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Lasaña
Redacción EC

Ningún chef ha preparado una lasaña con tanta ternura como este niño. Un video de llenó de emoción a miles al mostrar que para cocinar el famoso platillo no se necesita demasiada experiencia, sino muchas ganas de hacerlo totalmente delicioso y con muchas dosis de amor.

“Vamos a hacer lasaña, ¿están listos?”, empieza diciendo el pequeño en la cocina de su hogar y teniendo como asistente a un familiar que le pasa cada uno de los ingredientes. Luego llega un “estoy listo” para dar inicio a la ‘MasterClass’ más cautivadora de las redes sociales.

Él va solicitando uno a uno los insumos y utensilios necesarios para preparar su plato favorito y lo hace con tal dulzura que los usuarios que han visto el video no pueden dejar de aplaudir su educación y carisma. Cada pedido lo realiza con un “por favor” e inmediatamente llega un “gracias”.

Una vez que tiene la bandeja especial para el horno, el niño echa una generosa cantidad de salsa de tomate para luego, con la ayuda de una espátula, esparcirla en toda la superficie. Acto seguido pide las láminas de pasta y las coloca en el recipiente. “¿Puedo probarlo?”, se le escucha decir con su suave voz y es ahí donde hace una pequeña travesura pues el video de Facebook permite ver cómo lame la preparación.

El pequeño chef también le pone ricotta y mucho parmesano a su preparación para así garantizar que saldrá espectacular Con sus manos va esparciendo los ingredientes y también poniendo un poco en su boca para ir saboreando.

Más salsa de tomate y otras láminas de pasta van completando la deliciosa receta en Facebook. Aunque tiene algunas dificultades para sacar con una espátula el queso, él sabe que las manos son siempre una gran alternativa y así que termina totalmente embarrado, pero feliz.

El niño es tan amante de la lasaña que hasta tiene en mente la cantidad de minutos que debe permanecer la preparación en el horno y a qué temperatura y no duda en brindar las recomendaciones a sus nuevos fans en redes sociales.

“Estoy sucio”, agrega para, luego de unos minutos, tener su platillo totalmente listo y fuera del horno. Aunque sus manos continúan llenas de queso y salsa de tomate, el pequeño intenta agarrar el recipiente, que por obvias razones ya está frío, y mostrarlo a la cámara. “Chicos, está lista”, agrega para, como todo buen chef, darle el corte de horno a su creación y disfrutarla de principio a fin asegurando que “hice un buen trabajo”. A simple vista no se verá perfecta en cuanto a decoración, pero nadie puede negar que es la lasaña más tierna y amorosa del mundo.

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