La semana pasada, el presidente Francisco Sagasti tuvo varias reuniones con comunicadores y líderes de opinión. Sabía que era muy probable que tuviera que comunicar decisiones dolorosas y no quería añadir a la angustia una caótica performance como la de su conferencia del 13 de enero. De esas reuniones, sacó la conclusión de que lo mejor, si había anuncios tremendos, era hacerlo en un conciso y contundente mensaje a la nación.
Decidido el formato, Sagasti barajó la idea de complementarlo con una entrevista televisiva, pero luego descartó esa idea. Si el mensaje a la nación era tan tremendo, mejor dejar a los ministros que lo complementen. Una fuente me cuenta que ya el miércoles pasado —cuando tuvo proyecciones de espanto preparadas por el Ministerio de Salud (Minsa) y recibió el informe sobre indicadores y alertas del grupo de trabajo de seis ministros que coordinó Ricardo Cuenca, del Ministerio de Educación (Minedu)— el mandatario tenía claro que Lima y otras regiones pasaban a la categoría extrema.
No había escapatoria a la cuarentena por la crisis del coronavirus. ¿Pero cómo dar una medida así? Lo de la focalización quedó como el sueño de unos creyendo que los cuarentenados serían los otros. Sin embargo, algo de la idea de estas cuarentenas rígidas y agresivas esbozadas por el Minsa (cerrando militarmente zonas de alto contagio y proveyéndolas de víveres y soporte médico) quedó en lo expresado por la primera ministra Violeta Bermúdez en la conferencia de prensa de ayer, cuando contó que se realizarán 600 operaciones Tayta.
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En realidad, estas operaciones, diseñadas el 2020 por el sector Defensa y la ONG Grade para ser ejecutadas junto con el Minsa, no confinan, sino que entregan kits de medicina y canastas de víveres en zonas muy focalizadas, además de detectar y atender a la población vulnerable. Son apenas una aproximación a la idea de cuarentenas agresivas esbozada días atrás.
La idea inicial de Sagasti, según mis fuentes, era hacer el anuncio el fin de semana, luego de una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros el sábado. Luego, pensó hacerlo el lunes, luego de otra sesión del consejo. Recién lo hizo el martes. Había mucho que cavilar y, muy probablemente, fueron las decisiones de medidas económicas las que demoraron el anuncio. Por eso, sorprendió que el mensaje no incluyera la precisión de que habría entrega de bonos familiares de S/. 600. Ello fue desarrollado por Violeta Bermúdez; el ministro de Economía, Waldo Mendoza; y la titular del Midis, Silvana Vargas, en la conferencia del miércoles.
Las vacunas se aproximan
El mensaje amargo era inevitable y mis fuentes me dicen que no estuvo atado al afán de anunciar una fecha precisa de llegada de las primeras vacunas. Por eso, Francisco Sagasti, apenas mencionó el tema.
El martes, entre tantas dolorosas muertes, una anónima nos sobresaltó especialmente. Se trató de una mujer de 54 años que había participado en los ensayos locales de la fase 3 de la vacuna de Sinopharm. La Universidad Peruana Cayetano Heredia, en un primer comunicado, no precisó si la paciente había recibido la vacuna o el placebo, pues esa información es confidencial.
Sin embargo, a las pocas horas, un segundo comunicado contó que se había decidido romper el secreto del experimento, y que la mujer había recibido el placebo. Gran desgracia para una familia, pero buena noticia para Sinopharm: su eficacia no estaba mellada por una muerte.
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¿Dónde está el primer millón de vacunas que prometió el Gobierno? Conversé con alguien que está siguiendo muy de cerca la ruta del millón, y me contó que en Lima se ha corrido como nunca para tener todo listo; pero en China la burocracia es tan o más puntillosa que en el Perú, tratándose de vacunas. El lunes Sinopharm consiguió la autorización de exportación de China y, entre el martes y ayer miércoles, el Perú le envió los últimos papeles necesarios para el viaje, incluyendo los permisos de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).
Con su permiso para exportar y la papelería peruana en mano, los operadores de Sinopharm están culminando sus trámites aduaneros. Soluciones Empresariales para la Pobreza (SEP), la asociación de empresas privadas que se encarga del traslado, ha contratado a DHL, el conocido courrier. DHL solo espera que Sinopharm le diga que tiene el millón listo para viajar, y programa su vuelo.
Mi fuente calcula que el lote llegará entre el 31 y el 5 de febrero. China nos lleva medio día de adelanto, lo que equivale a perder un día. Pero tan pronto concluya el último papel aduanero, DHL programa el vuelo. Todo cabe en un solo avión, que hará escala en Amsterdam. El vuelo de KLM también traerá pasajeros. Llegado a Lima, en dos días –según mi fuente- empieza la vacunación al cuerpo médico. La segunda dosis se coloca al día 21 y a partir del día 35 se considera que la vacuna es efectiva.
Como ven, tenemos varios meses por delante para considerar que una parte importante de la población esté protegida.