(Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
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/ HUGO PEREZ
Redacción EC

César Azabache:“Todas sus coartadas están desmontadas”

La fiscalía tiene un caso más que fuerte. Ahora presenta, además de los fondos de Odebrecht, una maquinaria que recibía y licuaba casi sistemáticamente fondos de diverso origen, sin importar de dónde venían. La defensa se ha quedado sin explicaciones. Todas sus coartadas están desmontadas. Entonces, la condena se hace cada vez más probable.

Se ha dicho repetidas veces que en el 2010 nadie podía reconocer a Odebrecht como una empresa que manejaba una lavandería de activos; que ese reconocimiento solo fue posible a partir de las confesiones que Odebrecht hizo en diciembre del 2016. Esto es cierto. Pero la maquinaria que la fiscalía ha descrito parece diseñada deliberadamente para proceder sin que importe el origen de los fondos que licuaba.

Es imposible que una persona decida ponerse un velo antes de actuar y que luego pretenda exonerarse de responsabilidad alegando que el grosor del velo que se colocó a sí misma le impidió reconocer diferencias entre unos y otros.

Eso se llama ceguera voluntaria y provoca responsabilidad penal. Habrá que llegar a juicio para tomar una decisión final sobre el alcance de esta regla.

La cuestión de las proporciones será siempre opinable. Discutiremos por meses si habría sido suficiente con incomunicar a la señora Fujimori en un arresto domiciliario.

Ahora lo decisivo estriba en que la fiscalía respete la palabra empeñada por el fiscal Vela: la acusación de este caso debe estar lista lo antes posible. Creo que el sistema no merece ser puesto a prueba más veces.

"La maquinaria que la fiscalía ha descrito parece diseñada deliberadamente para proceder sin que importe el origen de los fondos que licuaba". (Foto: Manuel Melgar / GEC)
"La maquinaria que la fiscalía ha descrito parece diseñada deliberadamente para proceder sin que importe el origen de los fondos que licuaba". (Foto: Manuel Melgar / GEC)
/ MANUEL MELGAR


Erick Sablich: “Se hace improbable que participe como candidata presidencial”

En términos prácticos, en tanto la prisión dictada se ejecutaría hasta finales de abril del 2021, se hace improbable que Keiko Fujimori participe como candidata presidencial en las siguientes elecciones. Lo normal y entendible sería que se dedique a resolver su situación judicial. Ahora toca ver quién ocupará su lugar en Fuerza Popular (FP), así como qué partidos capitalizarán el retroceso del fujimorismo, que alcanzó la segunda vuelta en el 2011 y 2016. Es previsible que continúen en la línea de privilegiar a la vieja guardia como en las recientes elecciones congresales.

FP viene muy golpeado políticamente como consecuencia de su lamentable desempeño en el Congreso disuelto, incluyendo la protección de personajes cuestionados ligados a la investigación de Los Cuellos Blancos del Puerto. Lo mismo sucede con la imagen de Fujimori como lideresa política.

El daño ha sido significativo, por lo que esta decisión, a pesar de que pueda ser percibida por un sector no menor como excesiva, difícilmente logre amenguar este rechazo. Sin embargo, puede ayudar a afianzar el núcleo duro fujimorista y unificar al partido en torno a lo que han calificado como una persecución política contra su lideresa.

Para ello podrán aprovechar la sensación de abuso que deja la decisión de un juez de primera instancia a dos meses de que el Tribunal Constitucional ordenara la liberación de Fujimori, que la pone incluso en una situación más desfavorable a la que tenía antes del fallo del TC (el PJ había reducido la prisión a 18 meses, cumplió 13 y ahora le imponen 15 adicionales) y que parece apartarse de los lineamientos dictados en un pleno casatorio de la Corte Suprema.

"Ahora toca ver quién ocupará su lugar en Fuerza Popular, así como qué partidos capitalizarán el retroceso del fujimorismo". (Foto: GEC)
"Ahora toca ver quién ocupará su lugar en Fuerza Popular, así como qué partidos capitalizarán el retroceso del fujimorismo". (Foto: GEC)


Arturo Maldonado: “Fue un golpe electoral y ahora uno judicial para Fuerza Popular”

Sin duda, este es otro golpe para el fujimorismo y Fuerza Popular luego de los resultados del domingo. A pocos días de la elección congresal, la justicia ahora indica que su lideresa tiene que volver a prisión. Primero fue un golpe electoral y ahora es uno judicial. Va a ser difícil que la organización partidaria asimile el golpe.

En el corto plazo, es muy complicado el destino político de Keiko Fujimori. Si pensamos en el largo plazo, es una persona joven y tiene mucho camino por andar. En el Perú no hay muertos políticos, aunque claramente de cara al 2021 tiene muy cuesta arriba una potencial candidatura a la presidencia. Hacia el 2026 todavía falta muchísimo y en el Perú nunca se sabe. No es un capítulo que esté cerrado.

Desde muy joven Keiko Fujimori ha dedicado su vida a la política y no la veo dedicándose a otra cosa en el futuro. Así que va a hacer política y va a tratar de voltear esta imagen que se ha forjado de ella en estos últimos años, pero precisamente ese es un trabajo de mediano y largo plazo.

Ahora, en términos de dirección, puede que esto haga que la vieja guardia asociada a Alberto Fujimori, sobre todo Martha Chávez, sea la que tome las riendas del partido, dado que ahora imagino que Keiko Fujimori va a estar dedicada más a su defensa que a la organización de una bancada.

Sin embargo, todavía hay que esperar para saber a qué se refiere con dar una respuesta política, como dijo en su video. Quizá esa respuesta venga de esos operadores que van a estar en el Parlamento.

Y, más allá de eso, Alberto Fujimori de todas maneras va a solidarizarse con su hija y tratará de ejercer alguna suerte de presión política en beneficio suyo.

Desde muy joven Keiko Fujimori ha dedicado su vida a la política y no la veo dedicándose a otra cosa en el futuro.  (Foto: Mario Zapata / GEC)
Desde muy joven Keiko Fujimori ha dedicado su vida a la política y no la veo dedicándose a otra cosa en el futuro. (Foto: Mario Zapata / GEC)
/ MARIO ZAPATA