El huaico que trajo Belaunde Lossio, por Mariella Balbi

Como todo huaico, el desplome de la aprobación de la pareja presidencial tiene sus antecedentes. La deforestación de la democracia es la causa más importante. Cuando Ana Jara asumió el Gabinete hubo expectativas de dejar atrás el estilo turbio y poco transparente que tenía el régimen. Todos recordamos a la primera ministra afirmando que el crecimiento del PBI sería 6%.

Esto lo reafirmó el ex ministro Miguel Castilla. Poco a poco se fue desdiciendo hasta que hoy sabemos que el crecimiento es un pobre y ridículo 2,3%. El argumento de que la economía mundial nos zarandeó como hoja en la tormenta no es creíble y menos real. Nadie nos dará una explicación, menos una autocrítica. Por lo menos saber a qué se dedicaron, aunque podemos intuirlo.

El gobierno de Humala cuidó mucho el manejo de su imagen, invirtió nuestro dinero en publicidad estatal, promocionó ineficientes programas sociales, denostando donde se podía a los gobiernos anteriores. Prensa ‘chicha’ bien alimentada con nuestro dinero, insulto a los opositores, se sentía victorioso. Hasta que vino un trueno inmenso que anunciaba grandes derrumbes: el amigo, compañero, camarada, siempre leal y colaborador Martín Belaunde Lossio destapó un volcán de corrupción irrefrenable. Le siguieron Antalsis, Todo Graph, los hermanos Heredia Alarcón, su madre, un rompecabezas que está bastante claro si se quiere armar de verdad. Pensaron que seríamos ciegos, sordos y mudos a la corrupción existente y no fue así. Por más que vía Twitter se nos diga que la trapacería que vemos es mentira y tiene un trasfondo electoral.

El Gobierno sufre de amnesia. Fue Humala quien instó a los nacionalistas a “ponerse la ropa electoral”. Y se dedicó a viajes proselitistas por el Perú, anunciando que pronto vendrá la señora Heredia y ahora último dando vivas al nacionalismo. Se siembra odio y se cosechará violencia electoral. Lo ocurrido en Pichanaki nos muestra un ministro del Interior que mintió sobre el uso de armas. Ahora pide disculpas una vez más.

Vemos también que la tal DINI se dedicó al espionaje político y no vio que el etnocacerismo enarbolaba la protesta. O no quiso verlo. Dicen que en los viajes presidenciales aparecen los combatientes respaldando al mandatario. ¿Harán una alianza electoral? La actitud del Gobierno a través de su ministro de Energía: “Pluspetrol tiene un plazo de tres días para irse”, es una alerta de lo que se viene. Populismo y violencia electoral.

El etnocacerismo aliado con otros grupos radicales hará la vida a cuadritos a cuanto candidato presidencial aparezca. Si a ello se le agrega la información de que los gobernadores son mayoritariamente militares en retiro, que la promoción militar de Ollanta Humala está hasta en la sopa, lo único que queda es preocuparse, estar muy atentos y no repetir las tonteras de antaño. 

Quienes denostaban la corrupción fujimorista poco o nada dicen de la extensa corrupción que estamos viviendo y que veremos. El magro 16% de aprobación de la primera dama es tremendo huaico del que será difícil recuperarse.