María Elena Foronda
Redacción EC

La congresista del Frente Amplio defendió hoy la contratación de Nancy Madrid Bonilla, condenada por el delito de terrorismo por pertenecer al Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), como asistente en su despacho parlamentario. Agregó que esta persona merecía reinsertarse a la sociedad.

En declaraciones a la prensa, Foronda dijo que la Oficina de Administración del Parlamento no puso ningún reparo a la incorporación de Madrid Bonilla.

“Es una secretaria que requiere solamente de secundaria y cualquier personal de aquí [de mi oficina] es de mi confianza, ella cumple con todos los requisitos de no tener antecedentes. Aquí después de que se hicieron las investigaciones se ha demostrado que la señora cumplió una pena de 18 años que fue rebajada a 16 años por buena conducta”, manifestó.

María Elena Foronda también aclaró que Madrid presentó esta mañana su carta de renuncia luego de que el programa “Panorama” revelara que fue sentenciada por pertenecer al MRTA.

“La señora Nancy Madrid me dijo que ante todas estas patrañas que se han difundido, me dijo que ella no podía seguir trabajando. Yo he presentado una carta donde se señala que la señora ya no trabaja para mi despacho”, remarcó.

Al ser consultada por los medios de comunicación por qué contrato a una sentenciada por terrorismo en su oficina, Foronda dijo porque, personalmente, cree que Madrid merecía reinsertarse a la sociedad, tras cumplir su pena.

“Legalmente la señora está en capacidad para poder reinsertarse. ¿Si fue un error cometer esta acción [contratarla]? Tendremos que evaluarlo”, refirió.

María Elena Foronda, además, señaló que el objetivo de la denuncia en contra de su ahora ex asistente es ella, pero afirmó que afrontará las investigaciones que sean necesarias.

Finalmente, la congresista de izquierda precisó que no estuvo presente cuando el pleno voto la ley que prohíbe a los condenados por terrorismo trabajar en el Estado, porque estaba en una reunión con el primer ministro, César Villanueva.

De acuerdo al programa dominical, Madrid Bonilla, fue detenida y acusada de haber alquilado una vivienda para las llamadas “cárceles del pueblo” del MRTA, donde recluía a empresarios secuestrados. Fue presentada junto a Peter Cárdenas Shulte, cabecilla emerretista.