El fustán, ¿y algo más?, la columna de David Rivera
El fustán, ¿y algo más?, la columna de David Rivera
David Rivera

El caso de la inscripción del candidato de Todos por el Perú (TPP), , ha permitido ver el fustán a algunos medios de comunicación. Hay al menos un punto sobre el que vale la pena reflexionar.

Una revisión al conjunto de medios permitiría hacer un balance y percatarse de que la mayor parte de las opiniones de expertos en materia electoral o de reconocidos juristas ha sido a favor de la apelación de TPP. Ya sea porque consideran que los errores cometidos son subsanables, o porque, yendo un paso más allá y valiéndose nuevamente de criterios legales (proporcionalidad, anulabilidad versus nulo, inadmisible versus improcedente), consideran que el derecho a la participación política está por encima del tipo de faltas en cuestión.

Sin embargo, la posición de diarios como El Comercio o "Perú 21", e inicialmente de los principales canales de televisión, se ha basado en la necesidad del estricto cumplimiento de la ley. Como señaló Juan de la Puente, la ortodoxia exigida implica desconocer 200 años de evolución del derecho en el mundo.

No es el único ámbito donde el conservadurismo prima en los medios. Sucede también en lo económico. Un ejemplo: la férrea oposición a la diversificación productiva y a que el Estado actúe como orientador o seleccionador de sectores “ganadores”. Pero ojo, estos mismos medios tienen sus “excepciones”. Pese a su oposición, han apoyado los beneficios tributarios y laborales a la agroexportación. Y en su momento, los otorgados a la minería.

Todo lo cual abre la pregunta: si los errores de TPP los cometía Fuerza Popular o Alianza Popular, ¿se habrían mantenido tan “estrictos” en su posición editorial? ¿La opinión de los especialistas habría tenido más cabida?

En este sentido, ha sido llamativo que los medios escritos, televisivos y radiales más tradicionales priorizaran dos artículos del periodista Ricardo Uceda por sobre los argumentos de los especialistas. Uceda es, por supuesto, un periodista con las credenciales suficientes para que se tome en cuenta lo que afirma. Pero, además de la opinión de los especialistas que no consideró en sus dos textos, estos dejaban abiertas varias preguntas. Por ejemplo, si los procedimientos para asegurar la democracia interna en los partidos son tan indispensables, ¿por qué el JNE no verifica de oficio su cumplimiento en cada organización? ¿Por qué procede a partir de la presentación de tachas o cree en los documentos que recibe de los partidos? ¿Acaso no es harto conocido que, como en otros ámbitos, el papel lo aguanta todo?

El segundo artículo de Uceda llama la atención porque, a diferencia del estilo que lo caracteriza, usa adjetivos y calificativos orientados a sentenciar el Caso Guzmán. En “Poder” conversamos con José Naupari, la única fuente de los casos citados en su primer texto. Nos sorprendió que Naupari tenía un contraargumento para el principal argumento usado por Uceda para asegurar que el voto en mayoría del JNE debía ser tomado en cuenta por la resolución que ahora le toca al JEE. En el artículo “La asamblea fantasma”, se afirma que a tres miembros del JNE les resultó extraño que los representantes de TPP no les anunciaran la asamblea que celebrarían el 20 de enero para subsanar o validar los acuerdos cuestionados. Eso los llevó a sospechar de dicha asamblea, y a Uceda a calificarla de fraudulenta. Para Naupari, la respuesta es tan sencilla como que tiene lógica que la agrupación política se guardase esta información como parte de su estrategia de defensa.

¿Qué llevó entonces a algunos medios a ser tan selectivos en las variables que marcaron su línea editorial? ¿Candidatos favoritos? ¿Asegurar el statu quo sin medir, una vez más, las consecuencias? Esta historia aún no termina. Y con toda seguridad, las próximas semanas permitirán apreciar algo más que el fustán.

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