Gabinete en terreno minado, por Juan Paredes Castro
Gabinete en terreno minado, por Juan Paredes Castro
Juan Paredes Castro

El Gabinete Ministerial designado por y probablemente no sea el mejor que ellos mismos hubieran deseado, pero ya está en vitrina y no hay más que conocer, tan pronto como se pueda, las metas y objetivos sectoriales que tendrán que asumir y con qué resultados concretos a la vista.

Kuczynski y Zavala saben que tienen que gobernar con muchísima eficiencia y haciendo precisamente de esa eficiencia su mejor arma para contrarrestar o flexibilizar el dominio fujimorista en el Congreso. No habrá, eso sí, eficiencia que valga si no se desactivan previamente las bombas de tiempo que cada ministro encontrará en su sector. Unas vienen de los últimos cinco años y otras de tiempos más viejos. No hay manera de hacer gobierno en un terreno minado como este.

Aunque haya almorzado tres veces con la pareja -, Kuczynski entiende perfectamente, más por viejo que por diablo, que una cosa son las cortesías y las formalidades políticas y otra las evidencias que no pueden pasarse por alto, como el manejo de una Presidencia de la República, en la que muchos de sus poderes fueron prácticamente usurpados. La fuertísima injerencia de la señora Heredia en la trama de esos poderes no son solo de conocimiento público sino que están perfectamente retratados en el libro “La gran usurpación”, que acaba de presentar del ex primer vicepresidente de la República Omar Chehade.

El primer terreno minado que pisará Kuczynski es, pues, el de la presidencia.

Zavala tiene ante sí el suelo más explosivo. La PCM fue el coto de caza de la primera dama y el organismo ministerial más devaluado y manoseado. Fue inútil el esfuerzo de Pedro Cateriano por barnizar de democracia la conducta autoritaria de Humala y su esposa. Que un ex primer ministro como René Cornejo tuviera que sufrir graves humillaciones por atreverse a desafiar la injerencia en su puesto de la primera dama revela hasta qué punto el nuevo gobierno encontrará desinstitucionalizadas muchas entidades y funciones de gobierno y Estado.

Desinstitucionalizado, por ejemplo, el Ministerio de Defensa, por la quiebra de las jerarquías y los méritos en la carrera militar, y la preeminencia de las “promociones favoritas” del presidente o ministro de turno. Desinstitucionalizado el sector Justicia, con sus procuradurías a merced del poder político. Desinstitucionalizada la política ambiental, porque el ministerio del ramo y los otros, de Energía y Minas y de Agricultura, están, cada cual, en otra cosa. Desinstitucionalizados los sectores Cultura y Turismo, que deberían trabajar de la mano para poner en valor los recursos patrimoniales milenarios y centenarios del país, como en Grecia, Italia y Egipto. Desinstitucionalizado el sector Interior, que Daniel Urresti tornó policiaco, quitándole a la Policía Nacional el rango autónomo y jerárquico que debería tener.

Este es el terreno minado que encontrará el Gabinete Zavala. Necesitará voluntad y habilidad política desconocidas hasta hoy para abrirse camino y no morir en el intento.

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