La arquitecta fue nombrada viceministra de Vivienda y Urbanismo durante el gobierno de transición de Francisco Sagasti, y tras el ingreso de a la Presidencia continuó en el cargo hasta mediados de setiembre del año pasado. Ella revela que los integrantes del llamado “buró político” del mandatario accedieron a información privilegiada sobre los proyectos del sector.

También denunció que fue hostigada por el hoy ministro de Transportes y Comunicaciones, (quien antes estuvo en Vivienda, Construcción y Saneamiento) y por el ex jefe del gabinete de asesores del sector Vivienda, Salatiel Marrufo. “[Este último] me decía ‘me quiero casar contigo, me gustas’”, afirmó.

— Usted ha referido que a mediados de agosto del 2021 expuso el plan del sector Vivienda a los empresarios Alejandro Sánchez, Abel Cabrera y al hoy detenido alcalde de Anguía, Nenil Medina, , en una casa de Surquillo. ¿Puede contar cómo se dio esta reunión? ¿Qué temas en concreto se abordaron?

Bueno, para precisar lo único que sabíamos nosotros, como funcionarios, era que eran asesores del presidente Castillo. Ahora, ¿cuál fue el origen de este paquete de proyectos? Desde el 2020, es decir desde el gobierno de Vizcarra y luego de Sagasti, y antes que nosotros entremos había un paquete de proyectos que ya se estaban trabajando con las áreas técnicas y con los gobiernos locales, que es un procedimiento regular que tiene como fin gestionar luego los recursos ante el Ministerio de Economía y Finanzas. Uno de los temas de la transferencia del gobierno de Sagasti y el gobierno del presidente Castillo fue llevar los asuntos pendientes y más urgentes, uno de los cuales era el paquete de obras. En el viceministerio que yo dirigí había tres temas: viviendas rurales, bonos para Mi Vivienda y Techo Propio y un paquete de más de 100 proyectos.

Este paquete se englobó en un programa llamado “Perú en marcha”, y también comprendía obras de agua y saneamiento que lo ve el otro viceministerio [del sector Vivienda]. Armamos el paquete y se lo presentamos al ministro Alvarado, a él y a su jefe de gabinete [de asesores], Salatiel Marrufo, les interesó, entonces dijeron “sí, este proyecto va”. Y, obviamente, la ruta para seguir con este tipo de gestiones es hablar con el ministro de Economía, y luego con el presidente, porque tiene que estar al tanto, son paquetes de inversión importantes para la reactivación económica y políticamente le podía servir.

— ¿Por qué el ministro Geiner Alvarado y el jefe del Gabinete de Vivienda Salatiel Marrufo le pidieron ensayar su exposición con el personal de seguridad del sector?

Me pareció una falta de respeto al personal del ministerio y también al señor presidente que, en su momento, me hicieran ensayar con un equipo de soporte, con las personas que llevan el agua, que ayudan dentro, la presentación que tenía que hacer. Y en palabras del jefe del gabinete [de asesores] era que “si ellos entendían, el presidente iba a entender”.

Ellos creían que [el personal de asistencia del ministerio] no eran personas con formación, ni preparadas, esto fue una falta de respeto a ese personal, porque no podrían tener todas las habilidades, ahí no se está cuestionando el nivel de entendimiento, de inteligencia, sino lo que ellos [Alvarado y Marrufo] dieron a entender es que el presidente no entendía esto. Me pareció fuera de lugar, pero ensayamos con ellos, cambiamos palabras como de vivienda a casa.

Y quiero dejar en claro, porque, en algunos medios de comunicación [se da a entender] que yo llevó la lista de proyectos, pero no. Era una presentación técnica como se le hace a cualquier presidente para la toma de decisiones. ¿Qué quiere decir esto? Que tiene costos, beneficiados y lugares de intervención en un mapa. El jefe del gabinete [Marrufo] gestionó la reunión con el presidente, me pide los nombres de quienes van a ir [a Palacio de Gobierno]. Ahí va el ministro, el jefe del gabinete, el presidente del Fondo Mi Vivienda, el jefe de presupuesto [del sector] y yo.

— ¿En Palacio se da la primera reunión?

Sí, el día 20 de agosto [de 2021], preparamos la presentación y fuimos a Palacio, donde ese día juró el canciller Maúrtua. Esperamos en una sala que está al lado de la sala Grau, finalmente el presidente no nos recibió, solo entró el ministro, le llevó la presentación impresa, se la mostró y salió, duró poco [la reunión]. Después [Alvarado] le dio la indicación al jefe del gabinete [de asesores] para ir al buró político. Nosotros creíamos que el buró político eran los asesores del presidente, y que debían estar en Palacio, PCM o en una oficina descentralizada. Hay que entender que este equipo que entró [con Castillo] era muy desorganizado desde la transferencia.

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— ¿Es el ministro Alvarado el que ordena que se trasladen a esta casa de Surquillo?

El ministro Alvarado, claro.

— ¿El presidente participó?

No, no llega a participar. Ósea estamos en Palacio, pasa el presidente y saluda, porque se iba a la juramentación [del canciller], el ministro Alvarado se queda, se estaba probando el fajín y nos dice que vayamos al buró político al presidente del Fondo Mi Vivienda, al jefe de Presupuesto, al jefe del gabinete de asesores y a mí. Y quien tenía la dirección y estaba dirigiendo era el jefe del gabinete [Marrufo], quien se subió a mi auto oficial. Esto también es corroborable, porque la trayectoria de los funcionarios está registrada.

Luego, [Marrufo] me manda un mensaje con la dirección, cuando estamos en el auto, para que se lo reenvíe a Pedro Sevilla, quien era el presidente del Fondo Mi Vivienda. Y eso está en los chats que he mostrado. Y en el transcurso, antes de llegar, el ministro [Alvarado] me pide la lista de proyectos por mensaje de texto. No le contesté porque ya estaba entrando a la reunión. Luego me dijo que ya la había conseguido, eso prueba de que yo no tenía la lista de proyectos en ese momento. Lo que sí luego me parece irregular y me motivó a dar la declaración, es que con el tiempo y después que salí del ministerio me enteré quiénes eran estas personas y ahí todo tenía sentido.

— ¿Cómo se dio la reunión? ¿Qué tipo de preguntas hicieron? ¿Estas personas accedieron a información privilegiada, que luego utilizaron para ganar licitaciones?

En esa reunión lo que les mostramos, porque pensamos que eran los asesores del presidente, primero se presentaron como amigos del presidente, que estaban para apoyarlo, como sus asesores, no dieron sus nombres, uno dijo “Abel”, nosotros queríamos exponer e irnos de ese lugar, de este departamento en Surquillo. Ahí les expuse los montos, me preguntaron cómo había sido la priorización, yo les dije que esto venía de un paquete de proyectos que estaban con asistencia técnica culminada, listos para ejecutar, y para los cuales solo faltaba el financiamiento.

También me preguntaron si podían entrar otros proyectos y respondí que entran todos los proyectos que tengan asistencia técnica culminada. Les conté sobre los montos y luego me empezaron a hablar sobre otros temas, como que había una vivienda en Chota que había sido beneficiada con el programa del Techo Propio, pero que nunca llegó el desembolso. Además, comenzaron a preguntar sobre los sistemas constructivos de las viviendas. Y luego cuando vi el reportaje de la casa de Sarratea, su dueño Alejandro Sánchez [que estaba en la reunión] tenía un interés en sistemas prefabricados. Yo traté de mostrarles la política nacional de vivienda, que había sido aprobada en la administración de Sagasti, como respuestas a sus consultas.

¿Cuál es el punto de fondo? Primero, en ese momento nosotros no sabíamos que no eran funcionarios públicos, que no eran asesores, y ya tenían información, ya sabían qué iba a salir de urgencia, yo no les di la lista de proyectos, pero el jefe de gabinete [de asesores] estaba en la reunión, el ministro me pidió la lista de proyectos y días después Marrufo me manda la lista de los proyectos [subrayados] con colores, rojo, “sí”; magenta; “sí, se puede”. El tema, voy a recalcar, el problema de toda esta situación es que ellos [Alejandro Sánchez, Abel Cabrera y Nenil Medina] tenían información privilegiada, antes que cualquier alcalde. El alcalde que estuvo en esa reunión era el de Anguía, el mismo que luego tuvo un proyecto.

— ¿En esta lista de proyectos que le pasó Marrufo estaban los que hoy están bajo investigación en Anguía, Cajamarca?

Estaba Anguía, sí, claro. Además, yo veía pistas y veredas, porque yo dirigía el viceministerio de Vivienda y Urbanismo, lo mismo pasó con el otro viceministro, le pasaron la lista de los proyectos que eran de interés de ellos. Entonces, fue para los dos viceministros que se mandó esta lista.

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— ¿La reunión en Surquillo fue el punto de partida de la presunta red criminal que operó en Vivienda?

Yo te puedo decir de lo que yo he visto, una de las razones por las cuales renuncié fue efectivamente esa, porque si bien no había claridad sobre lo que estaba pasando, ya era raro y desordenada las situaciones a las que exponían a los funcionarios. Parecía raro que haya interés en algunos proyectos. Y esta red que tú comentas, para mí fue más evidente, en realidad, por las designaciones. Parte de mi renuncia fue por las designaciones que hizo el ministro. Y algunas situaciones que el ministro me comentó, el ministro [Alvarado] me hizo entender que él no tomaba las decisiones dentro del ministerio directamente. ¿Si no es el ministro, que es tu jefe, quién toma las decisiones?

— ¿Y quién tomaba las decisiones?

Esa es la pregunta, yo, inmediatamente relacioné, si hay gente detrás, que son asesores del presidente, que me piden exponerles después de reunirnos con el presidente deben tener algún nivel de influencia. Es decir, existe un funcionario público, lo llevan a una reunión con el presidente, luego a una casa y luego el ministro te dice “yo no decido en el ministerio nada”. ¿Entonces, quién decide las cosas, no? O es el presidente, o es su grupo de confianza o quién

Uno puede revisar lo que ha pasado en el Ministerio de Vivienda después, en ese momento [agosto de 2021] yo no tenía certeza sobre nada, pero luego con los meses y con lo último que ha pasado, se confirma que había un poder paralelo al Ministerio de Vivienda. Y esto se corrobora con las designaciones que han salido.

— ¿Y este poder paralelo era ejercido por el llamado buró político?

No te podría afirmar eso, pero hay varias situaciones que harían ver que el ministro [Alvarado] no tomaba las decisiones, él me dijo que no dependía de él.

— ¿No le pareció raro o irregular que esta cita se realice en una casa y no en una oficina del Ejecutivo? Para ese entonces, la contraloría ya había observado que el presidente Castillo despachara en el pasaje Sarretea, en Breña.

Primero que fue una indicación del ministro, hay que aclarar también que a veces se tienen oficinas descentralizadas de los ministerios […] Yo le dije al jefe del gabinete [de asesores] que mejor era revisarlo el lunes, porque ya era tarde y al día siguiente teníamos un viaje a San Martín, pero él señaló que tenía una indicación del ministro, y era exponer eso, yo no iba a dar la lista de proyectos, ni tampoco en mi carrera como funcionaria nunca me he expuesto a una situación directamente con un alcalde. No sabíamos que había un alcalde, uno cree que son asesores, el ministro, se supone que es de confianza, y te tiene que llevar [ante] los asesores. En realidad, el ministro está haciendo incurrir a los funcionarios de su ministerio en situaciones que no corresponden. Yo renuncié tres veces, me pareció rara esta situación. Me reuní con el ministro, el primero de setiembre, y tampoco es que te firman la carta al día siguiente, tuve que esperar a que la firme el presidente el 15 de setiembre.

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— En su declaración ante la fiscalía de la Nación, el ministro Alvarado ha responsabilizado al MEF por el DU 102-2021, que dio luz verde a las obras en Anguía. ¿Él no tiene ninguna participación? ¿Le mencionó o pidió que participe en la elaboración?

No, mira, la ruta regular es que el ministro de Economía y Finanzas dé los recursos, siempre y cuando los tengan, y que los sectores sustenten bien. Entonces, después de la reunión con el presidente, hay una reunión en el MEF, yo sustenté la cartera de proyectos al ministro de Economía [Pedro Francke], lo mismo, el paquete, los bonos y los proyectos de inversión con el ministro [Alvarado]. En esa reunión conseguimos los S/500 millones.

— Entonces, no es que Alvarado no tenga ninguna responsabilidad, porque él trata de deslindar y decir que todo fue del MEF…

Exacto, eso es incorrecto, y cualquier funcionario sabe la ruta de cualquier emisión de un DU, de recursos, son los sectores los que piden los recursos y son los sectores los que priorizan las listas. Esta estrategia nace del Ministerio de Vivienda por todo lo que estoy contando. Hubiera sido completamente regular si es que detrás no hubiera habido gente que sabía todo lo que estábamos haciendo y que luego se aprovechó de esta información para contratar con otras personas.

— El MEF solo aprobó S/500 millones de los S/2.000 millones del plan de Vivienda. ¿Alvarado incorpora a Anguía en la lista de proyectos priorizados?

No, es como te comento, la lista con los proyectos de Anguía, con todos los proyectos ya tenían asistencia culminada, y estaban desde antes. Lo que sí pasó es que después de que tenemos los recursos, ahí sí hubo una priorización en la alta dirección sobre cuánto porcentaje iba a Vivienda y cuánto a Saneamiento. Decidieron que el 25% sea para pistas y veredas y el resto para saneamiento. En el viceministerio que dirigí había proyectos para Anguía, tenían asistencia técnica culminada, pero ese no es el problema, el problema es que todo esta información ya estaba filtrada para un alcalde y empresas que decían ser asesores del presidente.

— Es decir, estos empresarios fueron presentados como asesores del presidente Castillo, el Ministerio de Vivienda les expone los proyectos y ellos, utilizando esta información, a la cual no todos tienen acceso, forman empresas de fachadas para ganar las licitaciones…

Claro, es que ahí tienes, el DU salió en octubre, un alcalde que recién sabe que va a salir en esa fecha tiene poquísimo tiempo, porque no sabe si te va a llegar [el dinero], estás dentro de un paquete, pero no sabes si te va a llegar [la partida presupuestal], pero si tú ya sabes desde setiembre que vas a ser financiado por esto, tienes más espacio de organización, ¿no?

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— ¿Presenció otro acto irregular o sufrió presiones de Alvarado u operadores del presidente Castillo, durante su gestión en el Viceministerio de Vivienda y Urbanismo?

Sí, hubo encargos que no me parecían correctos, eso lo voy a dar a conocer en la fiscalía. Y luego el segundo punto son las designaciones, es importante, dentro de la labor del ministro y de los viceministros está la de fiscalizar las unidades adscritas, esto son Fondo Mi Vivienda, Cofopri, la Superintendencia de Bienes estatales, tienes empresas públicas y entidades muy importantes, que tienen impacto en la vida de los ciudadanos. Sin embargo, la forma cómo se estaban cambiando estos puestos no tenía ningún criterio técnico. Se revisaba los perfiles y no tenían ni siquiera experiencia. Y repito, cuando le pregunté al ministro por qué se estaba dando esta situación, por qué no buscamos perfiles mejores, y que yo no estaba de acuerdo, él me dijo que no tomaba las decisiones. Un ministro toma las decisiones sobre las designaciones, si no estás como ministro para fiscalizar y conducir un ministerio, ¿entonces, para qué estás? Él está incumpliendo sus funciones y no se sabe qué hay detrás también.

— ¿Y cuáles fueron estos pedidos que no le parecieron correctos? ¿Puede dar un ejemplo?

Había un pedido para darle atención prioritaria a una empresa inmobiliaria, le comenté al jefe del gabinete Marrufo que yo no podía hacer nada, porque había una ruta y que si estaba en proceso de aprobación tenían que cumplir todo. Pero él pide que tenga una reunión con ellos, tuvimos una reunión virtual y ahí les dije lo mismo, “a ustedes les falta esto, les falta ABC”.

— ¿Ese pedido fue solo de Marrufo, o también del ministro Alvarado?

De los dos. Era para una autorización especial para una empresa inmobiliaria, no te puedo decir el nombre ahora, porque esto está en investigación y de hecho imagino que va a salir, pero sí hubo una presión y también ha habido presión a los funcionarios del Fondo Mi Vivienda, en su momento. Lo que me dijo [Marrufo] y me pareció raro es que era para una empresa que había apoyado a la campaña del presidente Castillo, textualmente me dijo eso y “cuidado que me estés grabando”, después de esa reunión.

Y lo que tienen que entender todos es que esa era la forma de actuar constante de toda esta gestión, era muy informal, buscaba normalizar cosas. En otro momento, el jefe de gabinete [Marrufo] me preguntó cuáles eran las empresas de Sagasti, a lo que yo le dije “no sé de qué me estás preguntando, yo no trabajo con empresas, y soy viceministra, ni siquiera tengo el área de contrataciones dentro de mi viceministerio y Sagasti ha sido una gestión transparente, creo que te estás equivocando”. Lo que estaban buscando era, pensaban que el Estado operaba como con prácticas…

— Que había un “club de la construcción” en el sector Vivienda…

Sí, entonces, me preguntaba sobre eso, era muy insistente sobre eso. Entonces, te darás cuenta que era muy repetida la situación, que era parte de la incomodidad, obviamente […] Y lo que quería el ministro [Alvarado], de otro lado, era tener viceministros de fachada que le dejen poner a todas las personas que él quería.

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— ¿Por qué cree que el Congreso aún no interpela siquiera a Alvarado? ¿Hubo visitas de parlamentarios al ministro?

Desde que llegó el ministro y el jefe del gabinete, el despacho del ministro se volvió una central telefónica de gobiernos locales pidiendo información sobre proyectos de inversión, cuando había otros temas que tratar en el ministerio, porque el sector dirige las políticas de vivienda y de agua a nivel nacional. Y el ministro estaba más ocupado en reuniones con congresistas, estaba full. Pasaban todos los congresistas, había muchas reuniones con congresistas, a algunas nos llamaban para pedir información sobre proyectos, pero eso es regular, siempre cuando viene un congresista, se llama al equipo técnico para mostrar el estado de los proyectos. Pero había mucha intensidad en las reuniones con congresistas.

— ¿Ha recibido algún tipo de amenaza, tras haber brindado su primera declaración a “Cuarto Poder”? ¿Tiene temor sobre su seguridad personal?

Estoy siendo muy cuidadosa con este tema, no, no he tenido amenazas y espero no tenerlas, obviamente yo voy a colaborar con la fiscalía. Tengo los chats, en realidad, para poder corroborar lo que estoy diciendo, las fechas y sobre todo la intención que tenían ellos, a lo que voy es que estaban usando información privilegiada, privada, que tenía impacto en millones de soles en designaciones de altos funcionarios.

Y, además, hubo un tema ahí de lenguaje inapropiado que manejaba el ministro con el jefe de gabinete de asesores hacia mí que me pareció también la gota que rebalsó el vaso, una de las gotas, y un maltrato a los funcionarios públicos.

— ¿Fue hostigada por el ministro Alvarado y por Marrufo?

Sí, hay una reunión donde el señor Marrufo me hacía bromas para él, pero en realidad eso no es una situación regular en un espacio laboral, cada vez, como yo sustentaba y resolvía varios temas en el ministerio, me decía “me quiero casar contigo, me gustas”. Y en una reunión con el ministro, el jefe del gabinete y el otro viceministro, este último sale y me quedé con ellos dos, y el señor Marrufo le dice al ministro Alvarado “sabes que le he propuesto matrimonio a Elizabeth”, y el ministro responde “sí, Elizabeth, en el futuro me gustaría estar con alguien inteligente como tú”. Obviamente, todo eso es inapropiado, completamente fuera de lugar. Entonces, yo trataba de subir siempre a las reuniones con los directores, pero había situaciones en las que tenía que reunirme con ellos.

— El presidente Castillo afronta seis investigaciones en la fiscalía, cuatro de estas son por organización criminal. ¿Su gobierno es insostenible?

Sí, porque no se están resolviendo los problemas de fondo. Yo les propuse al ministro Alvarado y al jefe de gabinete de asesores hacer un plan, ir a los distritos más pobres y nosotros hacer los proyectos para evitar justamente a los intermediarios, esto que ha hecho Yenifer Paredes, que va con un alcalde a un pueblo y les dice “yo te voy a solucionar pero dame un poquito”, pero no les interesó. Hay un desinterés por los problemas de fondo y apelan a la victimización. Y esto es perjudicial para todos los ciudadanos, los más pobres son los más perjudicados.