Al ex presidente Ollanta Humala le molesta demasiado tener que pedir un permiso judicial para salir del pas. A la seora Nadine Heredia, su esposa, le pasa lo mismo, con la diferencia de que ella desea salir del pas para asumir, en Ginebra, Suiza, un puesto en la FAO que le da inmunidad internacional, una condicin sui gneris que le viene como pera en dulce en estas circunstancias.
Ambos no buscan pelear en los tribunales peruanos por su derecho a la presuncin de inocencia. Ambos buscan, con ansiedad pertinaz, estar fuera del alcance de la justicia. Ambos, que encarnaron el mal menor en las elecciones del 2006 y el 2011, a nombre de la anticorrupcin, quisieran no enfrentar procesos fiscales y judiciales que los involucran en la oscura recepcin de fondos de los aparatos poltico-financieros de los ex presidentes Hugo Chvez de Venezuela e Incio Lula del Brasil.
Los tentculos de Odebrecht igualmente alcanzaran a Ollanta Humala y a Heredia por las obvias iniciales O.H. en los registros de coimas de la empresa brasilea y por anotaciones de montos millonarios vinculados a esta en las agendas de la ex primera dama que investiga la fiscala peruana.
No seran Ollanta y Nadine, los bendecidos hroes de la anticorrupcin, junto con su aliado de gobierno, el otrora tambin rabioso hroe antifujimorista de los Cuatro Suyos, Alejandro Toledo, los llamados a encabezar hoy en las calles y plazas de todo el pas la cruzada nacional de rescate de la moral pblica, ante el escndalo de Odebrecht, que los envuelve de la cabeza a los pies?
Lstima que el mal menor de ayer, el poquito de Odebrecht de hoy y la pizca de Vernika Mendoza de maana hacen una diablica mezcla parecida en sus efectos a la kriptonita que tira por los suelos las defensas de cualquier superhroe de la realidad o la ficcin.
Quizs ms que hroes de la moral nacional que terminan en farsantes, necesitamos simplemente ciudadanos y servidores pblicos comprometidos con el saneamiento de la gestin gubernamental y estatal, bajo cdigos sencillos, claros y eficientes de control. No necesitamos voces engoladas ni acuerdos nacionales ni exhibiciones de integridad que prediquen lo que no va a cumplirse ni responsables de todo que luego no son responsables de nada.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski, con un claro liderazgo de manos limpias, tiene que ponerse a la cabeza del sistema poltico e institucional del pas, incluido el fiscal y judicial, para preservarlos del escndalo de Odebrecht. Esto es lo que tenemos que defender frreamente si queremos mantener con vida y futuro otro de nuestros grandes activos: el crecimiento econmico de 25 aos.
El otro contrapeso ser la dura e inevitable catarsis que tendrn que hacer consigo mismos y con la justicia los ex presidentes Toledo, Garca y Humala, no tratando de mirar el abismo desde muy lejos, sino dando la cara, aqu, en la misma tierra que les dio los votos para ejercer el poder.
MS EN POLTICA
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