La salida de Sonia Guillén del Gabinete es la tercera que se produce durante la emergencia sanitaria debido a la pandemia del coronavirus. (Ilustración: GEC)
La salida de Sonia Guillén del Gabinete es la tercera que se produce durante la emergencia sanitaria debido a la pandemia del coronavirus. (Ilustración: GEC)
Alicia Rojas Sánchez

Desde marzo del 2018, cuando asumió la presidencia de la República, el ha pasado por siete cambios de titulares del sector. Así, esta cartera es la que más remociones ha tenido en todo el período.

La salida de del Gabinete es la tercera que se produce durante la emergencia sanitaria debido a la pandemia del coronavirus. Elizabeth Hinostroza dejó el Ministerio de Salud el 20 de marzo y Carlos Morán salió del sector Interior un mes después, el 24 de abril.

Para Omar Awapara, director de la carrera de Ciencias Políticas de la UPC, el cambio en Cultura no afectará la conducción del gobierno de Vizcarra. “Es una respuesta al escándalo más frecuente. Más allá de Cultura, está la idea de que los ministros son fichas reemplazables y que se sacrifican ante un escándalo”, opinó.

En promedio, cada ministro de Cultura en el gobierno de Vizcarra ha tenido una permanencia de cuatro meses. Otros sectores con alta rotación son Desarrollo e Inclusión Social, Justicia, Transportes y Comunicaciones, Salud y Vivienda. Cada uno tuvo tres cambios de titulares desde el 2018.

Un ministerio que no termina de ser entendido

Los cuestionamientos al Ministerio de Cultura por la contratación del cantante Richard Cisneros por S/30.000 durante el estado de emergencia han impactado fuertemente en el sector, según una fuente consultada por este Diario. “Esto ilustra cómo se ha pensado el sector”, indicó.

Awapara señaló que se debería indagar si hay algún aspecto de ilegalidad en la relación entre Cisneros y el Ejecutivo.

Guillén dejó el cargo el último viernes tras las críticas por este caso, por la atención tardía a la población indígena en la pandemia y la falta de apoyo a las industrias culturales.

“La ministra Guillén, en su momento, no dimensionó, a pesar de recibir alertas en su equipo, los problemas. Lo hizo de manera tardía”, dijo esta misma fuente. Indicó que este no es un problema aislado sino compartido, pues en el Ejecutivo hay una “frivolización del ministerio” y no termina de ser entendido.

Iván Lanegra, exviceministro de Interculturalidad, opinó que en estos años “el ministerio no ha sido capaz de transmitir a la sociedad cuáles son los problemas públicos que tiene a su cargo y por qué son importantes”.

De acuerdo con el exfuncionario, el caso de Cisneros ejemplifica qué ocurre cuando no hay claridad sobre las prioridades en el sector.

“Se hace evidente que los recursos, que ya son escasos, se derivan a temas que no tienen impacto en alguna cuestión clave. Que este tema no se haga evidente casi dos años después es resultado de la ausencia sobre qué es el ministerio”, añadió.

Más información

—La fiscalía y la Oficina de Control Interno del sector Cultura iniciaron una investigación y control específico, respectivamente, por presuntas irregularidades en la contratación de Richard Cisneros.

—Este miércoles, la Comisión de Fiscalización del Congreso definirá la formalización de un grupo de trabajo para abordar el caso de Richard Swing.

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