La nueva mayoría, la columna de Diana Seminario
La nueva mayoría, la columna de Diana Seminario
Diana Seminario

La elección del defensor del Pueblo en el Congreso puso en evidencia lo que es un secreto a voces: la bancada de Peruanos por el Kambio es un grupo de 18 parlamentarios con diferentes agendas e intereses variados, pero sin ninguna cohesión.

El presidente le recomendó a su bancada que votara por el candidato a defensor que tuviera más posibilidades, y este sin duda era Walter Gutiérrez; sin embargo, cinco de los 18 parlamentarios (Lombardi, De Belaunde, Vieira, Zeballos y Costa) desoyeron el acuerdo y se abstuvieron.

Según la congresista Mercedes Aráoz, “lo hicieron por relaciones personales”. Es sabido que el ex candidato a defensor Samuel Abad, por ejemplo, es socio del estudio Echecopar al igual que Javier de Belaunde (padre del congresista Alberto de Belaunde). ¿Habrá sido esta una de las “relaciones personales”?

Si bien la discrepancia en la votación podría tomarse como una reserva válida, solo confirma la falta de unidad del grupo. “Se han mostrado claramente dos bloques en la bancada, a pesar de que hubo una invocación del presidente”, sentenció Juan Sheput.

Esta división no es nueva y ya se había puesto de manifiesto durante la campaña electoral y hace unos días cuando se anunció la presentación del proyecto de unión civil por parte de Peruanos por el Kambio. “Por el momento, no ha sido ni discutida ni presentada en la bancada” fue la reacción de Sheput consultado por la iniciativa.

“Son como colegiales que se tiran cosas, pero después se amistan”. De esta manera el presidente Kuczynski intentó zanjar los dimes y diretes surgidos en su agrupación integrada por 18 congresistas, de los cuales solo tres pertenecen a Peruanos por el Kambio.

El mandatario admitió estas diferencias y, muy a su estilo, intentó bajar tensiones. La realidad es innegable.

Más allá de las discrepancias internas que suelen ser normales en todo grupo humano, es evidente que el jefe del Estado carece de un soporte político estable que le permita tender puentes y articular desde el Congreso las reformas pendientes. El primer consenso que debe lograr PPK es el de su propia bancada.

Y es así –por paradójico que parezca– que Fuerza Popular, con 73 parlamentarios, se configura en la plataforma política que requiere el Gobierno para promover las políticas públicas que necesita el país.

No dudamos de que tanto el presidente Kuczynski como su primer ministro Fernando Zavala harán todos los esfuerzos para acercarse al fujimorismo. Pragmatismo les sobra.

A poco más de un mes de iniciado el gobierno, ha quedado demostrado  que el Ejecutivo no va a llegar muy lejos de la mano del oficialismo y será más bien la oposición la que se verá obligada a darle el soporte político que el país requiere.

Un interesante panorama para construir nuevos consensos y una manera diferente de ver y hacer política.

Ojalá que tanto el Ejecutivo como la mayoría parlamentaria estén a la altura del reto que tienen al frente, y por primera vez en la historia un gobierno se apoye en la oposición. Una nueva mayoría.

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