
El 2025 que recién arranca estará significativamente marcado por una abultada agenda electoral, algo que ineludiblemente ya se prolongará hasta el próximo año. Con la convocatoria a las Elecciones Generales 2026 (EG 2026), acto previsto para este próximo abril, se activan una serie de mecanismos formalmente en el sistema electoral y empieza la cuenta regresiva.
“Muchos dicen que estamos en un año preelectoral, pero ya es un año electoral. Este año se definen las candidaturas. Vamos a cerrar el año sabiendo quiénes son los candidatos, para el próximo verano tener unos meses de reflexión y de poder investigar por cuál de estos —que este año vamos a conocer— finalmente votar”, explicó a El Comercio José Manuel Villalobos, abogado especialista en temas electorales.
Todo lo que se viene
El 12 de abril, es la fecha máxima que se tiene para la convocatoria a las EG 2026 y sus respectivas elecciones primarias por parte de la presidenta Dina Boluarte. A partir de ahí, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) deberá elaborar y emitir un cronograma electoral oficial, con todos los hitos, fechas y plazos que rigen de cara a la contienda electoral.
Sin embargo, ya se pueden aproximar algunos de ellos. Ese mismo día de abril, por ejemplo, se cierra el padrón electoral por parte del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Hasta antes de ello, los peruanos tienen la posibilidad de actualizar su domicilio para poder acudir a las urnas. Sobre esto, hay una población peruana importante que permanece en el extranjero y que no puede ejercer su derecho al sufragio debido a ello, cuando bien podrían inclinar la balanza en una elección.
ABRIL | |
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12 | Plazo para la convocatoria a las Elecciones Generales 2026 y a sus Elecciones Primarias por parte de la presidenta Dina Boluarte. |
Cierre del padrón electoral a cargo del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Los ciudadanos deben asegurarse que su información esté actualizada antes de esa fecha. | |
Plazo máximo para que se publiquen leyes que van a surtir efecto en los próximos comicios. | |
JUNIO | |
16 | Fecha límite para solicitar la inscripción de las alianzas electorales ante la Dirección Nacional de Registro de Organizaciones Políticas del JNE. |
JULIO | |
16 | Fecha límite parar lograr la inscripción de las alianzas electorales para el proceso electoral. |
AGOSTO – NOVIEMBRE | Elecciones Primarias |
- Inscripción de precandidatos | |
- Resolución de tachas y exclusiones | |
- Elección de delegados por parte de afiliados | |
- Día de las elecciones primarias para las Elecciones Generales 2026 | |
DICIEMBRE | |
23 | Fecha límite para la presentación de las solicitudes de inscripción de fórmulas y listas de candidatos para las Elecciones Generales 2026. |
2026 | |
FEBRERO | |
11 | Fecha límite para la publicación por parte del JNE de las listas y fórmulas para las Elecciones Generales 2026. |
11 | Fecha límite para retiro de fórmulas y renuncia de los candidatos. |
ABRIL | |
12 | Los peruanos acudirán a las urnas. Una segunda vuelta se efectuará, de ser el caso, dentro de los 30 días siguientes a la proclamación de los resultados. |
Además, en esa fecha, entra en vigor también el principio de intangibilidad normativa; lo que significa que, a partir de ese momento, no se podrán realizar cambios a la legislación electoral por parte del Congreso que impacten la contienda en curso. Las reglas de juego serán las que estén vigentes hasta ese momento.
Justamente, uno de los temas que aún quedaban en el tintero en el Congreso era el restablecimiento del financiamiento privado para los partidos políticos, el cual recién fue aprobado —en segunda votación— el último martes en la Comisión Permanente. Deberá ser tramitado y priorizado en las próximas semanas.
A opinión de José Tello, exministro de Justicia y especialista en derecho electoral, dada la “enorme fragmentación” electoral que se avecina —actualmente, son 39 partidos los inscritos para participar en las EG 2026 y hay en vías de inscripción otros 32— se podría optar por aprobar algunas otras modificaciones, como el permitir que las encuestas puedan ser publicadas hasta 24 horas antes de la elección; es decir, en sus palabras, apostar por un “voto estratégico”.
“Para permitir que la gente reciba información mucho más precisa y tome decisiones movilizando su votación hacia candidaturas que pudieran resultarle más afines y evitando un alto nivel de fragmentación. (…) De esta manera, la gente podría votar con mucho mayor entendimiento de la situación real”, comentó Tello a este Diario.
En tanto, con la convocatoria a elecciones, también entra a tallar la neutralidad del Estado y sus funcionarios y servidores públicos, los cuales quedan prohibidos de practicar actos que favorezcan o perjudiquen a determinado partido o candidato.
Las alianzas y el proceso de democracia interna
Para mediados de este 2025, ya se debe tener definido qué partidos inscritos en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP) optarán por participar en alianzas electorales y quiénes prefirieron competir de manera individual. Una de las modificaciones que se aprobó en el Congreso —el Ejecutivo tiene aún en sus manos la autógrafa— es que, en caso de las alianzas, la valla electoral sea de 1% adicional, indistintamente del número de partidos que la conformen. De momento, ninguna agrupación ha anunciado públicamente que irá en alianza.
Luego de ello, ya para el segundo semestre de este año, se estima que los organismos electorales lleven adelante todo el proceso de las elecciones primarias: desde la inscripción de precandidatos hasta los resultados finales de la democracia interna. De este proceso de elecciones primarias es del que finalmente surgirán los candidatos oficiales que irán a la contienda electoral de abril del 2026.
Son tres las opciones disponibles para las primarias, luego que en diciembre del 2023 el Congreso prescindiera de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Puede ser una primaria abierta (donde participan ciudadanos no afiliados al partido); una primaria cerrada (solo participan afiliados); o una tercera opción es la elección de candidatos a través de la modalidad delegados. Dado el panorama electoral actual, la gran mayoría optaría por esta última opción.
Roy Mendoza, especialista en derecho electoral, incidió en que, en caso no lleguen a prosperar alianzas electorales, la cantidad de candidatos será muy significativa, lo que supondrá también que los organismos electorales tendrán que redoblar esfuerzos para el proceso. En un informe, este Diario evidenció que la cantidad de candidatos se triplicaría respecto a los que se registró en la elección de 2021.
“Va a ser la primera elección que van a afrontar con una gran cantidad de candidatos. Van a tener necesariamente que redoblar sus esfuerzos. (…) A diferencia de otros procesos, va a marcar un hito porque nunca hemos tenido un proceso electoral con tanta cantidad de partidos políticos. Y si se tiene en cuenta que ya se ha establecido un sistema bicameral, entonces se va a triplicar. Si antes teníamos 4 mil candidatos, ahora vamos a tener unos 13 mil o 15 mil por ahí”, comentó Mendoza a El Comercio.
Tras todo el proceso de democracia interna, los peruanos cerraremos este 2025 conociendo finalmente quiénes son los que se perfilan para ser candidatos para la próxima contienda electoral, pues en diciembre vencerá el plazo para que las agrupaciones soliciten la inscripción formal de las listas y fórmulas. El 12 de abril que se acudirá a las urnas. Aún hay tiempo para informarse bien.
Va a ser determinante, para la elección, todo lo que ha ocurrido el 2024 y va a ocurrir en el 2025. Y me refiero en lo que significa la visión del electorado con respecto a ciertos partidos. Va a ser muy difícil que algunos partidos del Congreso puedan tomar distancia ya de la presidenta Dina Boluarte, por ejemplo. Si se hubiera hecho en el 2024, hubiera habido tiempo para desmarcarse, pero eso no ha ocurrido. Entonces, la relación Ejecutivo-Congreso va a marcar para bien a quienes asuman la bandera de la oposición y, para mal, a quienes han mantenido y seguirán manteniendo una relación cercana con el Ejecutivo. La población ya no distingue claramente entre lo que hace el Ejecutivo y lo que hace y resuelve el Congreso. Prácticamente, los ha metido en un mismo paquete.
