El mensaje a la nación de los últimos gobiernos

Los mensajes a la nación ofrecidos por los últimos cuatro dignatarios al segundo año de sus mandatos, tuvieron temas de coyuntura y también propuestas legislativas. En este interactivo, repasamos las promesas más importantes que se lanzaron, incluidas las que se brindaron en el discurso presidencial de .

El discurso del 2002 de Alejandro Toledo inició con una autocrítica y no realizó muchas promesas, sino que se basó en resaltar el rescate de las instituciones luego de la caída de Alberto Fujimori en el 2000.

"La mayor autocrítica que se hace mi gobierno es no haber podido reconciliar el país, rebajar las expectativas sociales. En eso asumimos la cuota de responsabilidad que nos toca", afirmó Toledo en su discurso del 28 de julio del 2008.

Alan García, en el 2007, elaboró una serie de promesas a largo plazo con miras al 2011. El grueso de sus promesas presidenciales estuvieron en la infraestructura que planteó para los siguientes años. Asimismo, trazó las metas que marcaron el punto más resaltante de su gestión presidencial: el crecimiento económico.

También planteó la creación del pacto social para el intercambio de ideas laborales. Siete meses después, con la frase "el pacto ya fue", su director ejecutivo, Víctor García Toma, rubricó la partida de defunción de esta frustrada iniciativa.

El mensaje de la nación de Ollanta Humala, en el 2012, fue de menos promesas, pero resaltó el pedido de facultades para legislar contra el crimen y promete una nueva escala remunerativa para policías y militares, además de reconocer el derecho al agua. Esto último nunca se llegó a concretar en su gobierno, sino que recién se aprobó en el actual Congreso de mayoría fujimorista.

En el discurso brindado por Pedro Pablo Kuczynski se volvió a hablar de la "revolución social" como lo hizo en el 2016 y tuvo mayor énfasis en los temas de infraestructura.

Asimismo, PPK realizó una autocrítica de su primer año de gestión. "Nuestro primer año de gobierno enfrentó, lamentablemente, varios contratiempos imprevistos como Lava Jato y el Niño Costero. Quizá subestimé el esfuerzo titánico que requería restablecer el crecimiento económico en un contexto como este. Me disculpo si fue así", refirió.