Cuando iniciaron las clases escolares remotas en el Perú, hacia la primera semana de abril, los alumnos, sus padres y los docentes no sabían muy bien qué ocurriría. Acostumbrados a los uniformes y las loncheras, los salones con carpetas y pizarrones, los recreos y los compañeros, a todos les parecía muy difícil reemplazar esas dinámicas a través de una televisión, una computadora o un teléfono celular. La expectativa era inmensa.

Todo cambio acarrea nuevos retos y, con Aprendo en casa, el programa de enseñanza a distancia del Ministerio de Educación, se creó una feliz comunidad de más de 6 millones de escolares de todo el Perú. A partir de los contenidos que se presentan en esta plataforma multimedia, los maestros y las maestras desarrollan renovados, originales y divertidos métodos de enseñanza.

A través de canciones, videos y un títere rojo y puntiagudo, por ejemplo, una profesora de Los Olivos explicó a sus pequeños alumnos de la sección ‘Ositos bondadosos’ qué es el coronavirus. Su breve y divertida exposición también fue una invitación para mantener la calma y respetar la cuarentena “¡Pero chicos, no se preocupen! ¡El virus solo enferma a las personas que salen de su casa!”, dijo la maestra. Así hacemos del y formamos una generación de estudiantes comprometidos con la salud de todas y todos.

Con este tipo de estrategias, los maestros del Perú han mantenido y aumentado el interés por el aprendizaje en sus estudiantes. Con similar entusiasmo, un maestro del Cusco ha montado todo un laboratorio matemático en su propia casa. Para ello usó maquetas, papelógrafos y afiches coloridos, como una nueva forma de aprender sobre números y fórmulas. Las actividades de su curso están relacionadas con los objetos y las tareas cotidianas como recibos de luz, de agua, mediciones de los objetos y ambientes del hogar.

En Amazonas, un profesor de primaria animó a sus alumnas y alumnos a llevar un diario sobre la cuarentena. Esta iniciativa se llama “El Club del Pensamiento Positivo”. Los pequeños escriben poemas, historias y anécdotas en un cuaderno. Así logran expresar sus sentimientos y pensamientos sobre esta difícil época. “Es liberador”, contó una de sus alumnas cuando le preguntaron qué le parecía llevar un diario personal.

En el actual contexto, es clave pensar cómo nuestras acciones afectan nuestro entorno y convivencia y, principalmente, nuestra salud. Las pequeñas acciones de estos maestros permiten grandes cambios. Todos, desde donde estemos, tenemos un llamado común: Hagamos del Perú una mejor escuela.

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