Aguila: “Decir que se va a disolver el CNM es antidemocrático”
Aguila: “Decir que se va a disolver el CNM es antidemocrático”
Rodrigo Cruz

Guido Aguila tiene ya ocho meses como presidente del Consejo Nacional de la Magistratura (). Esta institución ha sido objeto de críticas en los últimos meses por nombramientos como el del ex consejero Alfredo Quispe Pariona, quien fue vacado tras ser denunciado por recibir presuntos pagos irregulares. Aguila dice que esas críticas son injustas. 

—El plan de gobierno de Pedro Pablo Kuczynski propone, entre otras cosas, una reforma en el sistema de justicia. ¿Se debe hacer? 
Claro que sí. En todo el sistema de justicia y, en primer lugar, en el CNM. Me parece bien que el presidente lidere la reforma judicial, nosotros seremos los primeros en colaborar. Las reformas judiciales son bienvenidas, en tanto se respete el ámbito legal y el constitucional.

—Gino Costa, congresista de PPK, ha sido uno de sus mayores críticos. Él propone, por ejemplo, una recomposición del CNM. 
Eso sí es antidemocrático. Decir que se tiene que disolver, desactivar, el CNM no es lo correcto. Lo ideal es utilizar los mecanismos legales para hacer la reforma. 

—¿Qué cambios se deben hacer en el CNM, a su juicio? 
Se deben reformar los mecanismos de elección. Hay que poner la vara más alta. Si llegó un consejero al CNM como Alfredo Quispe, es porque el mecanismo está mal. 

—Pero ustedes ratificaron a Quispe como consejero. Si la ciudadanía no presionaba, no lo hubieran vacado. Esa es la impresión. 
No fue así. La elección de Quispe Pariona no la hace el CNM, sino el Colegio de Psicólogos y el JNE. Ellos debieron de ver eso. Pero una vez que fue electo, empezaron las denuncias. Nosotros no somos competentes para vacar a uno de nuestros pares. 

—Pero aun así lo hicieron. ¿Quispe los puede denunciar? ¿Presentar, tal vez, un recurso de amparo? 
Sí, está habilitado para hacerlo. Puede decir que lo ha vacado un órgano que no es competente. Pero no hay manera de que sea restituido. Ya tenemos a un consejero electo que lo reemplaza, que es el señor Hebert Marcelo. 

—¿Qué tanto golpeó a su institución el Caso Quispe? 
De alguna manera esas críticas, que son injustas, afectaron. Pero lo debemos asumir. Aun así, siento que no hubo un equilibrio entre el trabajo y las críticas que recibimos. 

—En diciembre, nombraron a cinco magistrados supremos. Sin embargo, entre ellos se escogió a un juez [Ángel Romero] que fue personero del Apra y a un fiscal [Tomás Gálvez] que era investigado por peculado. 
Ese concurso ya estaba en marcha cuando llegamos al CNM. Los cuestionamientos aparecieron en la etapa de las entrevistas. Así que lo que determinamos fue realizar los nombramientos en base a tres principios: la meritocracia, la disciplina y la facultad de declarar, dentro del año, nulos esos nombramientos. 

—¿Recibieron presiones? 
Cuando se trata de supremos, hay una serie de intereses. Que pueden ser políticos, de ONG ideologizadas. Hemos recibido llamadas telefónicas, amenazas, etc. Cosas de ese tipo. La grandeza de este pleno ha sido la de mantener ese concurso. 

—¿Qué políticos los amenazaron? ¿Nombres? 
Lo que pasa es que llegaban de manera indirecta. Así que no tengo cómo demostrar si realmente venían de ellos. 

—Acaban de implementar un nuevo reglamento para nombrar, ratificar y sancionar a jueces y fiscales. 
En el caso de nombramiento, por ejemplo, los exámenes serán por especialidad y la evaluación se dará por el desempeño profesional del postulante. También hemos decidido que en zonas quechuahablantes los jueces y fiscales tengan que hablar esa lengua.

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