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Tribunal Constitucional

En el Congreso les han dicho que su próxima sentencia sobre la llamada ley antitránsfugas es “pura política”. Y, además, han afirmado que ese fallo –que fue aprobado por mayoría pero que aún no se oficializa– “no contribuye” al fortalecimiento de los partidos políticos.

Estos han sido los cuestionamientos que los miembros del (TC) –los seis actuales magistrados, sin contar al recién elegido Augusto Ferrero– han escuchado en los últimos días desde Fuerza Popular y el Apra.

No obstante, para expertos constitucionalistas consultados para esta nota, este último tribunal es “notablemente” superior a sus predecesores, cuyos magistrados emitieron polémicas resoluciones.

“En junio del 2014 se inició una nueva época del tribunal que despertó expectativa. Fueron elegidos seis nuevos miembros. Ellos, conjuntamente con el magistrado Óscar Urviola, generaron la esperanza de un cambio que deje atrás los errores del pasado y fortalezca la legitimidad del TC”, señala el especialista Samuel Abad, en su libro “Constitución y procesos constitucionales” (Palestra, 2016).

Es más, Abad resalta en su texto que una de las primeras resoluciones que emitieron los magistrados corrigió una decisión de la anterior conformación del TC para que dos candidatos sean designados fiscales supremos, a pesar de no tener competencia para hacerlo.

—Los apoyos—

La elección de los actuales magistrados no fue rápida. Después de varios intentos frustrados, el Congreso, presidido por el entonces parlamentario nacionalista Fredy Otárola, votó y eligió a Ernesto Blume, Eloy Espinoza-Saldaña, Marianella Ledesma, Manuel Miranda, Carlos Ramos y José Luis Sardón.

El Partido Popular Cristiano (PPC) propuso a Blume; Solidaridad Nacional hizo lo mismo con Ledesma y Espinoza-Saldaña, y Fuerza Popular con Sardón. Ramos, en cambio, fue una propuesta multipartidaria.  

El que contó con un mayor respaldo fue Miranda, actual presidente del tribunal, quien llegó a los 122 votos. Espinoza-Saldaña, que también tuvo el aval humalista, obtuvo la votación más ajustada: con el cambio de voto de Celia Anicama llegó a completar los 88 votos necesarios.

—Posiciones—

El pasado viernes, el Parlamento eligió con amplia mayoría al abogado Augusto Ferrero como nuevo magistrado del TC, en reemplazo de Urviola.

El congresista oficialista Alberto de Belaunde cuestionó antes de la votación la cercanía de Ferrero Costa con el cardenal Juan Luis Cipriani.

“Es un jurista connotado, sólido, con amplia experiencia profesional. Pero, en efecto, es un hombre ligado a la Iglesia, a las posiciones más conservadoras”, dice una fuente consultada experta en temas constitucionales.

Sardón es reconocido como liberal en temas económicos y hay quienes le atribuyen una cercanía con el fujimorismo debido a que su candidatura al TC fue propuesta por la bancada de Fuerza Popular. El magistrado siempre ha rechazado tener una orientación hacia ese grupo político.

Blume, en tanto, fue militante del partido Somos Perú y asesor legal de Alberto Andrade en la Alcaldía de Lima. Es reconocido como un socialcristiano, con una posición de centro.

Precisamente, indican las mismas fuentes, son Blume y Espinoza-Saldaña –vinculado al centroizquierdismo– las dos tendencias marcadas dentro del tribunal.

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