El peor momento de la democracia, por Diana Seminario

Mientras el último jueves en Venezuela el gobierno de Nicolás Maduro terminó por darle la estocada final a la democracia en su país, cuando el Poder Judicial –dominado por el chavismo– condenó al líder opositor Leopoldo López a 13 años de cárcel por haber encabezado las protestas contra el régimen chavista en febrero del 2014, en el Perú, a 10 meses de que termine el gobierno de Ollanta Humala, el clima de impunidad se viene instalando y la percepción de debilidad e irrespeto al Estado de derecho cobra fuerza.

Es una lamentable coincidencia que mientras en Venezuela, con la condena a López, se perpetran años de abusos, en Lima el Poder Judicial ratifica la impunidad ampliando la decisión de no volver a investigar por lavado de activos no solo a Nadine Heredia, sino también a su hermano Ilan y a su amiga Rocío Calderón. Si a esto se suma que la encuesta de El Comercio-Ipsos, publicada ayer, revela que el 78% (de quienes conocen el tema) considera a Heredia culpable del delito de lavado de activos, la percepción de injusticia resulta clamorosa.

La sensación de que la democracia camina al borde del precipicio se hizo evidente esta semana por varios hechos. La orden de inamovilidad de efectivos del Ejército bajo la premisa de que se iba a hacer una contabilidad de las granadas, dio pie a más de una suspicacia y el reportaje propalado por Willax que reveló que el desaparecido Emerson Fasabi fue un hombre cercano al presidente Humala y no un desconocido como él quiso que creyéramos, generan demasiadas sospechas.

Pero no solo el régimen camina con pies de plomo. La aprobación del presidente Ollanta Humala y su esposa exhibe un crítico 13%, según el sondeo. El tema de las agendas los ha herido de muerte. El 73% de quienes conocen el asunto afirma que estas son de Nadine Heredia, y el 93% pide que se someta a la prueba grafotécnica para salir de dudas respecto a alguna adulteración posterior. Además, el 67% considera que Heredia es culpable de los delitos que podrían desprender de las anotaciones en los cuadernos.

Es innegable el clima de inestabilidad política que se acentúa por la percepción de la actuación del Poder Judicial y de las contradictorias declaraciones de la pareja presidencial. Lejos de dar muestras claras de que se respeta la democracia tanto aquí como en la región, la cancillería peruana emitió un tímido comunicado sobre la situación en Venezuela: “El Perú expresa su preocupación por la situación de polarización interna que afecta a la hermana República Bolivariana de Venezuela y exhorta a las diferentes fuerzas políticas a mantener la paz”.

Vivimos horas decisivas para la continuidad y el fortalecimiento de la democracia. La impunidad y el desgobierno se asoman sin que haya una luz al final del túnel. Estamos a siete meses de las elecciones y es responsabilidad de todos no solo sostener el Estado de derecho, sino estar a la altura de la responsabilidad que acarrean los tiempos que nos están tocando vivir. La democracia atraviesa el peor momento de los últimos 15 años.

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"Justo a tiempo", la caricatura de @otravezandres ► http://t.co/hKFxa8R06X pic.twitter.com/A2zWlk483f— Política El Comercio (@Politica_ECpe) septiembre 14, 2015