Keiko Fujimori
Keiko Fujimori
Gustavo Kanashiro Fonken

envió una carta para invitar al presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), a una reunión para conversar sobre dos temas específicos: la reconstrucción y la lucha contra la corrupción.

Esta iniciativa que ya fue aceptada por el Poder Ejecutivo es, en sí misma, un gesto político que traerá consecuencias. El Comercio contactó a dos analistas para evaluar qué es lo que implica esta invitación por parte de la lideresa de la oposición.

- Un gesto conciliador -

"Sorprende que la invitación salga por parte de quien está arrinconando al rival. Uno esperaría que quien invoque al diálogo sea quien está siendo arrinconado, el Gobierno en este caso", comentó el analista político Arturo Maldonado.

El haber enviado esta carta deja a Keiko Fujimori dando una imagen de que es la parte "conciliadora, dialogante y democrática", pese a que es "una decisión tomada como parte de un cálculo político", agregó. 

Sin embargo, Maldonado destacó una parte de la carta, en la que la ex candidata presidencial señala que hay un "ambiente político de creciente crispación", algo que considera como una admisión de que el Congreso no solo ha fiscalizado, sino que ha atacado constantemente al Gobierno.

En esa misma línea opinó Enrique Castillo. "Es un paso muy importante que le quita la iniciativa al Ejecutivo y deja en una muy mala posición al presidente PPK, ya que el diálogo debió ser convocado por él. Con esto, ella contrarresta las críticas de que está en las sombras sin ánimos de conversar con el Gobierno", manifestó el analista político.

- Un contexto importante -

"Se acaba la legislatura y se viene un mensaje a la Nación el 28 de junio. Es el momento en el cual Keiko Fujimori quiere demostrar que busca que el segundo año del Gobierno comience como una nueva etapa", señaló Maldonado.

La decisión del Congreso de remover a Edgar Alarcón del puesto de contralor general también habría sido una razón para enviar la invitación al diálogo horas después de que vote la Comisión Permanente. "Ya el contralor movió sus fichas hasta donde pudo, dos ministros salieron del Ejecutivo y ahora Keiko Fujimori quiere indicar que este capítulo se cierra y busca iniciar uno nuevo", comentó.

Para Enrique Castillo, el contralor no fue una motivación para el diálogo. "Esta carta la vincularía más con el tambaleo interno de Fuerza Popular y el protagonismo de Kenji Fujimori, pasando por su entrevista en la que pidió reestructurar su bancada", indicó.

Con esta misiva, Keiko Fujimori busca fortalecer su liderazgo en el partido naranja y evitar que la bancada se le vaya de las manos. "Le quita las luces a su hermano Kenji y logra lo que él no pudo hacer, que es dialogar con el presidente PPK", añadió Castillo.

- Más un gesto que una solución -

"Que Keiko Fujimori busque demostrar que quiere cerrar un primer año de conflictos no significa que los siguientes meses sean más tranquilos. Aún se pueden venir nuevas crispaciones", indicó Maldonado.

Mientras tanto, Enrique Castillo considera que los dos puntos que Keiko Fujimori ha planteado como agenda para la reunión serán el enfoque de la labor legislativa para el año que viene en aras de quitarle protagonismo al Gobierno en la reconstrucción. "Seguramente se armarán equipos de trabajo. Si ella convocó al diálogo, va a poner a sus congresistas a trabajar ahí porque si se cae cualquiera de esos dos ejes, se cae inmediatamente su reputación como lideresa", indicó.

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