Nudo de contradicciones en Fuerza Popular, por Jaime de Althaus
Nudo de contradicciones en Fuerza Popular, por Jaime de Althaus
Jaime de Althaus

El que mejor está aprovechando los errores incomprensibles que, con contumacia, viene cometiendo, uno tras otro, la bancada de es nada menos que , que aparece en una posición liberal y abierta frente al conservadurismo obstinado de la línea liderada por su hermana. Es como si Kenji estuviese haciendo de manera auténtica aquello que intentó Keiko en la elección pasada. Se da entonces la extraña inversión de posiciones según la cual el adalid del ‘albertismo’ aparece en una posición democrática y tolerante mientras que los adelantados de Keiko, que pretendía desprenderse del estigma autoritario, adoptan posiciones duras y excluyentes.

Estas insólitas evoluciones estallan en un nudo de contradicciones a propósito del proyecto de ley que excluye de los medios a los condenados por corrupción, que, se dice, está dirigido contra el grupo El Comercio. Kenji envió un misil contra ese proyecto citando una célebre frase nada menos que de Alejandro Miró Quesada, prohombre de dicho grupo, y ha anunciado que votará en contra de esa propuesta porque ella afectaría la libertad de expresión.

Pero la misma línea oficial del partido que amenaza potencialmente la libertad de expresión es la que, sin embargo, rechaza y condena tajantemente el 5 de abril, al mismo tiempo que los albertistas, en cambio, lo justifican como una medida indeseable pero necesaria para enfrentar una situación extrema y que sirvió para fundar, vía la Constitución del 93, un nuevo país más próspero y democrático.

En este nudo de contradicciones las posiciones relativas se invierten nuevamente y regresan a su configuración original, pero la condena al autogolpe que predica la línea oficial parece más el producto de una consigna estratégica que de un análisis reflexivo de la experiencia histórica. Y ese ha sido siempre el déficit del fujimorismo, en sus dos líneas. No se ha dado el trabajo de revisar la historia para ver qué fallas, sean institucionales o de compromiso democrático, llevaron al 5 de abril, o si realmente era inevitable. Un partido político serio ya debió haber hecho una discusión interna a partir de un documento sobre el tema, incluso para extraer de esa experiencia propuestas de reformas institucionales que permitan tener una democracia funcional de alta gobernabilidad, que era lo que presumiblemente no existía en el 92. Solo Jorge Morelli ha realizado un esfuerzo consistente en esa línea, pero a título personal.

El artículo de Kenji Fujimori sobre el retorno al bicameralismo, planteado recientemente por él como una manera de saldar una deuda del fujimorismo con el país, podría ser el inicio de una reflexión sobre esos temas. Pero esa también es una propuesta personal, que no se refleja en los planteamientos  del grupo de reforma electoral del Congreso, presididos por Fuerza Popular, que no definen hasta ahora una línea clara precisamente porque no ha habido una discusión interna. Es hora de que la hagan.

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defiende proyecto de ley sobre control de medios ► — Política El Comercio (@Politica_ECpe)