(Foto: Archivo El Comercio)
Agencia EFE

El empresario peruano-israelí , ex amigo del ex presidente , criticó la "descoordinación" de la fiscalía peruana. Dijo que el sistema judicial "abusa de la prisión preventiva" y que le ha causado "un daño irreparable".

"El daño que me han hecho es irreparable, también desde el punto de vista personal", dijo Maiman, quien añadió que ha afectado a sus negocios por el perjuicio a su imagen en la forma en que se ha encauzado judicialmente el caso de supuesto soborno a Alejandro Toledo de Ecoteva.

A raíz de este caso, en el que es sospechoso de haber ayudado a Toledo mediante la empresa Ecoteva a cobrar de la brasileña Odebrecht un soborno de veinte millones por la licitación de una carretera, un juez dictó su prisión preventiva de 18 meses.

Esta prisión preventiva fue recientemente retirada tras llegar a un acuerdo de colaboración eficaz con la fiscalía. Sobre la orden que fue impuesta, asegura: "Por el único delito de no vivir en el país ni tener arraigo ni empresas en Perú". Agrega que le llevó a considerar seriamente "acudir al tribunal en San José (Corte Interamericana de Derechos Humanos)". "Es complicado y desagradable, posiblemente es uno de los episodios más desagradables" de su vida, admite.

También lamenta la falta de coordinación entre los distintos órganos que llevan el caso."Hay mucha, llamémoslo descoordinación, entre las fiscalías, el Poder Judicial, el Ministerio Público. Hay mucha competencia entre jueces, entre investigadores", protesta.

"Se está haciendo una pelea mediática. Puede haber alguien que sale con una cierta denuncia y obtiene una página entera en un periódico. Pero, ¿qué pasa con la víctima?. La han juzgado, la han prejuzgado", se queja y pide medidas para "limitar las filtraciones".

Josef Maiman advierte sobre "caer en la tentación de ajusticiar en el proceso de desarrollar justicia". Y critica la práctica de "repartir gratuitamente" prisiones preventivas "sin pensar dos veces, sin entender la responsabilidad ni asumir el daño que le pueden causar a una persona, que probablemente no tenga nada que ver con el asunto. O si tiene que ver, debería ser juzgada".

"Acá ni siquiera hay que prejuzgar, hay precondenamiento, lo cual de por si es un absurdo" por lo que –argumenta– le llevó a negarse a colaborar hasta que se le retirase la prisión preventiva.

Sobre la prisión preventiva opinó que "no cabe" en cualquier caso, sino solo "cuando alguien es peligroso para la sociedad, se va a escapar o va a destruir pruebas". "Yo no estaba dispuesto a hablar bajo esas condiciones", dice.

"En el Perú deciden, después de todo este proceso, preguntarme si estoy dispuesto a ser testigo. Les digo: yo estuve dispuesto desde el primer momento. Entonces, ¿podemos pedirle su testimonio?. Les digo: Sí, pero me levantan la preventiva. Ustedes no pueden causarme el daño que me están causando y (hacer) que yo vaya a declarar", explica.

Pese a los desencuentros, se espera que el acuerdo de colaboración eficaz le lleve a desvelar la ruta que siguió el dinero que un representante de Odebrecht aseguró haberle entregado para que lo transfiriese a Toledo, información que podría ser clave en el caso Ecoteva y en la posible extradición del ex presidente, actualmente residente en EEUU.