"Creo que sería bueno regular y acotarla [la inmunidad parlamentaria] para que no quede como una protección indebida que además daña la imagen del Congreso", señaló Fernando Tuesta. (Archivo El Comercio)
"Creo que sería bueno regular y acotarla [la inmunidad parlamentaria] para que no quede como una protección indebida que además daña la imagen del Congreso", señaló Fernando Tuesta. (Archivo El Comercio)

El politólogo Fernando Tuesta, quien presidió la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política, dijo que le resulta irónico que la bicameralidad sea un deseo del gobierno y del Congreso, pero que no sea aprobada.

— Usted afirmó que “la bicameralidad es la madre de todas las reformas”. El paquete que el Ejecutivo envió al Congreso no incluye el retorno del Senado. ¿Esta es una reforma huérfana?
Es una reforma potente, sin embargo no incluye por el lado del Ejecutivo una modificación importante del Parlamento. Pero el gobierno ha manifestado que en realidad no toma ahora [la bicameralidad], porque efectivamente ha habido un pronunciamiento de la ciudadanía a través del referéndum, pero no quiere decir que en un momento más adecuado pueda debatirse. Por el lado del Congreso, entiendo que no está de ninguna manera descartado, entiendo que hay proyectos. Es paradójico y hasta irónico que todos quieran la bicameralidad, el gobierno, el Parlamento e instituciones, pero no se aprueba por una sencilla razón: sienten que esta es una vía para que los congresistas se reelijan o para una reproducción de lo que la ciudadanía considera las malas artes del Parlamento.

— También afirmó que las propuestas que la comisión ha propuesto no pueden ser debatidas por separado. ¿En cuánto afecta que la bicameralidad no haya sido tomada en cuenta?
Lo podemos ver de diferentes ángulos. Desde el punto de vista de nuestra pretensión [la de la comisión], que además acogía mucho de lo que se había debatido en el país, puede haberse resentido [la reforma]. Pero si uno lo mira desde el ángulo sobre cómo se han enfrentado estos temas en los últimos años, si se aprueban los 12 proyectos sería un gran avance. Este paquete servirá mucho para mejorar la representación a partir del 2021.

— Usted considera que ahora no es el momento de debatir la bicameralidad, pero el que no se aborde este año significa que no se implementará en el 2021…
Hay dos posibilidades, una que efectivamente se discuta para el 2026. Si hemos esperado 25 años, por qué no esperar algo más. La otra [posibilidad] es que dada la urgencia y la necesidad de tiempo, el Congreso modifique la ley que impide hacer cambios a las normas electorales y así se gana una legislatura más.

— Martín Tanaka, politólogo que integró su comisión, afirmó que esta reforma no tiene “un propietario”. Agregó que el gobierno le preocupa “la evolución de su popularidad” y el Congreso “no quiere verse presionado o jaqueado por el Ejecutivo".
Siempre un mejor escenario es que todas las fuerzas políticas estén alineadas en la misma dirección, pero yo no conozco una reforma política en la que exista unanimidad en temas tan complejos, como los que se están proponiendo. Sería aconsejable, deseable e importante que el presidente Martín Vizcarra, que está interesado en la reforma, plantee junto con el presidente del Congreso [Daniel Salaverry], la presidenta de la Comisión de Constitución [Rosa Bartra] y el primer ministro [Salvador del Solar] una hoja de ruta para alcanzar la reforma.

— El año pasado fue la primera vez, desde 1995, que un proyecto de ley sobre la bicameralidad llegaba al debate en el pleno y se aprobaba. ¿El gobierno y el Congreso están perdiendo una oportunidad única para restituir las dos cámaras?
Nunca hemos estado tan cerca de la bicameralidad, es una oportunidad, pero también es cierto que se han cometido errores que han ocasionado que ahora, pese a que todos aceptan [el retorno del Senado], sea difícil llevarlo adelante.

— Si tuviera que priorizar alguna de las propuestas planteadas, ¿cuál sería?
Si tuviera corto tiempo, haríamos esa propuesta, pero los proyectos pueden ser aprobados este año. El tema, por ejemplo, de la gobernabilidad, lo interesante es que han sacado la bicameralidad, pero las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo se han mantenido con un sistema unicameral, eso es interesante. La inscripción y cancelación de los partidos; las elecciones internas, abiertas, simultáneas y obligatorias, y el financiamiento. Esas cinco propuestas [deben aprobarse], porque tienen un impacto decisivo en general.

— Una de las propuestas de su comisión es modificar el artículo 93 de la Constitución para que los procesos penales contra congresistas sean de competencia exclusiva de la Corte Suprema. ¿Cree que está propuesta es viable en un Parlamento que lleva más de seis meses sin levantar la inmunidad de arresto de Edwin Donayre?
Es cierto que este es un tema muy discutido y que también alcanza mucho al desempeño del Congreso, pero si realmente queremos una reforma que mejore las instituciones, entre ellas el Parlamento, es una medida [que se debe aplicar]. Ayuda porque sustrae al Congreso de la acción de levantamiento de inmunidad, como ha ocurrido en algunos países como en Chile. Esta reforma no se ha hecho a espaldas ni en contra del Congreso. Nosotros abrigamos la esperanza de que esto también pueda ser aprobado.

— Otra de las iniciativas es prohibir la participación en elecciones de personas que tengan una sentencia en primera instancia. Quienes se oponen pueden alegar que vulnera el derecho a la presunción de inocencia. 
Sí, este es un tema que lo hemos discutido mucho. Y sí, es cierto que hay una protección del lado de quienes están en proceso bajo el amparo de la presunción de inocencia, pero también es cierto que hay un bien común que es la representación política, que debe estar protegida de incursiones de personas que tienen [sentencias] y que no están procesadas por cualquier delito, sino por delitos dolosos. Muchos de estos casos terminan en sentencias definitivas. Es peor lo que está pasando ahora: postulan, ganan puestos y es difícil después que estos puedan comparecer ante la justicia porque tienen inmunidad.

— El Congreso anterior, con votos de partidos ya inscritos, aprobó subir el número de firmas para la inscripción de una agrupación política. ¿Por qué en este Parlamento se respaldaría eliminar las firmas?
Porque si uno lee nuestra propuesta, esta es una formulación integral y no como la que teníamos antes, que era siempre inconexa. Además, creemos que la propuesta si ayuda a los partidos realmente estructurados y no a los cascarones. Los partidos estructurados, dentro del estándar peruano, no tienen por qué temer y hay seis básicamente. La idea es limitar, pero no de manera arbitraria, la presencia de partidos a aquellos que son realmente existentes.

— Eliminar la presentación de firmas para inscribir un partido parece una buena medida contra la corrupción. ¿Han evaluado que el riesgo podría trasladarse ahora al proceso de búsqueda de por lo menos 12.500 militantes para poder colocar candidatos?
Por eso lo importante de la reforma integral. Claro que sí, podría ocurrir, por eso [la propuesta] está atada a la elección interna, que es sumamente importante. La elección interna coloca un umbral del 1,5% [de los que sufragaron en la última elección general], un partido cascarón jamás podría llegar a alcanzar un porcentaje de esa naturaleza de participación en sus internas.

— ¿Por qué se propone eliminar la causal de la vacancia presidencial por incapacidad moral?
Toda esta reforma no es para este gobierno, sino para el que se inicia en el 2021, por lo tanto no estamos pensando en favorecer o perjudicar a nadie. Y en esa evaluación consideramos que medidas como esa [la vacancia por incapacidad moral] lo único que han hecho es ser una suerte de cajón de sastre para deshacerse de un mandatario y eso no puede ser. Las referencias que hacían las constituciones sobre la incapacidad moral en el siglo XIX eran a la incapacidad psicológica, pero se ha tomado acá como cualquier cosa y eso es peligroso.

— Por ejemplo, ¿qué sucedería si se repite una situación como de Alberto Fujimori?
Para empezar, el ex presidente Fujimori abandona el cargo, prácticamente fuga. Y el trámite [de vacancia] se hace posteriormente, no le recibieron la renuncia y le aplican esta medida que es elástica, donde entra cualquier cosa y eso no puede ser, el ajuste que hemos hecho es en un sentido positivo.

— En los proyectos que envió el Ejecutivo también se busca establecer un candado para que los vicepresidentes que asumen la presidencia no puedan ir a la reelección. ¿Fue a pedido del presidente Vizcarra?
No, no lo ha pedido nadie. El presidente no ha pedido nada. Nosotros éramos claros de que en realidad ningún presidente por elección o sucesión dentro del período de los cinco años puede ser candidato a la presidencia [de la elección siguiente a su gobierno]. Para mí, la interpretación [a la norma actual] es que no se puede, lo que hemos hecho es aclarar eso. Entonces, ya no hay ninguna posibilidad de interpretación.

— ¿El Ejecutivo realizó cambios a la propuesta original de la comisión?
No, detalles en realidad. Hemos estado revisando. Esto recién lo han entregado ayer [miércoles] por la tarde. Seguimos revisando, pero casi no hay cambios significativos. Nos ha dado particular satisfacción ese hecho, que se haya tomado casi todo el paquete.

— El presidente Vizcarra acudió al Congreso a presentar los proyectos de la reforma judicial. ¿Hubo un trato diferente con la propuesta de reforma política?
Son cosas distintas, lo único que tienen en común es la palabra "reforma", pero son cosas distintas. La reforma judicial, además, tenía el encargo de tener una incidencia inmediata; ellos trabajaron 12 días y el plazo preventorio era muy corto. El presidente ciertamente asumió y encabezó esa medida. Nos puede gustar o no, el gobierno o cualquier político mide el contexto y toma decisiones. En el caso nuestro, hemos trabajado dos meses y el gobierno se ha demorado más de un mes en revisar y entregar [al Parlamento] los proyectos. Lo ha entregado ayer [miércoles], cuando había un tema de coyuntura delicada, como la detención preliminar del ex presidente Kuczynski. Entonces, creo que en otro escenario hubiera sido, quizá, distinta la forma en que se presentó de manera pública.