En su hora más difícil. Según la última encuesta realizada por GfK, la aprobación a la gestión del presidente de la República Ollanta Humala ha descendido seis puntos porcentuales logrando hacerse con solo 10% de respaldo popular, su nivel más bajo desde que se inició el presente gobierno en el 2011.
Son diversos los motivos que ocasionarían la baja aceptación de la gestión que lidera Ollanta Humala, no obstante estos estarían íntimamente relacionados a la tardía extradición del ex asesor del nacionalismo Martín Belaunde Lossio, así como la ausencia de liderazgo del jefe de Estado en temas de interés público y la poca claridad en referencia a las cuentas de la primera dama Nadine Heredia.
En línea con lo expresado, el analista Luis Benavente estimó ayer que la extradición del empresario Martín Belaunde Lossio jugó en contra de la aprobación del presidente, pues aún perdura la expectativa de que se revele información respecto a la cercanía que este tenía con el primer mandatario y su esposa.
Asimismo, Benavente afirmó que las acusaciones contra la primera dama no habrían pasado desapercibidas. El halo de “frivolidad y duda” que dejan sus cuentas habrían producido un mayor rechazo por parte de la ciudadanía.
“[...] La vanidad y la frivolidad son importantes cuando se trata de política, y mucho más aún si se trata de un gobierno que es nacionalista, de reivindicación social, de izquierda. Ahora da señales opuestas. Esos chocolates son una muestra de ello, y en el Perú generan mucho impacto, los políticos lo saben”, reveló a El Comercio.
En línea con ello, infirió que Ollanta Humala “no ha sabido administrar sus enfrentamientos”, pues ha confrontado personalmente y en reiteradas ocasiones a sus adversarios políticos sin hacer uso de operadores que puedan contribuir a que su imagen de estadista no se vea comprometida.
“El presidente salió a enfrentar a Alan García, y dijo que los fujimoristas habían salido de una cloaca. Por otro lado, hubo rompimiento con la izquierda, un grupo que lo había respaldado desde el año 2005. Ahí hubo un enfrentamiento no tan público, pero lo cierto es que ha ido experimentando choques mientras veía reducida su bancada, y no ha tenido ningún control sobre las regiones, donde ningún Gobierno Regional tiene afinidad con el Gobierno Central”, señaló el director de Vox Populi.
Asimismo, el analista político Alfonso Baella Herrera indicó a este Diario que el período en el que Nadine Heredia fungió como un activo político para su cónyuge “ha terminado”.
“Lo que tenemos hoy es una clara tendencia de que ella se ha convertido en el pasivo político más complicado del gobierno. Esto se puede comprobar porque los escándalos, la poca transparencia y la débil defensa política de la señora Heredia así como sus cuentas no explicadas son las que finalmente arrastran al presidente aún más abajo”, dijo.
Cateriano: Freno a la caídaHay un punto en el cual coinciden -sin discusión- los tres analistas consultados: el rol que podría jugar el primer ministro Pedro Cateriano y lo fundamental que resultará en este último año de gestión nacionalista. Por sus características y cualidades, apuntan que el papel del jefe de la PCM será fundamental para mantener la gobernabilidad en el país.
“El presidente debería estar un poco más al margen de la política, ser más protocolar, salir completamente del enfrentamiento y dejar a Cateriano un poco más suelto en la cancha, en la arena política. En la política tienen mucho valor los gestos, las actitudes, y él tiene mucho de ello en su temperamento, claridad a la hora de hablar, energía, liderazgo”, indicó Luis Benavente.
Por su lado, Alfonso Baella advirtió que la desaprobación al gobierno de Ollanta Humala podría ser aún más alta. Acotó que el primer mandatario “debe dejar de atacar o de llamar enemigos a quienes piden transparencia”.
“Temo que pueda ir más abajo del recuerdo que tenemos del gobierno de Alejandro Toledo. La razón es muy sencilla, el presidente no demuestra capacidad de entender lo que está ocurriendo en el aspecto político y por lo tanto da la impresión de que gobierna rodeado de una camarilla de personas que le hacen ver o creer que la realidad política es diferente”, dijo.
Por último, Víctor Andrés Ponce apreció que, a diferencia de otros años preelectorales, en este no hay interés de crear conflictos contra el gobierno de turno, y rescató que –probablemente- se desarrolle un cuarto comicio electoral consecutivo sin interrupciones constitucionales.
“Hay interés de que haya un proceso limpio en el país. De esta manera habría uno, dos, tres, cuatro procesos sin interrupciones. Yo no creo que en el Perú esto vaya a conciliar una crisis de gobernabilidad o democracia porque nadie está interesado en eso. Absolutamente nadie. Sobre todo cuando se está desarrollando el cronograma electoral. [La aprobación del presidente] Es un tema de profunda preocupación pero no va a poner en jaque la gobernabilidad ni la institucionalidad del país”, sentenció.
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