(Foto: Congreso)
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Redacción EC

La legisladora no agrupada , del bloque afín a Kenji Fujimori, consideró como una venganza la investigación preliminar que el , debido a que dos de sus ex asesores la acusaron de extorsión y de haberles recortado el sueldo.

Para Lizbeth Robles, se trata de una respuesta a la denuncia constitucional que le hizo hace unas semanas al fiscal supremo Tomás Aladino Gálvez, quien ha sido vinculado a la organización criminal “Los Cuellos Blancos del Puerto”.

“Considero de que sí, [es una venganza] porque recordemos que él votó a favor de [Pedro] Chávarry. Prácticamente fue su voto el que le da la consigna de fiscal de la Nación. […] Creo que estos son los favores que tiene que dar y eso no me parece”, añadió.

La legisladora a fin al bloque de Kenji Fujimori rechazó las imputaciones en su contra y advirtió que no ha sido notificada de la pesquisa preliminar por presunta concusión.

Recordó que ella se encontraba en calidad de testigo en este caso, en el que también se encuentra involucrado su esposo Edward Rojas.

Finalmente, Lizbeth Robles aseveró que se someterá a las investigaciones. “Estoy de acuerdo con que se hagan las investigaciones, estoy de acuerdo con que lo haga cualquier fiscal, pero competente, correcto, que sí va a buscar la verdad y no que apoye a un grupo que no se deba”, puntualizó.