El presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) prefirió no aventurarse a dar un pronóstico sobre los partidos de Perú ante Argentina y Colombia. (Foto: Presidencia / Video: Canal N)
El presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) prefirió no aventurarse a dar un pronóstico sobre los partidos de Perú ante Argentina y Colombia. (Foto: Presidencia / Video: Canal N)
Diana Seminario

En una semana en la que parece que la política y sus más connotados líderes se instalaron en el Poder Judicial, el país se inundó de un inusitado optimismo gracias al fútbol y al trabajo esforzado de un equipo por el que ni el más entusiasta hincha se hubiera atrevido a apostar que tendría posibilidades reales de clasificar al Mundial Rusia 2018. Ahora está a un paso de lograrlo.

Los últimos triunfos de la selección peruana son mucho más que eventos deportivos. Los partidos de la Blanquirroja se han convertido en una suerte de catarsis nacional.

Este año ha sido muy difícil. Empezamos con un terrible fenómeno de El Niño costero que dejó en la calle a miles de peruanos.

Somos quizá el único país que tiene a dos ex presidentes presos. Uno cumpliendo una condena y el otro detenido mientras lo investigan por lavado de activos, y sobre el que pesan espantosas denuncias de violaciones de derechos humanos en Madre Mía, cuando actuaba como el ‘Capitán Carlos’ (a este ex mandatario no lo acusan por autoría mediata).

La Diroes también podría esperar al tercer ex presidente, pero este se pasea por Estados Unidos con la impunidad por delante. Sabe que la justicia no lo puede alcanzar. Sabe demasiado.

También debemos ser de los pocos países donde el debate político se ha trasladado al Poder Judicial. Como lo señaló ayer el abogado Natale Amprimo en entrevista a “Perú 21”, “se busca no dejar títere con cabeza, con el solo afán de participar en una suerte de Fórmula 1 para ver quién hace más denuncias, quién imputa más delitos y quién pone la mayor sal y pimienta a sus acusaciones”.

Este ambiente futbolero nos llena de emociones, nos hace cantar el himno nacional abrazados, a desempolvar la letra del “Contigo, Perú”, a decir que estamos más unidos que nunca. ¿De verdad lo estamos?

¿Podríamos trasladar este momento histórico a nuestra realidad nacional y tratar de remontar la goleada que hace tiempo sufrimos como país?

Puede sonar exagerado, pero los 11 de Gareca nos están dando una lección que nada tiene que ver con el fútbol. Nos están diciendo que cuando se encaran los problemas con valentía, cuando hay orden y disciplina, cuando se respetan las reglas de conducta que todo equipo debe tener y cuando se piensa en el país, los objetivos pueden alcanzarse; al menos hay optimismo para llegar a la meta.

A ver si aprendemos con el ejemplo, señor presidente. ¡Ánimo! Valentía y pundonor para responder a una comisión del Congreso. Ese partido usted lo puede jugar de local e incluso establecer las reglas de juego. Nadie quiere una goleada, solo que la verdad se imponga. Si Gallese no se achicó ante Messi, ¿arrugará usted ante la Comisión Lava Jato?

Este martes nos jugamos más que una clasificación. Estamos subidos en la ola del optimismo, saquemos lo positivo de este momento (que no es lo mismo que sacar provecho).

Estamos en octubre, cuando el Señor de los Milagros también se juega su propio partido, y empezamos la cuenta regresiva para la visita del Papa, por eso estamos #UnidosPorLaEsperanza.

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