El juez superior del Caso Lava Jato Leandro Paulsen intercambiará experiencias con jueces peruanos. (Foto: Dante Piaggio / Video: Carls Mayo)
Karem Barboza Quiroz

Antes de pisar suelo peruano, el juez superior brasileño del Caso Leandro Paulsen dictó una sentencia en la que aumentó de 10 a 24 años la pena de cárcel para el ex tesorero del Partido de los Trabajadores de Brasil Joao Vaccari Neto, allegado al ex presidente Lula da Silva.

Paulsen, a quien se conoce como un juez implacable en su país, está en el Perú y en entrevista con El Comercio alertó sobre el peligro que corre la separación e independencia de poderes cuando los jueces y fiscales son objeto de denuncias por parte del poder político.

— Luego de haber procesado el Caso Lava Jato, que involucra a empresarios y políticos, ¿ha cambiado el clima de lucha contra la corrupción?
Sí, claro. Ha cambiado mucho la percepción. Se trabaja con independencia. Si hay jueces honestos e imparciales, entonces se puede hacer un trabajo que no mire a un partido (político) o a otro, que mire los hechos. No nos importa si son personas que tienen un poder económico grande o político, porque todos somos ciudadanos y todos estamos bajo la ley.

— ¿Dentro del proceso judicial por Lava Jato fue importante el rol de los colaboradores eficaces?
Nosotros tenemos en la operación Lava Jato 125 personas a las que se ha imputado delitos. De estas, el 20% son colaboradores. La eficacia de la operación sí se debe en parte al papel de estos.

— ¿Pero podríamos decir que la palabra del colaborador ‘es ley’?
Esta es una cuestión muy importante porque nosotros en el Poder Judicial tenemos que tener mucho cuidado con lo que dicen los colaboradores. La palabra de un colaborador no es suficiente para una condena, tenemos que tener pruebas materiales u otros testimonios que corroboren lo que ha dicho el colaborador.

— Y eso toma tiempo…
Claro, el principal cuidado que se tiene es justamente ver lo que el colaborador puede demostrar con elementos materiales.

— ¿En el Caso Lava Jato, han tenido que afrontar el ataque del poder político?
Sí, claro, porque nosotros estamos hablando de casos que envuelven un poder político y económico muy grande. Preocupa mucho porque la clase política hace movimientos para voltear los efectos de la operación.

— Le hago la consulta porque la fuerza política mayoritaria de nuestro país, cuya lideresa [Keiko Fujimori] es investigada por el Caso Lava Jato, denunció constitucionalmente al fiscal de la Nación y ha pedido su destitución. ¿Esto puede tomarse como un ataque o presión?
Para que el Ministerio Público, los fiscales y los jueces del Poder Judicial puedan trabajar, tienen que tener independencia. No se puede estar sujeto a acciones o presiones de otros poderes. Tenemos que resguardar la separación de los poderes. Yo veo con mucha preocupación estas situaciones en que se empieza a tomar medidas contra los fiscales, contra los jueces. Esas medidas son ataques a las instituciones que el pueblo de nuestros países no puede aceptar.

— ¿Es bueno el hermetismo en las investigaciones como Lava Jato?
La regla es la publicidad. Pero claro, el sigilo de las investigaciones se mantiene en cuanto es necesario.

— ¿Y es necesario que la sociedad se interese en estos procesos?
Claro, porque esto concierne a la política de nuestros países. Saber cómo ocurre la financiación de los partidos políticos, las relaciones del poder político con lo económico, ya que todo esto se relaciona con investigaciones por corrupción.

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