Aires de esperanza, la columna de Diana Seminario
Aires de esperanza, la columna de Diana Seminario
Diana Seminario

Ni los más optimistas presagiaron que el primer ministro lograra 121 votos tras su presentación en el Congreso. El diagnóstico de algunos era que un “fujimorismo picón” le haría la vida a cuadritos al recién estrenado Gabinete. Pero los 73 parlamentarios de Fuerza Popular no solo le dieron la confianza al Consejo de Ministros, sino que expresaron la voluntad de “voltear la página” de las fricciones electorales.

Zavala demostró que sabe comportarse como un político ante el más político de los auditorios, por lo que llegó con un ramo de rosas que repartió una por una.

“En los años noventa, el presidente Fujimori impulsó reformas fundamentales para estabilizar la economía, recuperar la vitalidad productiva del país y combatir el terrorismo”, la flor más aromática para el fujimorismo.

“El gobierno de transición del presidente Paniagua, un ciudadano y congresista de reconocidos valores republicanos, quien siguió los pasos del presidente Belaunde, impulsó la institucionalidad que hoy tenemos”, el guiño a Acción Popular. “El gobierno del presidente Toledo cumplió con consolidar los cimientos para lograr un crecimiento sostenido que aún hoy disfrutamos”, un buen recuerdo de Alejandro Toledo.

“El gobierno del presidente García dio un impulso decisivo a la economía peruana que permitió una fuerte reducción de la pobreza e iniciar proyectos de gran envergadura”, un abrazo al Apra. “Y el gobierno del presidente Humala impulsó la inclusión social y concluyó un proceso que permitió culminar con la delimitación de todas nuestras fronteras”, se acabaron las flores.

Cuando el fujimorismo le exigió detalles de cómo encontró la administración pública, Zavala tuvo reflejos y confirmó lo que se sabía: “rupturas en la línea de mando”, “marcada debilidad o desidia en la gestión pública”, “se tomaron decisiones a última hora”. Ni se dio por ofendido ante el reclamo. No puede aún exhibir logros, pero sí determinar el grado del desastre, no solo por transparencia, sino para no cargar con culpas ajenas.

Tres congresistas del Frente Amplio pusieron la nota discordante: dos votaron en contra y uno se abstuvo. Y en lo que pudiera calificarse una ciega lectura de la realidad, la congresista Marisa Glave (FA) pidió a Zavala que, así como deslindó del gobierno anterior, también lo hiciera del modelo económico. ¿No se enteró Glave que el 10 de abril con el pase de Keiko Fujimori y PPK a la segunda vuelta los peruanos votaron por la continuidad de la economía de mercado?

Tras la exitosa faena de Zavala en el Parlamento y las disculpas públicas de Basombrío al fujimorismo, vale la pena rescatar lo dicho por la congresista Úrsula Letona (FP): “Volteamos la página, hay que mirar hacia delante”, o la declaración de la vicepresidenta del Parlamento, Rosa Bartra: “Queremos empezar una nueva ruta, que este equilibrio de poderes entre el Ejecutivo y Legislativo se manifieste en un Parlamento responsable, cuya tarea es el control político y fiscalizar”.

Nos encontramos ante una nueva generación de políticos (empezando por Zavala), que nos están demostrando que sí es posible construir un Perú sin resentimientos y revanchas y que de todos depende dar finalmente el paso hacia el desarrollo. Se respira esperanza.

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