Dalcello, un lugar para sorprenderte con los más variados sabores de helado

¡Sigamos disfrutando de la temporada de helados! Visitamos Dalcello, heladería artesanal que, en setiembre, celebra su 10° aniversario. Detrás de la propuesta están los hermanos Andrés y Ernesto Mesones, quienes fueron inspirados por un tío que les dio las primeras recetas y técnicas para lograr un buen gelato. Para ellos, el público peruano es dulcero y dispuesto a probar nuevas opciones. Probablemente, una de las razones por las que han pegado sus helados inspirados en postres como el queso helado, merengado de chirimoya o milhojas de fresa, que aparecen por temporadas. Entre sus más de 50 sabores, también hay espacio para clásicos como el chocolate y la lúcuma y con stevia como endulzante.

Con el tiempo, ampliaron la carta para ofrecer también postres -como el brownie o crocante de manzana-, bebidas calientes y milkshakes (según el sabor de helado que se elija), waffles con diversos toppings y algunos sánguches. Conozcamos más de su historia.

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¿Cómo se creó Dalcello? ¿Qué diferencia a los helados artesanales de los industriales?

Andrés Mesones (AM): Soy administrador de profesión y siempre trabajé en el rubro de alimentos y bebidas. En el 2015 descubrí el mundo de la heladería, me gustó y así nació la pasión por el negocio. Ernesto es comunicador y él se unió al gran sueño de emprender un negocio de heladería artesanal. Identificamos que había una buena oportunidad en el mercado, desarrollamos un plan de negocios, buscamos financiamiento y lanzamos la marca al mercado. Sabíamos que era un reto muy grande y, en el camino, hemos tenido muchas dificultades. Sin embargo, hemos podido sacar las cosas adelante.

Ernesto Mesones (EM): En el 2015, empezamos como marca con un primer local en Surco. Somos especialistas en gelato italiano que tiene algunas características que lo diferencian del helado industrial. Por ejemplo, la textura es cremosa y los sabores son intensos (sean helados de fruta o de crema).

¿Qué caracteriza a sus gelatos?

EM: Nos diferenciamos porque utilizamos insumos de muy buena calidad y de origen natural. Por ejemplo, la fruta, los frutos secos, la crema de leche y usamos cacao italiano. Por otro lado, el gelato italiano se suele consumir fresco, máximo a tres días de haberse elaborado. Esto es una diferencia fuerte de los industriales que pueden estar almacenados varios días. En Dalcello siempre encontrarás un helado fresco, cremoso y de sabores intensos hechos con insumos de primera calidad.

Con 10 años en el mercado, ¿cuál es su percepción del momento actual que viven las heladerías artesanales?

AM: Hace 10 años empezaron a surgir nuevas marcas de heladerías artesanales y, desde ese momento, se han ido desarrollando. Lo cual es muy bueno para el rubro porque existen nuevas ofertas y eso ayuda a incrementar el consumo. Y así puede existir una mayor cultura heladera en el país, lo que es parte de nuestros objetivos. [...] La gente aprecia mucho el producto. Notan la diferencia [entre un helado industrial] con un artesanal o un gelato. Hay muchas personas que que es la primera vez que lo prueban y se enamoran del producto.

Con el paso del tiempo han creado más de 50 sabores…

AM: Sí, contamos con un recetario de más de 50 sabores -no siempre los tenemos todos en vitrina- y mensualmente tenemos un helado de edición limitada [En enero fue el de mandarina]. Siempre hemos ido desarrollando sabores, viendo tendencias, haciendo pruebas y consultando a los mismos clientes qué les gustaría encontrar en nuestra carta de helados.

¿Cuáles son los favoritos del público?

AM: Siempre el top 3 va a ser el chocolate bitter, el helado Mathias (inspirado en su hijo, con una base de toffee, dulce de leche y galletas de chocolate) y ahora el pistacho. Luego están la lúcuma y el queso helado. Pero también tenemos sabores más italianos como amarena, nocciola o stracciatella. Y otros inspirados en postres peruanos como el turrón de Doña Pepa, queso helado, merengado de chirimoya, pie de limón, milhojas de fresa, entre otros que sacamos por temporadas.

Entonces, ¿es posible crear helados de cualquier sabor?

AM: Sí, claro, Incluso, en un momento hicimos pruebas de helado de palta y papaya arequipeña. Se puede hacer helado de ají amarillo, de camote, de cualquier cosa. Obviamente, hay que probarlo primero a ver si tiene salida entre el público.

¿Cómo se han adaptado al público vegano o que busca opciones bajas en azúcar?

AM: Tenemos helados endulzados con stevia para diabéticos y opciones veganas (sin lácteos) para los intolerantes a la lactosa. Empezamos con dos sabores de stevia, pero ahora ya tenemos seis o siete porque han tenido bastante salida. Hay un público que siempre está buscando estas opciones. La mayor cantidad de ventas se ha relacionado a los sabores clásicos [fresa, lúcuma, chocolate y vainilla]. Año a año aumenta la demanda yendo de mano a la tendencia a cuidarse.

¿Qué sabores nuevos encontraremos este año?

AM: El peruano siempre está abierto a probar distintas opciones [...] Mes a mes, vamos viendo cuál es la tendencia. Por ejemplo, en un momento el pistacho estaba en tendencia, también el cheesecake. Entonces, ese mes, hicimos helado de cheesecake de pistacho. En octubre es un éxito el de turrón de Doña Pepa y en diciembre el helado de chocolate caliente. Vamos creando según temporada y qué esté en tendencia.

¿Cuál es su visión a futuro de Dalcello?

EM: Tenemos proyectado abrir dos nuevos puntos de venta el próximo verano. Y, a largo plazo, queremos ser una cadena grande de heladerías artesanales. En el 2024 ampliamos nuestra capacidad de producción y abrimos una planta más grande. Eso fue un paso importante para poder crecer. Ya no teníamos más capacidad de producción. Para crecer como marca teníamos, sí o sí, que empezar una planta más grande.

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