Dagoberto Marín, el artífice de la Chacra D’ Dago, y su esposa Nelly Arce, quien se encarga de la parte administrativa de esta empresa cafetalera. (Foto: María Isabel Gonzales)
Dagoberto Marín, el artífice de la Chacra D’ Dago, y su esposa Nelly Arce, quien se encarga de la parte administrativa de esta empresa cafetalera. (Foto: María Isabel Gonzales)
Norka Peralta Liñán

Dagoberto Marín (74) dirige la , una finca que apuesta por la agricultura biodinámica para producir cafés de especialidad en el centro poblado El Palomar, en la región Junín. Allí, a 1.600 metros sobre el nivel del mar, los ciclos lunares guían las prácticas agrícolas, los abonos naturales nutren el suelo, y la biodiversidad se promueve de forma activa y consciente.

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Pero la historia de esta finca no puede entenderse sin conocer la trayectoria personal de Dago, como es conocido este caficultor que heredó de su padre la pasión por el café. Fue él quien, luego de trabajar en aserraderos y en la construcción de carreteras, se inició en la caficultura en 1940.

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Pierina Denegri

Dago estudió medicina veterinaria en Lima y en 1983 regresó a su tierra natal, junto a los suyos. Sin embargo, a fines de los años ochenta, ya casado con la abogada Nelly Arce, tuvo que huir junto a su familia debido al terrorismo que azotó la Selva Central hasta mediados de los noventa.

Durante algunos años vivió en Ecuador, donde se dedicó al cultivo de mangos, pero la Guerra del Cenepa (1995) lo obligó a volver a Perú. Se incorporó a una empresa cafetalera, que más adelante se separó, y decidió entonces emprender con su propia finca y producir café orgánico. No fue fácil, recuerda Dago.

Dagoberto Marín dirige la Chacra D’ Dago, una finca cafetalera que apuesta por la agricultura biodinámica en Junín. (Foto: María Isabel Gonzales)
Dagoberto Marín dirige la Chacra D’ Dago, una finca cafetalera que apuesta por la agricultura biodinámica en Junín. (Foto: María Isabel Gonzales)

Fueron años de ensayo y error sin alcanzar los resultados esperados, aunque no dejó de contar con el apoyo de Nelly, quien se hizo cargo de la economía familiar, mientras Dago encontraba el camino hacia el tipo de caficultor que quería ser. En 2003, asistió a un curso de agricultura biodinámica en Argentina. Fue entonces cuando todo cobró sentido.

Inspirado por los principios de , abrazó esta práctica agrícola que combina métodos orgánicos con un enfoque espiritual y holístico, considerando a la finca como un organismo vivo.

Un bosque que produce café

Además del uso de calendarios astronómicos, se aplican preparados especiales que fortalecen la tierra y las plantas. Por ello, más que una finca de café, la Chacra D’ Dago es un bosque, con una diversidad de árboles forestales y frutales, en el que conviven sus propietarios, trabajadores, mascotas, animales de granja y diversidad de aves e insectos.

Desde el 2005, se ha convertido en un emprendimiento exitoso: cuenta con 50 hectáreas de cafés y trabaja con 70 productores, abasteciendo a compradores de Francia, Dinamarca, Suiza, Estados Unidos, Reino Unido y Chile. Posee certificaciones de café orgánico, Demeter (producción biodinámica) y B-Corp (que valida el impacto positivo de la empresa en trabajadores, comunidad y medio ambiente).

César Marín, hijo de Dagoberto, tiene a cargo la dirección comercial y de operaciones de este emprendimiento ubicado en Junín. (Foto: María Isabel Gonzales)
César Marín, hijo de Dagoberto, tiene a cargo la dirección comercial y de operaciones de este emprendimiento ubicado en Junín. (Foto: María Isabel Gonzales)

También son proveedores de cafeterías de especialidad y tiendas de productos orgánicos. Puedes degustar sus cafés en Ciclos Café (Barranco), Nina Pacha (Punta Hermosa), Puku Puku, Franqueza Café (San Miguel) y Tostana Café (Magdalena), así como en las tiendas Flora y Fauna, Vacas Felices y Punto Orgánico.

Regenerar el suelo, cuidar la vida

Su esposa Nelly y sus hijos Héctor, César y Eduardo están involucrados en el proyecto, encargándose de la administración, el procesamiento del café, la exportación, la comercialización interna y el marketing.

“Mi padre adoptó la agricultura biodinámica hace 20 años y, aunque para muchos este proceso puede parecer lento, hoy tenemos una finca exitosa donde regeneramos suelos y producimos 70 toneladas de compost al año. Este modelo lo replicamos con otros productores”, comenta César Marín, director comercial y de operaciones.

Selección de cafés de diversos procesos (naturales y anaeróbicos) de la Chacra D’ Dago que pueden adquirirse en diversas tiendas orgánicas. (Foto: María Isabel Gonzales)
Selección de cafés de diversos procesos (naturales y anaeróbicos) de la Chacra D’ Dago que pueden adquirirse en diversas tiendas orgánicas. (Foto: María Isabel Gonzales)

Gracias a esta visión, han logrado recuperar ecosistemas tropicales, fortalecer la fertilidad del suelo con ayuda de animales de granja, y generar un equilibrio natural en el que insectos y aves actúan como controladores biológicos de plagas.

Más allá de sus prácticas agrícolas, lo que define a la Chacra D’ Dago es su enfoque espiritual y holístico, algo que solo se puede comprender al pasar unos días en la finca. Allí, la alimentación se basa en productos cultivados en su propio huerto orgánico, preparados por el mismo Dago —como su delicioso pan de cereales y otros alimentos nutritivos—.

El entorno verde facilita la desconexión del bullicio y el ajetreo de la ciudad, y propicia espacios de conversación sobre la naturaleza humana y el camino hacia el conocimiento espiritual. Nada está impuesto: todo fluye de forma natural, gracias al entorno y a la buena energía de la familia Marín Arce.

Hacia una nueva etapa

La finca también cuenta con un laboratorio para catar y tostar café, así como una moderna planta donde desarrollan procesos de fermentación controlada (naturales y anaeróbicos) para dar a sus cafés perfiles complejos en taza. Además, tiene un área para producción de compost y bioles (fertilizantes orgánicos líquidos).

Este ecosistema alberga también árboles frutales, hierbas aromáticas, plantas medicinales y animales de granja, promoviendo un entorno sostenible y autosuficiente para la familia y los trabajadores, así como los insumos esenciales que se requieren para el desarrollo de compost y bioles.

La finca de La Chacra D’ Dago cuenta con su propia área de tostado de café para abastecer el mercado interno. (Foto: María Isabel Gonzales)
La finca de La Chacra D’ Dago cuenta con su propia área de tostado de café para abastecer el mercado interno. (Foto: María Isabel Gonzales)

Este modelo regenerativo ha captado atención a nivel global: la Chacra D’ Dago fue finalista en los Sustainability Awards 2025 de la Specialty Coffee Association (SCA), en la categoría de Organizaciones sin Fines de Lucro. Su compromiso también se refleja en la implementación de un sistema de tratamiento de aguas residuales, que evita la contaminación de quebradas y ríos.

Pero Dago y su familia no se detienen. Hoy alistan una nueva etapa: el desarrollo decursos de catación, barismo y tueste, diseñados no solo para aprender sobre café con certificaciones internacionales, sino para vivir la experiencia revitalizante de pasar unos días en una finca única en Perú.

Además…

Para más información sobre los cursos que desarrollará la Chacra D’Dago, se puede escribir al 974-389-315.

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