La real traición de Pedro Castillo, presidente de la República, ha sido hacia su compromiso de campaña y al cumplimiento del deber del Estado Peruano, que encarna como presidente de la República, de prevenir y luchar contra la corrupción.
Ello se verifica con los siguientes hechos:
- Castillo no solo no ha continuado o profundizado las políticas públicas ya establecidas, por ejemplo, la política nacional de integridad y lucha contra la corrupción o la política nacional y el plan nacional de acción contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, sino que también se ha convertido por obra propia en protagonista y en presunto perpetrador de casos graves de corrupción y delincuencia organizada que hoy son investigados por la fiscal de la Nación.
- Su falta de sinceridad y de transparencia, y el abuso que hace de su inmunidad como presidente de la República, que no fue concebida para generar escudos de impunidad para delitos comunes o especiales como los delitos contra la administración pública, han conducido a su pérdida de liderazgo, en general, y, en particular, en la lucha contra la corrupción. Este hecho está reflejado en la rápida pérdida de legitimidad como presidente de la República y en el deterioro significativo de la imagen de las instituciones de gobierno, a lo que hay que sumar el impacto negativo en la autoestima y la confianza de la ciudadanía, que genera desesperación y frustración social, y que puede en cualquier momento convertirse en un estallido social.
- La normalización de un sistema operativo de corrupción dentro del Estado y la instalación de un gobierno cleptocrático, ejemplificado el hecho que han empezado a salir denuncias sobre cómo algunos ministros de Estado y otros funcionarios de alta jerarquía también usan los recursos del Estado en su propio interés.
- El serio debilitamiento y la cooptación del sistema de defensa jurídica del Estado, que empezó con la destitución arbitraria del procurador general Soria y la designación, en su reemplazo, de funcionarios carentes de la idoneidad necesaria.
- La generación de un sistema de impunidad desde dentro del Poder Ejecutivo, a partir de una maquinaria organizada de poder contraria al derecho, que ha logrado hasta el momento que personajes claves vinculados a Castillo, como su sobrino y funcionarios que este designó, un exministro y el exsecretario de la presidencia, estén prófugos de la justicia, como efecto de una operación sofisticada de obstrucción a la justicia.
En resumen, el balance del primer año del ejercicio de la presidencia de la República de Pedro Castillo, en materia de lucha contra la corrupción, en una escala de cero a veinte, me merece la nota de cero.
MÁS BALANCES DEL PRIMER AÑO DE CASTILLO
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