“Se está solicitando al señor ministro del Interior, Mauro Medina, que le brinde inmediata seguridad”, señaló el SEDCF sobre el juez que autorizó las interceptaciones telefónicas. (Foto: Archivo El Comercio)
“Se está solicitando al señor ministro del Interior, Mauro Medina, que le brinde inmediata seguridad”, señaló el SEDCF sobre el juez que autorizó las interceptaciones telefónicas. (Foto: Archivo El Comercio)
Redacción EC

A través de una resolución administrativa, el designó al juez supremo Jorge Luis Salas Arenas como presidente de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema de Justicia.

El nombramiento fue oficializado en la separata de Normas Legales del diario oficial "El Peruano", donde también se indica que los jueces Araceli Denyse Baca Cabrera y José Antonio Neyra Flores conformarán la Sala Penal Especial. Los mencionados entrarán en funciones desde el 1 de agosto. 

El presidente del Poder Judicial, Víctor Prado Saldarriaga, señaló que Jorge Salas Arenas es un magistrado de carrera del Poder Judicial y una persona comprometida con la reforma del sistema judicial.

“Por ello hemos delegado en él una de las responsabilidades jurisdiccionales más importantes de este momento, la cual es hacer frente a los procesos que derivarán de toda esta ingrata experiencia que hemos vivido”, manifestó a Canal N.

Como se recuerda, Canal N difundió el pasado 19 de julio el audio de una conversación entre el hoy fiscal de la Nación Pedro Chávarry y el suspendido juez supremo César Hinostroza, que data del 13 de febrero de este año. 

Chávarry le dice a Hinostroza que quiere evitar “contratiempos” y luego menciona a Salas Arenas. “Salas está que... tú sabes cómo es él”, indica Chavarry sobre el entonces consejero de la Academia de la Magistratura (AMAG).

Tras la difusión de ese audio, Salas Arenas dijo que fue la “piedra en el zapato” para el actual fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, y el suspendido juez supremo César Hinostroza, debido a que constantemente les solicitaba información respecto a denuncias de supuestas irregularidades en la AMAG.

“Yo era la piedra en el zapato porque estaba insistiendo en que me den la información. Ahora me percato que había una coordinación interna entre los caballeros […] No había voluntad de investigar”, expresó.