Gabriela Vega Franco
(Jefa de la Unidad de Análisis Político)

Entre noviembre del 2020 y junio del 2021 iremos a votar tres veces: en las generales en primera y segunda vuelta y, por primera vez en la historia, en las primarias abiertas.

Es un calendario nuevo, apretado y retador para autoridades, partidos y ciudadanos. Sin embargo, ya que parece haber consenso entre las bancadas electas para seguir legislando en materia electoral a lo largo de este año, podría no ser definitivo y modificarse incluso meses antes de la elección.

Esto implica algunos riesgos, ¿cómo exigir a los organismos electorales procesos eficientes si pierden capacidad de planificación? ¿Cómo garantizar el derecho a elegir y ser elegido sin certidumbre sobre las reglas de juego?

La reforma no solo se juega en el papel. Aún hay trabajo por hacer y en la medida en que se acuerden pronto reglas claras y sencillas a las cuales alinearnos y para las cuales prepararnos, mejor será el resultado