa línea, expresó su desacuerdo con lo mencionado por Acuña, a quien criticó por querer “sorprender a las nuevas generaciones”.
Como parte del proceso que implicó la caída del régimen fujimorista, Olivera resaltó también la importancia que implicó el proceso para alcanzar una mayoría de votos que permita censurar a la Mesa Directiva que presidía Hildebrandt, para dar paso luego a la elección Paniagua como titular del Legislativo y, por ende, presidente del gobierno de transición de aquella época.
“Cuando logramos la censura a Martha Hildebrandt y que Valentín Paniagua sea elegido presidente del Congreso, ahí se cayó todo el régimen en definitiva. Pero el hecho central es el video. Acuña dice que puso un dictamen en minoría. ¿Es broma?”, manifestó Olivera.