Iván Noguera
Redacción EC

El suspendido integrante del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) Iván Noguera se presentó ante la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso para ratificar su inocencia y declarar que no había motivo para renunciar a su cargo.

"Yo no tengo por qué renunciar todavía, todo a su momento. Primero que se esclarezca todo y primero que se limpie mi imagen en el Congreso porque no hay ninguna causa para removerme ni acusarme. Yo no he cometido ningún ilícito", aseguró.

Durante su presentación ante los parlamentarios, Iván Noguera dijo que su conversación con el empresario Mario Mendoza no implicaba ninguna irregularidad, ya que, según su versión, no hablaba de un favorecimiento a algún magistrado como parte de su labor en el CNM, sino de un evento musical.

En otro momento, negó que haya alguna irregularidad en su conversación grabada con el ahora detenido juez superior del Callao, Walter Ríos, en la cual Noguera le pide suscribir un convenio de prácticas con la universidad donde trabajaba su esposa.

También se refirió a uno de los audios difundidos por medios de comunicación en el cual se le oye hablar con el juez supremo César Hinostroza en el cual este último le dice que su recomendado ya había entrado a trabajar.

Al respecto, dijo que la única recomendación suya se había hecho a través de una hoja de vida de un alumno suyo que colocó el nombre de Iván Noguera como referencia. "Ponerme entre sus referencias personales de su currículum vitae no tiene nada de malo. El muchacho se presentó como mi ex alumno, pero yo no he recomendado a nadie", aseguró.

El consejero suspendido aprovechó su participación ante la Comisión de Justicia para acusar a los otros cuatro miembros del CNM, incluyendo a su presidente, Orlando Velásquez, de querer perjudicarlo por haber cuestionado el proceso de nombramiento de jueces y fiscales.

Iván Noguera incluso presentó un video de la entrevista para ratificar al juez Ricardo Chang Recuay. En la grabación, dijo que se podía ver cómo Orlando Velásquez lo interrumpía hasta en seis ocasiones para facilitar el proceso para el entrevistado. Con esto, según el consejero, se demostraba que él no buscó favorecer a nadie, como sí lo hicieron sus colegas.