PPK
Redacción EC

Por Martín Hidalgo/ Giovanna Castañeda/ René Zubieta

Pocos minutos después de conocerse que el Congreso no aprobó la vacancia por incapacidad moral en su contra, el presidente Pedro Pablo Kuczynski () envió un breve mensaje. “Peruanos. Mañana [hoy] empieza un nuevo capítulo en nuestra historia: reconciliación y reconstrucción de nuestro país”, escribió en su cuenta de Twitter.

Luego, Kuczynski dio un balconazo desde su casa y hasta se animó a bailar con los vecinos que estaban esperándolo. Catorce horas antes, un tibio aplauso de su bancada –solo son 18– lo había recibido al ingresar al hemiciclo, un lugar al que no va frecuentemente un presidente de la República. Esta vez fue a defenderse de un pedido de vacancia.

Finalmente, consiguió revertir lo que hasta unas horas antes parecía un hecho consumado: tras más de diez horas de debate, no se lograron los 87 votos necesarios para aprobar la moción que promovía la vacancia del mandatario. El pedido solo obtuvo 79 adhesiones, 19 votos en contra y 21 abstenciones. El voto en abstención de diez congresistas naranjas, encabezados por Kenji Fujimori, fue determinante para que no prosperara la moción contra Kuczynski.

Tras el resultado en el Congreso, la primera ministra Mercedes Aráoz señaló que su expectativa es “empezar a vivir en reconciliación nacional, en un espacio de paz por el bien del país”.

Luego de agradecer a los congresistas por votar “de acuerdo a su conciencia”, dijo que del lado del oficialismo no habrá ningún acto de soberbia.

Las bancadas de Alianza para el Progreso, Acción Popular y el Apra tuvieron votaciones divididas: hubo abstenciones y votos en contra y a favor.

Los diez miembros del Frente Amplio, bancada que promovió la moción de vacancia, votaron a favor. El oficialismo lo hizo en contra. Los diez miembros de Nuevo Perú decidieron retirarse del hemiciclo antes de la votación.

Por la mañana, el mandatario trató de mostrarse tranquilo desde el inicio, con una sonrisa serena, flanqueado por sus vicepresidentes Martín Vizcarra y Aráoz, sus “seguros”, como los llamó durante la campaña. Se sentó y revisó más de una vez todos los papeles que había llevado para convencer al Parlamento de que no lo vaquen.

“Vengo a demostrar mi inocencia porque es eso a lo que se me obliga. No gozo de la presunción de inocencia. De hecho, muchos aquí ya han anunciado su decisión antes de escucharme”, dijo al iniciar su discurso. “Hoy estoy aquí frente a ustedes para decirles, mirándoles a los ojos, que no soy corrupto y que no he mentido”, siguió.

El jefe del Estado se ratificó en la versión de la última semana sobre sus presuntos vínculos con Odebrecht, la empresa brasileña acusada de liderar una red de corrupción transnacional que ya involucró a los ex presidentes Alejandro Toledo y Ollanta Humala.

Kuczynski reiteró que no tuvo vínculo profesional con la constructora. Señaló que Westfield, una empresa de su propiedad, sí lo tuvo. Pero que fue el empresario chileno Gerardo Sepúlveda quien gestionó los contratos y que él los desconocía.

El mandatario ofreció tres veces disculpas al país: por no poner empeño en explicar hasta la saciedad su conducta; por no haber prestado atención a las formas de la política; y porque debió ser el primero en advertir las dificultades que tendría su gobierno tras ganar unas ajustadas elecciones contra el fujimorismo.

Tampoco dejó de referirse a Fuerza Popular y aseguró que “pretende tomar el poder” que no ganó con votos y controlar el Ministerio Público o el Tribunal Constitucional. “Eso se llama un golpe de Estado”, afirmó.

Mientras Kuczynski continuaba con su defensa, desde las redes sociales se lanzó el rumor de un eventual indulto al encarcelado ex presidente Alberto Fujimori.

El ambiente cambió y se empezó a notar inquietud desde las bancadas del Frente Amplio, Alianza para el Progreso y Nuevo Perú. Los congresistas oficialistas, como Vicente Zeballos y Carlos Bruce, conversaron con sus colegas izquierdistas.

La marea bajó cuando el Ministerio de Justicia emitió un comunicado en el que aclaraba que el supuesto informe médico que recomendaba el indulto a Fujimori, y que circulaba en Twitter, no estaba en la Comisión de Gracias Presidenciales.

—La defensa mayor—
El abogado Alberto Borea expuso la defensa del mandatario por casi dos horas. Enfocó sus argumentos no solo en aspectos jurídicos en defensa del debido proceso. También lo hizo en términos políticos, los que más llamaron la atención en el hemiciclo.

En la primera parte de su participación, afirmó que era una razón política la que motivaba la moción de vacancia presidencial. Fue entonces cuando recordó la necesidad de una verdadera separación de poderes, dijo, a diferencia de la década de 1990 con Alberto Fujimori.
Borea afirmó que vacar a un presidente de la República no es igual a investigar y tenía que hacerse dentro del debido proceso.

Cerca del final de su participación, exhortó a los jóvenes congresistas, de Fuerza Popular y de otras bancadas, a que no caigan en este tipo de situaciones. “Yo pido a Dios por mi patria y esta noche la patria serán ustedes. [...] Que Dios los ayude y que ayude al Perú”, finalizó.

Antes de retirarse, el jefe del Estado dio un mensaje final para pedir al Congreso que actuara con sensatez. “El daño no me lo harán a mí, se lo harán al Perú. [...] Está en sus manos salvar la democracia o hundirla mucho tiempo”, concluyó con énfasis y reiteró que no incurrió en conflicto de intereses. La sonrisa serena de PPK se mantuvo.

Minutos después, Aráoz retornó al Palacio Legislativo para aclarar la posición del Gobierno sobre el rumor del indulto a Fujimori. Repitió la versión del Minjus y negó cualquier negociación para otorgar la gracia presidencial a cambio de votos en contra de la vacancia.

—Las horas finales—
Setenta y ocho parlamentarios participaron en el debate más crítico de la legislatura y de los últimos años.

Kenji Fujimori, el hermano menor de Keiko Fujimori, la lideresa de Fuerza Popular, al estar suspendido, no pudo intervenir. Sin embargo, a través de un video, expresó su posición de abstenerse en la votación por la vacancia.

Desde el fujimorismo, Miguel Torres afirmó que las palabras del mandatario eran “deliberadamente falsas” y que, luego de escucharlas, consideraba “sin dudas ni temores” respaldar su retiro del cargo.

Mauricio Mulder también mantuvo su posición y remarcó que si creían que PPK no fue prolijo con sus compañías, como él mismo ha reconocido, es uno de los motivos para vacarlo. “¿Cómo va a manejar los destinos del país?”, cuestionó.

Durante el debate, la congresista independiente Yeni Vilcatoma tuvo comentarios xenófobos contra Chile, al cuestionar al empresario Gerardo Sepúlveda, gestor de Westfield Capital. Afirmó que el mandatario humilló al Perú “ante un chileno”.

En los últimos minutos antes de la votación empezaron una serie de conversaciones en el hemiciclo, sobre todo por iniciativa de los fujimoristas.

Como un adelanto de lo que ocurrió después, desde las galerías se pudo ver a Miguel Torres discutiendo fuertemente con Kenji Fujimori. Al final, cada voto contó.

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