La presidenta de la República, Dina Boluarte, cuestionó los actos de violencia que se registraron en las protestas de Apurímac entre diciembre del 2022 y los primeros meses de este año, señalando que no lograron “absolutamente nada”.
En un evento para firmar un convenio entre el Ministerio de Energía y Minas y el Gobierno Regional de Apurímac para facilitar el acceso al gas natural en la región, la mandataria aseguró que hay muchos retos que atender en lo que queda de su gobierno.
“La violencia, venga de donde venga, no beneficia a nadie ni a nada. Bien sabemos los apurimeños, sobre todo que a finales del año pasado e inicios de este año hemos tenido algunos momentos de violencia y ¿qué hemos logrado con ello? Absolutamente nada. Nada. Al contrario, hemos retrocedido y no hemos podido trabajar”, aseguró desde Palacio de Gobierno.
La presidenta aseguró que se perdieron tres meses hasta febrero del 2023 y que ahora están en la ruta de recuperar tiempo perdido.
“La violencia, queridas hermanas y hermanos que tienen ideología, ¿de qué nos sirve? Aún quedan ideas trasnochadas. El Perú ya aprendió de los 80 y 90. Aquellas ideas trasnochadas solo han generado dolor, muerte y sangre”, agregó.
Dina Boluarte también recordó que ella participó en protestas en las calles de Apurímac para pedir a las autoridades que miren al Perú profundo.
“Hoy no solo los estamos mirando, los sentimos en el alma”, aseveró.
Como informó El Comercio, la presidenta no ha visitado la región de Apurímac, de la cual es originaria, ni una vez desde que asumió la presidencia de la República. Registra viajes a Piura, tres a Junín, La Libertad y Lambayeque, además de Huánuco y otra a Ayacucho.
En total, ha realizado cinco viajes al extranjero luego que el Congreso aprobara una ley promovida por el Ejecutivo para que Boluarte, a falta de vicepresidentes a quien encargar su despacho, pueda trabajar de manera remota desde fuera del país.