Sin miedos ni complejos, la columna de Juan Paredes Castro
Sin miedos ni complejos, la columna de Juan Paredes Castro
Juan Paredes Castro

Muchos de los grandes males del Perú comenzaron con errores garrafales como los de Pedro Pablo Kuczynski () y de tardar en reconocer que están metidos en el mismo pozo: el de sus miedos y complejos, mientras el fantasma de la ingobernabilidad sacude la escasa reserva de estabilidad política.

Cómo puede pensar Kuczynski en destrabar la economía si no piensa también, como dice Carlos Meléndez, en destrabar antes –o a su vez– la política, comenzando por liberarse de la trampa que se lo impide: la confrontación radical, alimentada, de un lado, por el complejo de obligarse a negociar con quien tiene la mayoría en el Congreso, el fujimorismo, y, de otro lado, por el miedo a quienes votaron por él para que no ganara Keiko Fujimori, que son los mismos que en el fondo tampoco lo quieren como presidente.

¿Acaso el comportamiento de Verónika Mendoza y su movimiento no es una demostración de que les importa un rábano la presidencia de PPK después de haber votado por él? Sin embargo, el mandatario tiene que salir del pozo para negociar y entenderse también con la vieja y nueva izquierda, incluida la de la planilla estatal, en busca de acuerdos mínimos, al igual que con los demás partidos. La gobernabilidad del país y los riesgos que corre el crecimiento económico se lo exigen, más allá de las falsas, hipócritas y diabólicas adhesiones del tiempo electoral.

Keiko Fujimori y su mayoría parlamentaria tienen que salir igualmente de la trampa de sus miedos y complejos, comenzando por tener que tratar con quienes supuestamente les “robaron la elección”, y por dejar atrás la terquedad de que como se sienten dueños de la Constitución del 93, esta debe “permanecer intacta”, sin cambios, y, peor aun, sin reformas. No hay manera de salir adelante sin diálogo, acuerdos y consensos para ello. Y en esto el fujimorismo, de cara al pasado, tiene que darnos importantes señales de reconversión democrática, más si quiere ser alternativa válida de gobierno el 2021.

Del buen ejemplo que den Kuczynski y Keiko Fujimori, colocándose por encima de sus diferencias, miedos y complejos, y haciendo lo que tienen que hacer, es decir, política decente y responsable entre Gobierno y Congreso, va a depender mucho que no necesitemos muletas como el Acuerdo Nacional, el Consejo de Estado o la Comisión de la Integridad. Hagamos eficaces y respetables los mecanismos de poder reales en lugar de buscar otros artificiales. Si a esto se llama convivencia o cohabitación, en buena hora que lo sea. Es mejor que la propuesta del abismo social y político, para solo recoger los escombros de otra década perdida.

Asesórese políticamente mejor, señor presidente, en especial por quienes sepan más que usted y por quienes no lleven agua a sus molinos de viento. Y dese el lujo de cambiar “ministros de lujo” si no funcionan. Debe importarle más hacer un gobierno de lujo que exhibir un “Gabinete de lujo”.

MÁS EN POLÍTICA:

PPK no descarta demanda contra por daños y perjuicios ► — Política El Comercio (@Politica_ECpe)