"Nuestra participación ha sido exclusivamente de carácter político, eso lo hemos dicho y lo ratificamos", señaló Vizcarra. (Foto: AFP / Video: Canal N)
"Nuestra participación ha sido exclusivamente de carácter político, eso lo hemos dicho y lo ratificamos", señaló Vizcarra. (Foto: AFP / Video: Canal N)
Diana Seminario

A casi un mes de que el gobierno del presidente cumpla un año en el poder, nos gustaría escribir estas líneas hablando de los logros de este período en materia de ejecución de presupuesto, de cómo los ministerios han emprendido interesantes acciones que merecen ser destacadas porque benefician a la mayoría.

Ante eso, lo que tenemos más bien es a un presidente del Consejo de Ministros admitiendo sin rubor alguno que el país no está preparado para afrontar un fenómeno como El Niño costero del 2017.

Con total desparpajo, César Villanueva decía ayer en entrevista con el diario “Correo”: “Estamos con la idea de que en algún momento lo va a estar. En estos momentos, el Perú todavía no está preparado”. Así respondía el primer ministro a la pregunta “¿El Perú está preparado para un fenómeno de El Niño como el ocurrido en el 2017?”. Y claro que no lo está, el viernes pasado vimos cómo con una sola lluvia torrencial, ¡una!, la ciudad de Chiclayo quedó inundada. No hemos aprendido nada. Como decía la semana pasada en este mismo espacio, llueve sobre mojado.

Entre tanto, el presidente Martín Vizcarra afronta sus propios huaicos e intenta no ahogarse tras las graves acusaciones de un aspirante a colaborador eficaz que afirma que una empresa integrante del denominado ‘club de la construcción’ entregó US$100 mil a la campaña de PPK en el 2016 y que incluso el propio Vizcarra –a la sazón jefe de campaña– fue testigo del aporte.

Para defenderse, el mandatario ha afirmado que él asumió la jefatura de la campaña electoral desde el punto de vista político, es decir, que nada tenía que ver con las finanzas electorales. Sin embargo, pese al deslinde presidencial, se han hecho públicas informaciones que cuando Vizcarra se desempeñaba como ministro de Transportes y Comunicaciones, la empresa Construcción y Administración S.A. (CASA) fue beneficiada con 14 contratos que suman US$1.242 millones. Es precisamente esta empresa la del aporte de US$100 mil. ¡Vaya coincidencia!

Así, mientras vemos cómo el jefe del Estado está mas preocupado en salir bien librado de serias acusaciones, los niveles de anemia no bajan, en el Ministerio de Educación se dedican a hacer inútiles experimentos para ensayar nuevas fórmulas para evaluar a los alumnos, los ministerios se enfocan en dar prioridad a promover “enfoques transversales de género”.

No dudamos de que la firma del acuerdo con Odebrecht y las revelaciones que vengan desde Brasil serán el nuevo caballito de batalla de un gobierno que ve cómo su aprobación cae de 35% a 31% y que el respaldo al presidente Martín Vizcarra –el ‘adalid’ anticorrupción– se empieza a desvanecer y de tener un 63% baja a 58%, según la encuesta publicada ayer en este Diario.

Un año ha pasado desde que Vizcarra asumió la presidencia de la República, ya se acabaron los referendos y los discursos efectistas. La gente pide resultados, pero seguimos atrapados en el fango de la corrupción, que no solo ensucia, sino también paraliza.