MARIO MEJIA (@mariomejiah)
El cabecilla terrorista Abimael Guzmán y los miembros del llamado comité central de Sendero Luminoso no solo están procesados por el atentado de Tarata. También vienen siendo juzgados por otro hecho espeluznante: la matanza de 108 campesinos del poblado ayacuchano de Soras.
Desde marzo del 2013, el Segundo Juzgado Penal Nacional los procesa por los delitos de terrorismo agravado y homicidio con gran crueldad. A ellos se les acusa de ser los autores mediatos de ese crimen ocurrido el 16 de julio de 1984.
La matanza fue ordenada por la cúpula terrorista como represalia contra los comuneros de Soras por haberse enfrentado a Sendero Luminoso.
Este caso es llamado también “Expreso de la Muerte”. Un contingente de 70 subversivos, disfrazados de militares y bajo el mando de Víctor Quispe Palomino, ‘José’, interceptaron un bus de la empresa Expreso Cabanino. El vehículo en el que se trasladaban los senderistas circuló por Soras y sus anexos. En el recorrido la banda asesinó salvajemente a más de cien personas con piedras, cuchillos y armas de fuego.
El proceso judicial se lleva a cabo en la base naval del Callao. Guzmán y sus allegados se han negado a responder a la Tercera Fiscalía Penal Supraprovincial. “Ellos se han acogido a su derecho a guardar silencio”, dijo Alfredo Crespo, abogado de Guzmán.
La semana pasada, declararon como testigos tres hijos de un comunero que fue asesinado por los senderistas en la plaza de Soras. Ellos narraron la forma cruel en que mataron a su padre.
Para este viernes la jueza Mercedes Caballero ha programado una audiencia en la cual se pasará un video presentado por la procuraduría contra el terrorismo. Ese material recoge los testimonios de los familiares de algunas de las víctimas. Anteriormente, el Ministerio Público también presentó como prueba otro video con más testimonios de familiares.
La jueza Caballero recientemente dispuso ampliar el plazo del proceso por 60 días más, pues se trata de un caso complejo por la gran cantidad de víctimas.
Debido a que son numerosos los testigos que viven en Ayacucho y que por su situación de extrema pobreza no pueden venir a Lima a declarar, la fiscalía y la procuraduría pidieron que sus testimonios sean recogidos en su localidad. Eso se realizaría en las próximas semanas.
PROCESOS RETARDADOSPese a que la matanza de Soras ocurrió en 1984, recién pudo judicializarse en marzo del 2013 gracias a que la procuraduría antiterrorista reunió pruebas para poder hacer la denuncia penal y evitar que ese crimen quede sin castigo.
Igual sucedió con el proceso que se acaba de abrir por el atentado en la calle Tarata. La cúpula senderista estaba condenada por los hechos terroristas en general. Hace cinco años la procuraduría empezó a tramitar la demanda por el caso concreto de Tarata.