El primer ministro responsabilizó al vacado expresidente Pedro Castillo por las muertes en Puno. Él y parte del Gabinete que encabeza se pronunciaron anoche para denunciar actos vandálicos orquestados. (FOTO: PCM)
El primer ministro responsabilizó al vacado expresidente Pedro Castillo por las muertes en Puno. Él y parte del Gabinete que encabeza se pronunciaron anoche para denunciar actos vandálicos orquestados. (FOTO: PCM)
/ Victor Gonzales
Martín Calderón

El primer ministro aseguró el lunes pasado que el Ejecutivo recuperará el orden interno en Puno y que una delegación de alto nivel del Gobierno viajará este martes a esa región, un día después de la ola de violencia que cobró las vidas de al menos 17 civiles en Juliaca durante el enfrentamiento entre manifestantes y la policía.

“Aquí nadie se va a correr. Vamos a recuperar el orden interno. Nuestro objetivo central es defender la integridad de los 33 millones de peruanos”, manifestó al dirigir un pronunciamiento en el que estuvo acompañado por los ministros del Interior, Defensa, Salud y Transportes y Comunicaciones.

El jefe del Gabinete sostuvo que la reactivación de las protestas contra el gobierno de y el “es una resaca del golpe de Estado” que dio Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre.

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Otárola culpó de los hechos a “azuzadores y violentistas que no pudieron quebrar la democracia [...] en la asonada del 7 de diciembre”, y aseguró que los protestantes utilizaron armas hechizas en “un ataque sin cuartel” contra el aeropuerto de Juliaca.

El primer ministro no asumió ninguna responsabilidad política y, por el contrario, aseguró que el Gabinete Ministerial “está más unido que nunca”.

Además, señaló que el responsable de los hechos “está en Barbadillo”, en referencia a Pedro Castillo.

Horas antes, mientras en Puno se incrementaba el número de fallecidos, la presidenta Dina Boluarte encabezó en Palacio de Gobierno una sesión del Acuerdo Nacional (AN) en busca de un “gran diálogo nacional”.

La reunión se inició con un minuto de silencio por las 28 muertes que, hasta diciembre pasado, dejaron las protestas. Pero horas después, la cifra se elevó a 45.

La reunión en Palacio de Gobierno fue suspendida cuando el gobernador regional de Puno, Richard Hancco, se comunicó de manera virtual para informar lo que ocurría en Juliaca.

“En esas circunstancias no podíamos continuar con la sesión”, contó Max Hernández, secretario ejecutivo del AN.

Fuentes de El Comercio añadieron que Hancco pidió la renuncia de Boluarte, y que esta abandonó la sala luego de escucharlo.

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Hernández informó que el foro llegó a “dos brevísimas conclusiones: no a la violencia y no más muertos”.

En la reunión participaban los presidentes del Ejecutivo, el Congreso y el Poder Judicial, Dina Boluarte, José Williams y Javier Arévalo, respectivamente; el primer ministro Otárola; el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Morales Saravia; la mayoría de gobernadores regionales; otras autoridades; representantes de partidos políticos con presencia en el Congreso y de organizaciones de la sociedad civil.

Al inicio de la sesión, Boluarte informó que fue notificada del primer fallecimiento del día por las protestas y dijo no entender los motivos de las manifestaciones.

“Hermanos de Puno, [...] ¿en protestas de qué? No se está entiendo qué están pidiendo. Ya les he explicado que los cuatro puntos políticos no están en mis manos”, señaló en referencia al pedido de que renuncie y se adelanten de las elecciones, el cierre del Congreso, instalación de una asamblea constituyente y la liberación de Castillo.